PUERTO DE AGUAS PROFUNDAS

Mazhar Al-Shereidah

25 - 02 – 97

El transporte petrolero constituye una de las actividades más estratégicas del negocio petrolero. A lo largo de la historia de esa industria, el país importador ha preferido las fuentes o países de origen cuyos suministros tienen acceso terrestre y directo a su territorio como por ejemplo el caso de EE.UU. con respecto al petróleo importado desde Canadá y México.

Los países exportadores por su parte durante los últimos cuarenta años han procurado garantizar las colocaciones de volúmenes crecientes de su petróleo en tanqueros de su propiedad. Al hacerlo de esta forma, ejercen mayor control sobre su industria y se acercan al anhelado modelo de la integración que tan eficientemente practicó la industria petrolera cartelizada desde comienzos del presente siglo.

La figura de los tanqueros emergió como sinónimo del transporte petrolero. Los principales exportadores formaron sus respectivas flotas de tanqueros. Importantes indicadores para las mismas era y es tanto el número de unidades como su capacidad de carga, la versatilidad y la seguridad de la construcción para impedir derrames.

Llama la atención que mientras países como Irán, Irak, Arabia Saudita y Kuwait comenzaron la adquisición de tanqueros con capacidad mayor de 120 mil toneladas de peso muerto (tpm) desde hace un cuarto de siglo, la flota petrolera venezolana no dispone aún de este tipo de unidades y menos de la generación de tanqueros mayores a 300 mil tpm.

Desde luego, un tanquero mayor requiere facilidades portuarias adecuadas por lo que la noción de “puerto de aguas profundas” siempre ha tenido un significado estratégico para aquellos navegantes que ya en el siglo XVI identificaron a Pampatar en la isla de Margarita como el más apropiado.

En petróleo, la visión estratégica siempre me ha atraído, porque simplemente es un insulto a la inteligencia humana aceptar lo que ahora nos quieren inculcar algunos en el sentido de que el petróleo es una simple mercancía que carece de valor estratégico. Los hechos documentados de una historia sangrienta desde 1910 hasta hoy desmienten tal afirmación. La seguridad del suministro petrolero es un concepto tan fundamental en la formulación de la política petrolera estadounidense como lo fue el suministro de té para incendiar la chispa por su gesta independentista de Gran Bretaña.

Pero volvamos a los puertos y su adecuación. Recuerdo que en 1982 se celebró un seminario organizado por PDVSA, donde le formulé a un entonces Vicepresidente de la misma, una pregunta acerca del porqué en Venezuela, pese a poseer más de dos mil kilómetros de costa, no se había construido un solo puerto de aguas profundas. Le mencioné el caso de los países del Golfo, arriba señalados.

Inflado y en posición de gallo de pelea respondió: “Venezuela no necesita algo así porque tenemos a Bonaire”. Afortunadamente no estaba entre los presentes algún representante de la Reina de Holanda. Hasta ese momento, yo ignoraba que Bonaire formaba parte de Venezuela. Los estudiantes del Postgrado en Economía Petrolera de la U.C.V. deseaban ver un contrapunteo, pero, ante una “visión estratégica” que revelaba tanta sabiduría envuelta en un manto de soberbia, opté por callar.

Apenas el año pasado, escuchamos por vez primera la intención de construir un puerto de aguas profundas venezolanas. Una vez en operación, éste podría recibir tanqueros propios y ajenos con suficiente volumen de carga como para atender más económicamente a clientes en destinos más lejanos y con diversas ubicaciones sobre el mapamundi. Por supuesto, tanqueros de 20 - 30 mil tpm siempre serán requeridos, pero si “el muchacho” ha de crecer en serio, hay que comprarle trajes de talla mayor. Pronto, hasta los tanqueros de 80 mil tpm le quedarán estrechos, porque en las “grandes ligas” se manejan múltiples de estas cifras.

Efectivamente, y a título de ejemplo, Irán engrosó su flota en diciembre con cinco nuevos tanqueros de 300 mil tpm cada uno por un costo total de $490 millones, mientras que la National Iranian Tanker Co. está ahora procurando la compra de otros cinco tanqueros aptos para transitar el Canal de Suez para atender clientes en el Mediterráneo. Cada uno tendría una capacidad de 155 mil tpm y el costo total sería de $ 260 millones.

Para muestra basta un botón; si realmente hemos de competir en grande teniendo el mundo entero como horizonte, así como lo hacen las flotas pesqueras audaces y agresivas.

This entry was posted on 31 de enero de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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