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¡Las reservas infinitas! y el valor estratégico del petróleo venezolano

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¡Las reservas infinitas! y el valor estratégico del petróleo venezolano

publicado en el libro " Sembrando el Petróleo"
Fundación Venezuela Positiva
2001

Falta mucho para alcanzar niveles satisfactorios para las exigencias de la justicia y la equidad en el mundo. Lo que más perturba a la conciencia humana, es que los avances tecnológicos y los altos niveles de bienestar material que beneficiaron a una pequeña porción de la población humana, contraste con necesidades elementales insatisfechas por la mayoría de la población mundial, lo cual atañe lo primordial del concepto tan reiterado de los Derechos Humanos y por ende a la paz mundial.

Por sus características particulares, el petróleo tanto como energético así como materia prima de usos múltiples, alcanza cada día a un número mayor de personas alrededor del planeta, las cuales lo incorporan a su “dieta” habitual de consumo. Esta condición del petróleo, es posiblemente lo que explique su rol vital en la civilización en la que convivimos. En tal sentido, no resulta extraño que buena parte de la historia del siglo que acaba de culminar, tuvo al petróleo como un protagonista casi permanente.

No cabe duda que hay actores que adquieren, se apropian o se les asignan roles protagónicos con relación al petróleo en función de realidades tanto geológicas como de grados y necesidades de desarrollo así como en respuesta a un sistema mundial en cuya configuración el petróleo igualmente juega un rol determinante.

Esto lleva al tema de los recursos, su ubicación, disponibilidad, explotación y aprovechamiento. La noción de recursos, comienza por el hombre y pasa por el aire, el agua, los fondos de los mares,...

• El petróleo es un recurso natural agotable y no renovable
• Es un patrimonio nacional
• Su explotación tiene que responder a lineamientos racionales de acuerdo con el respeto a las condiciones ambientales y a las necesidades de una sociedad-nación para progresar y prosperar.
• La prospección petrolera por definición, interfiere con la naturaleza, sea en tierra o en agua.

Cada vez hay mayor grado de conciencia y celo para proteger al medio ambiente de los efectos negativos de la actividad exploratoria.

• En la mayoría de los casos, se explora como una medida de previsión, con el propósito de agregar más reservas probadas a las ya existentes.
• De no hacerlo y de no hacerlo exitosamente, el recurso comienza a escasear, la vida del recurso se recortaría.
• Este hecho, en la vida real y a la luz de las lecciones de la historia, no solo es motivo de preocupación dentro de los límites de un país, sino que otros también comparten y expresan su preocupación.
• Es mas, a veces ocurre que alguien se siente conforme con lo que tiene; considera que sus reservas son suficientes y no tiene intenciones para explorar. Sin embargo, a su puerta tocan interesados foráneos para despertar e incentivar su interés.
• Las naciones dueñas del petróleo tienen pocas oportunidades para generar decisiones en los mercados de mayor consumo, orientadas a crear una necesidad del consumo o de intensificarlo. El precio bajo, ya no estimula la demanda.
• Aunque este Hemisferio se incorporó apenas hace 500 años a la cadena mundial de producción y consumo, buena parte de este período se caracteriza precisamente por la intensa incorporación de los combustibles fósiles al proceso productivo mundial. Nuestro hemisferio ha estado muy activo al respecto.
• Impresionante resulta observar como el carbón, pese a todas las acusaciones que se le han formulado, aún en el Tercer Milenio, tiene un brillante porvenir con una participación del 25% en el balance de consumo energético mundial.
• Esto, invalida la tesis de que el petróleo, si no es extraído a corto plazo y en forma intensiva, perdería interés para los consumidores de generaciones futuras. La explotación intensiva y veloz del petróleo, exige un difícil y costoso proceso de exploración.
• La experiencia más rica en este campo, la tiene la veterana industria petrolera estadounidense, históricamente muy activa en el territorio estadounidense que, como ningún otro, ha sido intensamente explorado. El récord mundial en número de taladros y de pozos, lo tiene Estados Unidos.
• Desafortunadamente, este enorme esfuerzo financiero, es lleno de riesgos a pesar de todo el avance tecnológico en geología, geofísica e informática; y nadie puede obligar a un inversionista privado a que oriente sus esfuerzos a la exploración en vez de, por ejemplo, a la petroquímica.
• Es este tipo de situaciones, propias de la geología por una parte y de las motivaciones, preferencias y decisiones del inversionista por la otra, lo que le proporciona a la humanidad, el petróleo que desea tener en forma de reservas probadas y desarrolladas.
• El inversionista puede ser también un ente público estatal. Esta característica, sin embargo, no significa que la inversión sea acometida con menor rigor de cálculo de la rentabilidad económica que en el caso privado. La tasa de retorno es un indicador esencial.
• Al igual que un inversionista privado, también el estatal, no le encuentra sentido económico-comercial para mantener una considerable capacidad de producción ociosa, cuando el precio, en retrospectiva histórica y en términos reales, demuestra que en términos nominales, está en niveles similares a dos o tres décadas atrás.
• Todo lo anterior lleva a concluir que la ciencia y tecnología, han avanzado mucho a lo largo del ultimo medio siglo; se han extraído del subsuelo de los países de la OPEP unos 350 millardos de barriles. Estos países poseen la mayor parte de las reservas petroleras, permanentes. En forma proporcional a los esfuerzos exploratorios, la humanidad podría contar con mayores recursos petroleros. Para ello es indispensable tener un sistema mundial de relaciones fundamentadas en el respecto recíproco, el espíritu de la cooperación y de compartir, colectivamente, las oportunidades y las responsabilidades.

Dicho lo anterior, lo que sí seria deseable, es que hagamos cada cual desde su posición y proporcionalmente a los respectivos recursos y oportunidades lo que esté a nuestro alcance, para que dentro de un espíritu de responsabilidades compartidas, contribuyamos a que el futuro supere ética y cualitativamente al pasado.

¿Hacia dónde vamos?

Lo que afirman todos los más confiables pronósticos acerca del futuro de la energía en el mundo, es que dentro del abanico que conforma el balance energético mundial para el 2020, el petróleo ocupará alrededor del 39% del total.

Mas que un pronóstico, es una especie de sentencia, un código de conducta, un pronunciamiento mundial, en el cual se anuncian las futuras necesidades y en forma de aviso público universal, se notifican las expectativas en torno a las previsiones que cada quien, del lado de la oferta, debería tomar oportunamente, para cumplir con el rol que de él se espera.

Los destinatarios del aviso universal, son teóricamente todos los países del mundo, cuyos territorios coinciden con la ubicación geográfica de los yacimientos petrolíferos. Estos yacimientos, en su gran mayoría, han sido ya descubiertos, localizados y aunque en diferentes grados de intensidad y éxito, también explorados.

Existe una rígida e histórica división internacional de trabajo. Además, hay una zonificación de regiones de sensible importancia estratégica. Venezuela cumple un importante rol como proveedor de petróleo y geográficamente, está ubicada de manera tal que eleva su valor estratégico, especialmente para Estados Unidos, el mayor consumidor y primer importador de petróleo del mundo.

Esta primera y elemental constatación, ilustra que, más allá de la voluntad nacional de escoger rumbos y caminos, hay intereses que, con moralidad y legitimidad o sin ellas, imponen reglas rígidas de juego. Transgredir estas “líneas rojas”, suele acarrear indeseables y dramáticas consecuencias.
Venezuela constituye una de las mayores provincias petroleras del mundo y, si de hemisferios hablamos, en el Hemisferio Occidental, ocupa el primer lugar. Este es el hemisferio, donde nació la industria petrolera e impuso toda una cultura centrada en el consumo intensivo del petróleo. El “Sueño Americano”, la “cultura del automóvil” y el “American way of life”, basado en el generalizado uso individual del vehículo potente, veloz, pesado y lujoso, no pueden ser comprendidos, sin que se le agregue la convicción de una nación de su “Destino Manifiesto”: Estados Unidos nació para liderar el mundo.

El líder de la única superpotencia mundial, el presidente George W. Bush, generaliza la insuficiencia de energía de California, habla de una nueva ¨ crisis energética ¨ de dimensiones nacionales en el caso de Estados Unidos, elabora un “Plan Energético”, en el cual se especifican expectativas y se asignan aportes internacionales.

Al iniciarse este nuevo siglo y milenio, resulta ganador un presidente estadounidense, con estrechos vínculos con la industria petrolera. El anunció en primer lugar, su determinación a ser menos contemplativo hacia las prohibiciones ambientalistas a la exploración y explotación petrolera en las áreas ecológicamente más frágiles de su propio país. Igualmente, está decidido a implementar un sofisticado sistema misilístico que, para facilitar, llamaremos “Guerra de las Galaxias”; y en tercer lugar desvinculo su país del “Protocolo de Kyoto”.

¿Qué tiene lo anterior que ver con nosotros?

1.- Una economía y una sociedad, como la estadounidense, responsables a lo largo del siglo XX de la mayor alícuota de contaminación ambiental, al tomar esta postura individualista, desestimula toda iniciativa colectiva e induce a convertir el caos y la anarquía en la regla del juego.

Dramático resulta leer en un despacho de “Reuters” (*) titulado: “Bush Administration sees little chance of Kyoto agreement”, lo siguiente:

“Un memorando del Departamento de Estado se refirió a varias disputas específicas, incluyendo una demanda introducida por Arabia Saudita y otros países OPEP, en la cual piden compensación por la merma en los ingresos petroleros como resultado de emisiones menores y los catalogó como ‘risibles’ y ‘completamente conceptuales’ ”.

Esto coloca las posiciones en extremos y en forma de enfrentamientos. Decepcionante resultó un titular en el “Middle East Economic Survey” (**) Bush Plans to open Dialogue With OPEC”, porque a primera vista sintetizó la suma de alegría que producen el “Thanks Giving Day”, el “Espíritu de la Navidad”, “Santa Claus” y el “Día de Reyes”. Pero el texto traía otro mensaje: “Para emprender un fuerte esfuerzo diplomático con nuestros amigos en el Medio Oriente a fin de que tengan una política energética respetuosa hacia sus amigos aquí, de modo que las naciones de la OPEP puedan ser convencidas para abrir los grifos y le quiten la presión a los precios”

En otras palabras, nuestras peticiones, son para ellos risibles; pero sus deseos nos exigen respeto y cumplimiento. ¡Un perfecto equilibrio entre iguales! o ¿ es la Ley de la selva ? Quien lee lo anterior sin fechas, tiene pleno derecho de preguntar si estas posiciones son anteriores a la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre”.
_________
(*) 23 de abril de 2001.
(**) 25 de Dic. De 2001.

2.- El Presidente Bush se preocupa por: una pronta “crisis energética” en EEUU; los “altos precios” del petróleo y para resolver esta situación, espera que los países exportadores de petróleo, amigos de EEUU, abran los grifos para que el chorro del suministro petrolero sea abundante.

En este sentido, sin tener animo fatalista, creo necesario tomar en cuenta los siguientes aspectos, los cuales dificultarían una respuesta venezolana negativa:

a) Existe una Doctrina Petrolera Venezolana que caracteriza al país como fuente confiable y seguro en el suministro petrolero en tiempos de paz y de guerra.

b) Hay también una “Teoría” venezolana que considera a EE.UU. como su Mercado Natural.

c) No debe olvidarse tampoco que Venezuela, durante décadas, ocupó el primer lugar entre los países exportadores de petróleo.

d) La producción petrolera en Venezuela alcanzó su máximo histórico en 1970. Desde entonces, comenzó a confrontar dificultades técnico-financieras para continuar dicho ascenso.

Razones de Estado, de seguridad y defensa, de racionalidad económica y realismo político, mantienen vigente la “Doctrina” señalada. Venezuela parece estar destinada a cumplir este rol.

Un importante sector de la opinión pública pensante, atenta a las estadísticas de las importaciones petroleras estadounidenses, exhibe una marcada sensibilidad cada vez que Venezuela aparece desplazada por otros países exportadores. En su opinión, el país no puede permitir que algún competidor, sustituya la tajada venezolana en el mercado estadounidense.

Este fenómeno se debe, quizás, a una cuestión de honor y dolor por haber perdido el “campeonato” de ser el primer exportador; por no producir en la actualidad unos 9 millones de barriles diarios.

De allí, en realidad dos escuelas de pensamiento se encuentran enfrentadas en Venezuela en una discusión conceptual-intelectual iniciada desde hace aproximadamente medio siglo. Una opta por considerar al petróleo como recurso natural estratégico, agotable, cuya explotación debe ser cuidadosa, racional y conservacionista; que no deberían otorgarse mas concesiones; que se le de al petróleo un precio justo y que se vaya diversificando la economía.

La otra considera que la política de no otorgar más concesiones, es condenar a que sus reservas se quedan indefinida e inútilmente en el subsuelo; es privar al país de su derecho al progreso; y aspira a que el petróleo venezolano tenga una participación cada vez mayor en la creciente demanda petrolera mundial. Para ello, sería necesario efectuar un intensivo esfuerzo exploratorio a fin de agregar considerablemente nuevas reservas petroleras, a la vez de expandir la capacidad de producción en el país.

A lo largo de los dos últimos años, las autoridades venezolanas competentes, han dado muestras de que, aunque continua la misma característica petrolera del país, no es aconsejable participar en una carrera entre los exportadores.
El pasivo ambiental

Existe la conciencia de que la prolongada actividad petrolera en el país, ha dejado aquí complejas y negativas consecuencias y secuelas culturales, psicológicas, sociales, económicas y políticas. La devastación ecológica está a la vista. Aquí se cometió un genocidio ecológico. Fuimos tecnológicamente discriminados, a lo largo del prolongado régimen de concesiones, en cuanto a los parámetros de seguridad ambiental y respeto a la vida silvestre. La gente y la Nación, se siente con derecho a una indemnización por los destrozos causados a esta tierra, bosques, lagos, aire, fauna, ríos y población humana. Este es el aspecto más palpable y visible de un reclamo por un malestar generalizado.
Reparto desigual de la Renta

No menos justificada es la convicción de que el "negocio petrolero" es discriminatorio por definición, pues del precio que el consumidor final paga en la Unión Europea por los productos petroleros refinados, un país exportador como Venezuela, recibe solo el 16%. Los fiscos de los ricos Estados consumidores, se quedan con el 68% del precio final.

Sustituir nuestro petróleo

Este reparto desigual de la renta, en detrimento del dueño del recurso natural, víctima de las ya mencionadas secuelas de la explotación petrolera, obedece a una política de la "Agencia Internacional de Energía" (AIE). Efectivamente, desde su creación en 1974, la AIE, en aras de lograr la "seguridad energética", establece como objetivo, ir prescindiendo progresivamente del petróleo de la OPEP. Es obvio que Venezuela, como progenitora de la OPEP, es negativamente afectada, porque en parte, estos altos impuestos al consumo de nuestros petroleros han financiado el surgimiento de una decena o más de nuevos países exportadores que limitan las opciones en el mercado.

Simultáneamente, la AIE estableció como objetivo estratégico: la sustitución del petróleo y la "transición energética".

El mundo consume alrededor de 27 millardos de barriles al año. Para que los planificadores y estrategas en EE.UU. puedan sentirse cómodos, los descubrimientos de nuevas reservas probadas, deberían estar por encima de esta magnitud.

En la práctica, esta situación no se ha dado a lo largo de casi una década (desde 1992).
Menos control sobre el Golfo Pérsico. Venezuela vuelve a los titulares

Para Estados Unidos, este hecho no fue motivo de gran preocupación, en vista del control que toma en el Golfo en 1991, que es la región con las mayores reservas probadas del mundo.

Las condiciones para construir escenarios a largo plazo, sobre el hecho del control del Golfo, están mermando y haciéndose menos sólidas. El “Plan Energético” del Presidente Bush, evidencia una percepción preocupada por el futuro de Estados Unidos en materia petrolera.

A luz de esta realidad, el petróleo de Venezuela, sin que los líderes venezolanos se lo hayan propuesto, adquiere un mayor valor estratégico para el gran vecino del Norte.

Cultura popular

La gente, puede tener una creencia colectiva, basada en la percepción. Esta percepción y creencia colectiva, pudiera o no coincidir con los intereses de quienes orientan la sociedad y representan al Estado. Cuando esta creencia generalizada, adquirida mediante la percepción, es reforzada por el oficialismo, gobierno o Estado, todo un país puede correr un gran riesgo. Porque estaría elevando la creencia colectiva a la categoría de Doctrina Nacional, sin que la misma haya tenido el mérito y el blindaje que el análisis objetivo suele otorgar.

En el caso del petróleo de Venezuela, no sólo el vulgo, sino también la élite, entendida en este contexto como el colectivo de profesionales y técnicos, vinculados al quehacer petrolero en lo político, económico, legislativo, ejecutivo, operativo..., coinciden en que “Venezuela tiene mucho petróleo”.

La vida obliga a relativar y evaluar y así llega la necesidad de la comparación a la hora de catalogar y establecer categorías. Y allí pudieran surgir discrepancias entre la autoevaluación y la evaluación universal, que tiene sus rigurosos cánones y parámetros.

A lo largo de la historia petrolera de Venezuela, la referencia al petróleo, era clara y libre de ambigüedad: los crudos convencionales. Y no es porque se desconocía la existencia de la Faja, independientemente de su denominación: “Bituminosa” o “Petrolífera”, sino que, a pesar de su enormidad e importancia, en la Faja, se trata de petróleo no convencional.

En los noventa, como una de las manifestaciones de un Estado débil, a la defensiva, frente la arremetida neoliberal, surgieron afirmaciones novedosas, según las cuales, “las reservas petroleras venezolanas son prácticamente infinitas”. Como quiera que mundialmente, se publican las cifras de las reservas probadas de petróleo, debo admitir que fuera de unas láminas utilizadas en algunas presentaciones de PDVSA en 1994-1998, ninguna fuente seria y confiable, incluye en las reservas probadas de Venezuela a los crudos no convencionales de la Faja . Posiblemente, esto se debe a que analógicamente a la regla aritmética: no se pueden sumar peras con manzanas, lo mismo ocurre entre lo convencional y no convencional en el caso del petróleo. Otra posible interpretación, es que en la medida en que se vaya viabilizando la explotación de los crudos de la Faja, en proyectos específicos y determinados, ésta porción de las inmensas reservas contenidas allí, se sumaría a las reservas probadas venezolanas.

Aquí cabrían casos como el de Sincor, que para obtener un crudo de 32◦ API, mezcla en boca de pozo crudos tipo Zuata con el liviano tipo Mesa de 30◦API, objetivo que ha implicado desembolsos desde 1993 por 4.500 millones de dólares; la perforación de 240 pozos en vez de los 170 pozos originalmente previstos ( más de 40% de margen de error), para obtener 40 mil b/d.

Otro ejemplo sería el de Petrozuata, que contiene reservas probadas de 22 mil millones barriles de la Faja, donde entre 1999-2000 se perforaron 148 pozos para poder producir 120 mil b/d de crudo de 9◦ API, que luego de un proceso de mejoramiento, daría un crudo equivalente de 22◦API. Este proyecto tiene un costo de 3 mil millones de dólares.

En forma similar, el uso de la tecnología “HDH plus” que implicaría una inversión de 2,7000 millones de dólares, más “otros desembolsos que no se puede aún cuantificar”, haría factible la conceptualización de un nuevo desarrollo en la Faja.

El Rol del Estado

De lo anterior se desprende que el Estado venezolano, no puede suscribir la afirmación “amateur” en cuanto a lo “infinito” de las reservas petroleras del país. En vista de la diferencia conceptual entre los convencional y lo no convencional, lo cual implica una sustancial inversión, que es indispensable para poder agregar una fracción de estos recursos a las reservas probadas del país propiamente dicho y debido al modesto aporte en términos de barriles producidos, las reservas probadas de petróleo venezolano son cuantificables y por ende sí son finitas.

Como todos los demás recursos nacionales, los petroleros también son valiosos y por lo tanto, deberían estar sujetas a las normas de planificación de Estado.
Al respecto, el Prof. Jorge Giordani expone:

“Ahora, en los noventa, el esfuerzo que se realiza a partir de PDVSA, hace que sea imprescindible analizar (si la planificación de CORDIPLAN y la planificación de PDVSA), cumplen funciones diferentes.

Por un lado, en el ámbito global, CORDIPLAN, dedicado a la elaboración de la política macroeconómica.

Por el otro lado, PDVSA, orientando un sector esencial y determinante”.
Por otra parte resalta:

“La preponderancia adquirida por el sector petrolero”.
Al respecto afirma:

“1) La ideología de los planificadores de PDVSA
Hablan desde una posición de poder
Se trata de una actividad no cuestionada;
Su validez es inherente a una racionalidad “tecnocrática”.

2) La ideología de los planificadores de CORDIPLAN
La sentimos crecientemente cuestionada o puesta en duda”
Giordani expone los “Tópicos que han comenzado a aparecer en la palestra pública.
Lo gigantesco del plan
Las bases de estimación de la demanda
Los escenarios considerados como futuros posibles
El endeudamiento patrimonial
La justificación misma del plan”

Finalmente, considera que “Surgen conjeturas fundadas sobre:
La coherencia del plan
Sus supuestos y consecuencias
Aparecen contradicciones con hechos de la realidad
Aparece el signo ideológico de los planificadores de PDVSA”. (***)

Posiblemente, toda esta travesura infantil, de afirmar que las reservas son infinitas, tiene sus orígenes en la voracidad característica de la mentalidad consumista, además del “insulto” que pronunció el entonces Ministro saudita de Petróleo, Yamani, en Ciudad México, cuando a mediados de los ochenta incluyó a México, pero excluyó a Venezuela de la muy reducida lista de países con grandes reservas de petróleo.

(***) Jorge A.Giordani C., “Estado, Planificación y Petróleo) Enfoque Petrolero, Mayo 1996, pp. 16-19.

La comparación siempre se hace con respecto a Arabia Saudita, país cuyas reservas probadas se ubican en 270 mil millones de barriles, para concluir erróneamente en que las reservas venezolanas son superiores a las sauditas.

En vista del inevitable ejercicio de la medición, comparación y relatividad, el Estado no puede dejarse confundir en asuntos tan vitales a la hora de hacer decisiones de carácter estratégico, porque si de comparaciones de ventajas comparativas se trata, habría que recordar que Arabia Saudita, para producir 8 millones de b/d, requiere 1.565 pozos, de los cuales sólo 110 pozos producen por bombeo. En el caso venezolano, para producir 2,5 millones de b/d, se precisan 15.584 pozos, de los cuales 14.339 pozos producen por bombeo.

El crudo representativo saudita es 10◦API más liviano que el venezolano.
Estas son realidades elementales, que todo aprendiz de esta materia, constata al inicio de cualquier ejercicio de opciones estratégicas. Los responsables de la economía petrolera del país se percataron de estos hechos desde mediados de los años cuarenta y dejaron suficientes evidencias de su plena comprensión de la verdadera situación (****)

No fue la filantropía la que motivó el diálogo que pioneros venezolanos comprendieron, como visión de Estado, era indispensable iniciar con el Medio Oriente, genéricamente hablando.

Si el resultado de la evaluación de la situación, hubiera conducido a que Venezuela tiene reservas infinitas y que podría obtener los ingresos requeridos, mediante el incremento de la producción cuando el precio baje, no hubiera sido necesario que ilustres venezolanos se trasladaran al Medio Oriente en 1949 para exponer las virtudes de las Leyes de Hidrocarburos, del Trabajo y el Acuerdo 50:50, todos escritos en fina caligrafía árabe y en grandes cantidades para distribuir.

(****) Ver al respecto, José Antonio Mayobre y Enrique Tejera París en Revista “Política” No...., Año...

Inclusive, si por alguna insensatez, las autoridades venezolanas le hubieran solicitado entonces a las concesionarias petroleras, producir profusamente aquí, como si las reservas del país fueran infinitas, las compañías no hubieran podido complacer esa supuesta petición, porque la producción se realiza:

a) en función de realidades de costo-beneficio;
b) según acuerdos contractuales;
c) respondiendo a una demanda que, en lo geográfico, dicta su propia lógica;
d) atendiendo compromisos estratégicos regionales, cuyo descuido genera efectos socio-políticos, a veces devastadores.

El hecho de que ahora es el Estado y no las concesionarias quien toma las decisiones, no implica que éste ignore realidades históricas, la racionalidad económica y mucho menos los límites objetivos de las ventajas comparativas.

(QUIEN CALMA EL GOLFO)?

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MAZHAR AL-SHEREIDAH

Julio 1986

Geopolítica Petrolera

(QUIEN CALMA EL GOLFO)?

Dos países ribereños del Golfo están en guerra desde hace 80 meses. Las bajas humanas suman alrededor de 1.000.000. Las pérdidas materiales y las deudas subsiguientes se calculan en cientos de miles de millones de dólares. Todos y cada uno de los restantes seis países ribereños del Golfo, árabes e integrantes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), han sido alcanzados por la guerra con diferentes intensidades y no sólo con pérdidas materiales, sino con atentados, subversión armada e intentos de magnicidio. Sistemáticamente, los máximos líderes de Irán emiten advertencias y formulan amenazas abiertas contra los países del CCG y regularmente las fuerzas aéreas y navales iraníes atacan tanqueros petroleros y cargueros comerciales de los países del CCG en represalia por ataques iraquíes a objetivos similares de Irán, debido a que éste último país considera que los países del CCG son aliados en menor o mayor grado de Irak.

Desde el siglo XVI, el Golfo ha sido un lago occidental y el petróleo lo convierte en el presente siglo en una zona priori­taria en los cálculos de los estrategas occidentales. El Nazismo en Alemania y el Comunismo en la URSS incrementaron los temores del dominio por parte de una potencia hostil sobre el Golfo y sus riquezas petroleras. El Nacionalismo local fue otro motivo de preocupación para Occidente tal como lo demostró el fenómeno iraní de Mossaddeq o el árabe de Nasser.

Efectivamente, Occidente ha confrontado numerosos retos y dificultades en el Golfo. Pero hasta 1979, ningún país ribereño había deteriorado sus relaciones con EEUU como lo hizo Irán a

raíz de su Revolución Islámica. La toma de la Embajada Norteamericana, el secuestro de sus diplomáticos y la equipara­ción oficial de EEUU con el Gran Satán, constituyen elementos nuevos de suma gravedad que adquieren una dimensión más amenazan­te cuando Teherán anuncia abiertamente sus intenciones de exportar la revolución hacia los países del CCG, quienes en su totalidad son amigos y aliados de EEUU. La seriedad de los anuncios es testimoniada desde entonces con repetidos y crecien­tes intentos desestabilizadores de los regímenes de esos países árabes vecinos de Irán.

En cualquier región del Mundo, Washington hubiera respondi­do de la manera habitual: la intervención militar. No obstante en el caso de Irán, esa práctica no se ha producido pese a todo lo anterior y pese a que formalmente existen desde 1948, Doctrinas de los sucesivos Presidentes Estadounidenses, según las cuales el Golfo es señalado invariablemente como un área vital para los intereses de EEUU y sus aliados.

Las repetidas amenazas de Teherán de bloquear el Estrecho de Hormuz y el nexo iraní con milicianos en el Líbano responsables de secuestrar ciudadanos norteamericanos, lejos de provocar una respuesta contundente en Washington: "matar la ser­piente por la cabeza", condujeron a una determinación al más alto nivel y en secreto de convertir al amenazante reptil en mascota. Irán recibió cuantiosas y sofisticadas armas de EEUU y sus aliados. La posición hostil de Irán frente a la URSS y al comunismo sirvió, posiblemente, como garantía de que esos recursos bélicos consolidarían un régimen con las características señaladas. Israel jugó un papel de primer orden en todo lo anterior.

A comienzos de los años setenta, una ola nacionalista árabe que expresaba intenciones hostiles contra Occidente y amenazaba con efectuar acciones en torno a Hormuz, provocó declaraciones de, entre otros, Nixon, Ford, Kiessinger, Simón Schlessinger. Hormuz fue rebautizado como la "yugular de Occidente". Los exponentes árabes de dichas amenazas fueron rápida y sistemáticamente aplastados y sacados de raíz.

La actual ola "fundamentalista islámica" iraní lleva nueve años de acciones concretas. Si son efectivamente contra Occiden­te, por qué entonces los premios? Si no son contra Occidente, estaríamos 1) ante una demagogia, lo cual sería problema interno de Irán, y 2) ante una situación que obliga a los países del CCG, aliados de EEUU, a tomar iniciativas en procura de la autodefensa

por la supervivencia.

Curiosamente, hay indicios de que la URSS está más preocupada por la seguridad de los países del CCG y la estabili­dad de la región que la propia Washington. Estos países, amenaza­dos por Irán y perplejos ante la indiferencia e incoherencia de EEUU, están estableciendo una serie de relaciones con Moscú es­tructurada sobre bases de interés común.

El dominio norteamericano exclusivo del Golfo, que duró casi medio siglo, se está perdiendo, porque Moscú: 1) respondió positivamente vendiéndoles armas a los países del CCG que Washington les había negado, 2) aceptó primero darle protección a tanqueros de Kuwait, 3) tomó iniciativas diplomáticas para dete­ner la guerra a nivel del Consejo de Seguridad de la ONU, y 4) porque Moscú no vende armas con las cuales Irán podría amenazar a los países del CCG.

Se trata de un cambio radical en una de las zonas más sensibles del mundo. Las consecuencias están aún por verse. Pero a corto plazo es difícil ver cómo Washington puede retomar en el Golfo la iniciativa que actualmente está en manos de Moscú. Y lo que es más difícil: cómo devolverle al Golfo su "pureza occidental"? ya que los delfines que allí se movilizan son ahora bicolores.

Desde hace nueve años, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrain, Arabia Saudita, Kuwait e Irak, han tenido que convivir en el GOLFO con un Irán diferente. Para ellos la diferencia está en la determinación de Teherán de exportar la Revolución Islámica, el modelo iraní, a los países mencionados, mediante una especie de "Cruzada Meseánica".

Ese ideal y propósito persisten en Irán, fortalecidos, mistificados y "justificados" por una guerra de ocho años con Irak y debido a la convicción popular de que el Imám es infalible y no puede retroceder o retractarse.

Lo anterior, implica que todos en el GOLFO sienten, en mayor o menor grado, el predominio del factor político en sus respectivas vidas nacionales individuales, además de una creciente percepción de amenaza y vulnerabilidad generalizada por parte de los países árabes que integran la costa occidental del Golfo. La negativa iraní, de aceptar la Res. 598 del Consejo de Seguridad de la ONU por una parte y la extensión de sus acciones bélicas contra Kuwait y Arabia Saudita, por otra permite pensar en una escalada militar que convierte la ya "habitual guerra Irán-Irak" en un Conflicto Árabe Persa que vendría a complicar el tradicional Conflicto Árabe Israelí.

Los factores políticos por su parte se están complicando por varias razones. La URSS que había alcanzado avances significativos con respecto a EE.UU. al presentarse como "garante" de la navegación en el Golfo y "protector" de Kuwait, exhibe malestar por lo que considera una excesiva presencia militar norteamericana y de algunos de sus aliados de la OTAN en el Golfo. Los limitados enfrentamientos entre EE.UU. e Irán molesta visiblemente a Moscú y está conduciendo a cierto acercamiento táctico de ésa a Teherán.

Ello por su parte causa una profunda molestia en el lado árabe del Golfo que juzga la posición soviética como oportunista lo cual facilita la tarea de Washington y sus simpatizantes

locales para concederle a EE.UU. bases militares permanentes en países árabes del Golfo.

No obstante, lejos de estar satisfechos con la presencia y "protección a la navegación" norteamericana, varios voceros árabes en el Golfo consideran que Irán ha ido muy lejos en sus agresiones (especialmente contra Kuwait) y el minado del Golfo, sin recibir de Washington una respuesta apropiada, convincente, contundente. La confianza en la sinceridad estadounidense es, por lo tanto, limitada especialmente cuando se sabe que en el Congreso, el lobby israelí está circulando un informe sobre el "alto costo" de la presencia naval norteamericana en el Golfo.

Un afianzamiento del rol estadounidense en los países del CCG como protector con bases permanentes tendría efectos estratégicos regionales e internacionales. Afectaría además la esfera petrolera disminuyendo la autonomía de las decisiones en ese campo.

Washington está haciendo lo posible por lograr bases en el CCG, mantener en su mínima expresión su oposición a Irán y alejar a la URSS del Golfo. Esta política encuentra la resistencia de Moscú que propone sustituir la presencia naval propia y de la OTAN por fuerzas de la ONU en la cual participarían la URSS, EE.UU., Francia e Inglaterra. La fórmula tiene algunos adeptos árabes y posiblemente sea aceptada por Irán.

POSICIONES DE IRAN Y ARABIA SAUDITA DENTRO DE LA OPEP: 1960-1987

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POSICIONES DE IRAN Y ARABIA SAUDITA DENTRO DE LA OPEP: 1960-1987

Período 1960-1966.

En 1960, Venezuela es el principal exportador de petróleo del mundo, siendo su mercado principal el del hemisferio occidental. En esta época, los países del Medio Oriente ya son productores importantes de petróleo. Pero existen diferencias fundamentales en estas dos a’reas de producción petrolera en cuanto a re’gimen impositivo, organización sindical, número de empresas concesionarias, etc. A las compañías petroleras no les conviene una interconexión entre estos dos centros petroleros.

En este año, las compañías independientes, ante un exceso de producción, comienzan a vender crudos en el mercado internacional a precios inferiores. Esto hace que las compañías transnacionales bajen los precios cotizados causando disminución de los ingresos en los países productores.

Este hecho hace que el Ministro de petróleo de Venezuela, Pe’rez Alfonso, se reúna con su homo’nimo de Arabia Saudita Abdullah Tariki en el Cairo y le proponga establecer un entendimiento entre los países productores; para lo cual en setiembre de 1960, se reúnen en Bagdag los Ministros de Kuwait, Arabia Saudita, Venezuela, Ira’n e Iraq. En esta reunión nace la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

En esta primera reunión, Arabia Saudita y Venezuela mantienen una posición más agresiva, siendo partidarias de la creación de un organismo permanente y del establecimiento de una programación de la producción para evitar la caída de los precios. Por su parte, Irán e Iraq se muestran partidarios de un organismo de cara’cter consultivo y opuestos a la programación de producción. Finalmente Irán cambia de posición y propone un nombre y un proyecto de los estatutos de lo que sería la Organización [3].

1961 se puede calificar como un año de organización de la OPEP. En e’l, Venezuela y Arabia Saudita se mantienen partidarios de la programación de la producción. Mientras que los otros países, liderizados por Irán, se oponen a tal programación [4].

En el año 1962, durante la cuarta conferencia, Arabia Saudita cambia drásticamente su posición con la aparición de su nuevo Ministro de Petróleo Ahmed Zaki Yamani, el cual muestra una tendencia más amistosa hacia occidente, especialmente hacia Estados Unidos. A partir de este momento,

Arabia Saudita no será partidaria de prorratear la producción [5]. Iran y Venezuela mantienen sus posiciones anteriores. En esta conferencia aparece un punto de discordia, ya que Iraq no asiste a la reunión debido a problemas limítrofes con Kuwait. En esta reunión se propone iniciar conversaciones con las compañías para igualar el re’gimen impositivo de todos los países miembros de la Organización [5]. Las compañías se rehúsan a negociar con la OPEP como un todo, pero aceptan mantener negociaciones con Ira’n y Arabia Saudita directamente.

Durante los años 63 y 64 (Conferencias #5 a #7) el tema principal de las conferencias son las negociaciones acerca de la igualación de los impuestos en los países productores. En este peri’odo Iraq y Venezuela son partidarios de tomar posiciones unilaterales respecto a las compañías. Irán y Arabia Saudita se pronuncian por continuar conversaciones con las concesionarias hasta tener acuerdos definitivos [6].

A finales de 1964 (reunión #7), Venezuela e Indonesia solicitan sacar de agenda el tema de los royaltíes. Irán, Kuwait, Libia, Arabia Saudita y Qatar aceptan, ya que opinan que las ofertas finales de las compañías cumplen con los requerimientos mi’nimos. La conferencia resuelve eliminar de agenda este punto a pesar de la oposición de Iraq [7].

A partir de este momento, el impuesto en todos los países productores se pagara’ en base a los precios cotizados. De esta forma, los países productores mejoran su participación fiscal.

A mediados de 1965 (Conferencia #9) se plantea por primera vez un plan de aumento controlado de la producción de la Organización, en el cual se establece que el aumento de la producción debe estar de acuerdo con los incrementos estimados de la demanda mundial. Venezuela es el promotor de esta idea, la cual es apoyada por Irán, mientras que Arabia Saudita y Libia se muestran completamente en desacuerdo. A pesar de estas diferencias, la conferencia adopta el plan de producción como medida transitoria [8]. Ante esta situación las compañías presionan a Arabia Saudita, Irán y Libia para que aumenten su producción en una cantidad superior a la asignada. Irán no acepta, mientras que los otros dos países acceden a las demandas de las compañías. Esto lleva a que el programa de producción de la OPEP sea una falla total [9].

En 1966 (Conferencia #11), al revisar los aumentos de las producciones de los distintos países miembros, se observa que Kuwait, Iraq e Irán, han tenido un aumento de su producción inferior al establecido en el plan de la producción de la OPEP, mientras que Arabia Saudita y Libia experimentan un incremento de su producción mayor al fijado [9].

Período 1967-1973

En junio de 1967 estalla la llamada guerra de los seis di’as entre Israel y los países árabes. En esta guerra es la primera vez que el petróleo se usa como arma.

Los países árabes de la OPEP deciden parar completamente sus exportaciones de petróleo, pocos días después resuelven que el embargo so’lo se aplicara’ a EEUU y Gran Bretaña. Arabia Saudita había levantado el embargo a fines de junio y en julio es seguida por los otros países [10].

Como consecuencia de esta guerra se cierra el Canal de Suez, por lo que el petróleo de los países del Golfo tiene que ser exportado a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que aumenta el costo del transporte del crudo [11]. Mientras duro’el embargo, Venezuela e Irán aumentaron su producción para satisfacer la demanda de crudo de Occidente. Como consecuencia de esta situación, el valor de Irán dentro del Golfo se hace más importante ya que este país sigue suministrando petróleo a Israel y a Occidente. Irán es el país que Occidente selecciona para ser el guardián de la zona A fines de 1967 la producción de Irán había aumentado en un 22,1% respecto al año anterior [12].

El transporte de petróleo a través del Cabo de Buena Esperanza aumenta el precio de venta de los crudos de la zona del Golfo y hace que los crudos del Mediterráneo sean favorecidos. Esto hace que Libia e Iraq demanden un reajuste de los precios cotizados de sus crudos, ya que sus crudos son vendidos por las compañías en el mercado internacional al mismo precio que el petróleo del Golfo sin darle un porcentaje de esta ganancia a los países productores. La OPEP apoya la posición de estos dos miembros y decide que sus precios deben reajustarse, tomando en cuenta las tarifas de los tanqueros en aquel momento [14,15].

En 1968, a través de la Declaración de Poli’tica General efectuada en el mes de junio, la OPEP fija por primera vez una clara línea de acción. En esta declaración se definen los objetivos que deben perseguir los países miembros en cuanto a su industria petrolera. Entre los aspectos más importantes figuran:

-Los precios deben ser fijados por los países productores.

-Los países productores deben desarrollar y explotar sus

propios recursos.

-Se debe perseguir el aumento de la participación de los

Gobiernos productores en las concesiones petroleras [14].

En 1969 comienza una tendencia dentro de la Organización que tiene por finalidad aumentar los precios del petróleo. Este año tiene lugar en Libia una revolución la cual termina con el paraíso petrolero que era este país para las compañías. Por otra parte, el presidente Nixon declara este mismo año que los precios bajos del petróleo impiden efectuar fuertes inversiones en el a’rea de la energía [16].

En 1970, Argelia nacionaliza seis compañías extranjeras. Este país y Libia logran aumentar los precios de sus crudos. Libia logra el aumento de sus precios por disminución de su producción mientras que Argelia lo consigue a través de posiciones unilaterales. Hacia fines de este año existe en los países productores un ambiente que tiende al aumento de los precios del crudo y al incremento del porcentaje del impuesto sobre la renta que deben pagar las compañías. De esta forma Libia logra un aumento del precio de 30 centavos de do’lar por barril y un incremento de 5 % en los impuestos que deben pagar las compañías petroleras. Irán con sigue un aumento de 9 centavos de do’lar por barril y un ascenso del 5% en la tasa impositiva. Venezuela por su parte incrementa el porcentaje de impuesto sobre la Renta a 60% [17].

Finalmente en el mes de diciembre, en su reunión de Caraballeda, la OPEP decide fijar el porcentaje de impuestos en todos los países en un mi’nimo de 55% y se aumentan los precios del petróleo de acuerdo a la calidad de los mismos. Se nombra un Comité integrado por Irán, Iraq y Arabia Saudita para que negocien estas disposiciones con las compañías [17]. A partir de este momento, la OPEP se convierte en el malo de la película.

En 1971, tienen lugar los acuerdos de Teherán y Trípoli, los cuales llevan a un aumento de los precios del petróleo. En el acuerdo de Teherán intervienen Arabia Saudita, Kuwait e Irán. Las compañías deseaban en un principio negociar con la OPEP en bloque, pero son aconsejados por Irán de que efectúen negociaciones por separado entre los países del Golfo y los del Mediterráneo. Es por esta razón que hay dos acuerdos: el de Teherán y el de Trípoli.

En el acuerdo de Teherán Irán actúa como líder del grupo y Arabia Saudita desempeña un papel pasivo. Finalmente el acuerdo es firmado el 14 de febrero de 1971. A través del mismo se logro’ un aumento de 35 centavos de $/bbl y un incremento del precio del 2,5% interanual para compensar la inflación. Las compañías también aceptaron un aumento del 5% en los impuestos sobre la Renta. Pero estos países renunciaron a la cláusula de nación más favorecida y accedieron a no dar apoyo a los países que demandaran mayores precios, lo que representa una gran pe’rdida para la OPEP [18].

El acuerdo de Trípoli se firmo’ el 2 de abril de 1971. A través del mismo, los países del Mediterráneo obtuvieron un aumento de 89.7 centavos de do’lar por barril, lo que representa una ganancia de 33,2 centavos de do’lar por barril en comparación al precio que hubieran tenido de aplicarse el acuerdo de Teherán a estos crudos. El acuerdo de Trípoli se ha considerado como el primer gran triunfo de la OPEP [19].

Arabia Saudita, este año, introduce en la OPEP la idea de participación; para lo cual propone una participación inicial de 20% y un incremento gradual de la misma para llegar a un 51% de participación en 12 años. Los Emiratos Árabes y Kuwait esta’n de acuerdo con los sauditas. Irán, Iraq, Nigeria y Libia consideran que el 20% inicial es muy bajo.

En la conferencia # 25 todos los países esta’n de acuerdo en estudiar cual es la mejor forma de participación y al mismo tiempo deciden que es necesario tomar medidas que contrarresten los efectos que tiene la devaluación del dólar sobre las economías de los países exportadores [20].

En 1972, los seis países del Golfo celebran el acuerdo de Ginebra I, en el cual se decide aumentar los precios del crudo en 8,4% para compensar el precio de este producto por la devaluación sufrida por el do’lar.

Arabia Saudita continúa manifestándose en contra de la nacionalización, ya que para ellos e’sta podría tener repercusiones violentas sobre la industria petrolera internacional. En un principio, Irán y Arabia Saudita esta’n negociando conjuntamente con las compañías, cuál es la forma de participación a seguir en los países del Golfo: pero momentos antes de la Conferencia #29 el Sha de Ira’n declara: que su país ha seguido negociaciones secretas con las compañías y ha decidido que su país respetara’ el acuerdo que existe con el consorcio y que aumentara’ su producción hasta 8 MMBD [21]. Finalmente se firma un acuerdo de participación entre Arabia Saudita y las compañías, en el cual se establece como base inicial el 25% de participación y que e’sta se aumentara’ a un 51% en 10 años. Este acuerdo entrara’ en vigencia en enero de 1973 [22].

En 1973, la OPEP observa que los precios del acuerdo de Teherán y de

Trípoli no reflejan el precio promedio del mercado, por lo que proponen una revisión de estos acuerdos. Arabia Saudita e Irán se oponen a esta revisión, hasta que finalmente en el mes de septiembre esta’n de acuerdo con la misma. Se efectúa una reunión con las compañías en Viena, y los países de la OPEP proponen un precio de 6 $/bbl. Las compañías no aceptan esta propuesta.

A principios del mes de octubre de este año, estalla la guerra del Yom Kipur entre Israel y los países a’rabes. El 16 de octubre, los países del Golfo liderizados por Arabia Saudita e Irán deciden un aumento unilateral del precio del petróleo de un 70% [23]. El 17 de octubre se realiza una conferencia de la OPAEP y Sadat demanda un embargo petrolero contra EEUU si este país no retira su apoyo a Israel. Arabia Saudita recomienda dar una u’ltima advertencia a Estados Unidos antes de proceder al embargo [23]. Finalmente se declara el embargo contra EEUU. Los países a’rabes deciden cortar su producción en un 5% respecto al mes de septiembre y reducir progresivamente en un 5% mensual su producción, hasta que las fuerzas israelíes se retiren del territorio ocupado en 1967 [23]. Irán no participa del embargo y en este peri’odo su producción supera los 5 MMBD.

En el mes de diciembre de 1973 se efectúa una reunión en Teherán, en la cual la OPEP decide aumentar el precio del crudo marcador en un 140 % [24]. Arabia Saudita no quiere precios superiores a los 7 $/bbl, su posición es una posición a largo plazo, ya que los sauditas piensan que los precios bajos a largo plazo favorecen a los países de la OPEP que poseen grandes reservas de petróleo relativamente barato. Arabia Saudita es visto como un traidor dentro de la OPEP Irán se declara en favor de los precios altos, desea precios por encima de los 13 $/bbl.

A través de los precios altos, la OPEP financia el desarrollo de las a’reas no OPEP.

Período 1974-1979.

El 13 de febrero de 1974, se reunieron en Washington representantes de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Noruega, Francia, Alemania Occidental, Dinamarca, Italia, Irlanda, Bélgica, Japón, Holanda y Luxemburgo con el objeto de discutir los te’rminos de cooperación en el campo energético a corto y largo plazo [25]. Francia tuvo diferencias con Estados Unidos, e indico’ que prefería promover un grupo de cooperación multinacional, en lugar de un frente que provocaría una confrontación entre los países productores y los consumidores. Finalmente Francia sale del acuerdo. El resto de los países denominado el grupo de los doce, crea la semilla que dará origen a la Agencia Internacional de Energía.

Ante la noticia de la creación del frente unido de consumidores, el Ministro de Arabia Saudita declara: ”Si lo que quieren es guerra, entonces tendrán guerra” [26]. En el mes de marzo de este año, los restantes países a’rabes del Golfo, levantan el embargo petrolero que existía contra Estados Unidos [27].

En la conferencia de Quito de junio de 1974, Arabia Saudita propone contrarrestar las acciones del frente de consumidores por medio de una subasta del crudo para alcanzar precios reales del mercado, a lo cual se oponen Irán, Iraq, Kuwait, los Emiratos Árabes y Qatar, ante el temor de una caída de los precios. En esta conferencia no se toman decisiones al respecto.

En la conferencia #41 (Viena, septiembre 1974), los países miembros deciden que para compensar el efecto de la inflación sobre sus economías, se deben aumentar los ingresos de sus gobiernos en un 3,5%, por la vía de impuestos y royaltíes sin incrementar los precios [28]. Por otra parte, en diciembre de este mismo año, se adopta como precio de referencia del crudo marcador un valor de 10,12 $/bbl. El 18 de noviembre de 1974, entra oficialmente en acción, la Agencia Internacional de Energía. Esta quedo’ compuesta por el grupo de los doce más Turquía, España, Austria y Suecia [29].

Para mediados de 1975, los precios del petróleo se mantienen congelados y los países productores comienzan a sentir la pe’rdida de su poder adquisitivo por la depreciación del do’lar. Para esta misma fecha, es reabierto el Canal de Suez, el cual había permanecido cerrado desde 1967. En la conferencia #44 realizada en Gabón, Arabia Saudita es el u’nico de los miembros que se manifiesta partidario de la congelación de precios hasta 1976. Los otros países proponen incrementos que permitan compensar la devaluación del dólar. Finalmente la conferencia decide

congelar los precios de los crudos hasta septiembre de 1975 y efectuar ajustes graduales a partir del 1 de octubre.

La posición Saudita se puede atribuir a que este país había firmado un acuerdo ”especial” con el Gobierno de EEUU en el cual los sauditas tratarían de mantener la congelación de precios. A tal respecto, el Ministro saudita declara el 23 de septiembre de 1974: ”Los precios del petróleo han alcanzado un nivel suficiente y ahora deben ser congelados hasta septiembre de 1976” [30]. No obstante la posición de Arabia Saudita, en la conferencia #45 se aprueba un incremento del 10% del precio del barril de petróleo para llevarlo a 11,51 $/bbl. Este aumento había sido propuesto por Venezuela, Argelia y Kuwait, quienes se mostraban partidarios de un incremento conservador. Otros países liderizados por Irán, se manifestaban partidarios de un incremento mayor para compensar la depreciación del dólar [31]. En este mismo mes, la AIE anuncia que sus inventarios de petróleo serán aumentados de 60 a 70 di’as a partir de enero de 1976 [25].

En diciembre de 1976, durante la conferencia #48 celebrada en Qatar, ocurre la primera división dentro del sistema de precios de la OPEP. Arabia Saudita y los Emiratos Árabes incrementan en un 10% hasta julio de 1977 y un 5% adicional a partir de esta fecha [32]. Esto crea dos grupos antagónicos dentro de la OPEP. Por un lado Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, y por el otro, el resto de la OPEP liderizados por Argelia, Irán e Iraq.

En la conferencia de prensa #5-77 del departamento de información de la OPEP, se anuncia que Argelia, Ecuador, Gabón, Indonesia, Irán, Kuwait, Nigeria, Qatar y Venezuela han resuelto aplicar el 5% adicional de aumento de los precios a partir de julio de 1977 [33].

En diciembre de 1977, los países de la OPEP se reúnen en Caraballeda para discutir el aumento de los precios sin llegar a una conclusión al respecto, debido a las diferentes posiciones de sus miembros. Arabia Saudita mantiene su posición inicial, mientras que Iraq y Venezuela solicitan un aumento de precios. En esta reunión, Irán se declara sorpresivamente partidario de la congelación de los precios [34].

En diciembre de 1978, durante la reunión de Abu Dhabi, Arabia Saudita propone un 5% de aumento al ver imposible la congelación de los precios del crudo. Argelia, Libia, Irán e Iraq son partidarios de un aumento sustancial de los precios. Finalmente Arabia Saudita se muestra partidaria de un aumento del 10%, el cual es aprobado definitivamente por la conferencia [35].

Durante 1979, la situación poli’tica en Ira’n y la inminente caída del Sha, trastorna el sistema de precios mundiales de petróleo. En este año, los

precios del mercado spot esta’n por encima de los precios oficiales de la OPEP (aprox. 20 $/bbl vs. 13,3 $/bbl en la OPEP) [36]. En la conferencia #54 Arabia Saudita reconoce que es necesario reajustar los precios del petróleo, pero se opone a que e’stos lleguen a un nivel de 20 $/bbl. Los demás países se muestran partidarios de una sinceración de los precios oficiales con los del mercado spot. Finalmente la conferencia aprueba un nuevo precio del crudo marcador en 18 $/bbl [37].

En diciembre de 1979, durante la conferencia de Caracas, Arabia Saudita propone un aumento de 1 $/bbl ante lo cual Irán exige que el incremento sea de 7 $/bbl. Esta situación crea dos frentes claramente opuestos, uno liderizado por Arabia Saudita y otro por Irán. La conferencia no llega a ningún acuerdo en materia de precios [38].

Período 1980-1985.

A principios de 1980, Libia unilateralmente incrementa el precio de sus crudos en 4 $/bbl, lo que aumenta el diferencial de precios de los crudos de la Organización a un nivel de 11,5 $/bbl; mientras que en el año anterior este diferencial era de 2 $/bbl. Para contrarrestar esta diferencia entre los precios, Arabia Saudita sube en 2 $/bbl el precio de su crudo marcador. Los otros miembros hacen lo mismo, por lo que se mantiene el diferencial mencionado anteriormente [39].

En la conferencia #57, la OPEP decide limitar el diferencial de los precios de sus crudos a un máximo de 5 $/bbl. En esta reunión se toma por primera vez un crudo hipotético como crudo marcador, cuyo valor máximo se establece en 32 $/bbl [40].

En septiembre de 1980, estalla la guerra entre Iraq e Irán. Esta situación es ventajosa para Estados Unidos, quien en esta guerra ve una forma de neutralizar a sus dos enemigos del área, lo cual se traduce en mayor seguridad para los protegidos de este país en la zona. Por su parte, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes sacan beneficios de que Iraq efectué el trabajo sucio en frenar la expansión de la revolución iraní hacia el resto de los países del Golfo [41].

En la conferencia #58, nuevamente el crudo marcador es el a’rabe ligero y su precio se fija en 30 $/bbl. En esta reunión, Iraq, Libia, Argelia y los Emiratos Árabes acuerdan reducir su producción en 10% para fortalecer los precios de sus crudos [42].

En el primer trimestre de 1981, el mercado internacional se encuentra inundado de petróleo. Este exceso de oferta es ocasionado por una parte, por la disminución de la demanda debido a las políticas de conservación y sustitución de crudo, implementadas por la AIE; y por otro lado, por la sobreproducción de Arabia Saudita que persigue forzar a los otros miembros de la OPEP a bajar los precios. En las conferencias realizadas este año, Arabia Saudita reiteradamente expresa que no bajara’ su producción a menos que se disminuyan los precios. Los países africanos de la OPEP, conjuntamente con Venezuela deciden cortar su producción para mantener los precios oficiales en los niveles actuales. Iraq e Irán violan esta resolución por su condición de países en guerra.

La disminución de la producción de los otros miembros de la OPEP no es suficiente para compensar el exceso de la producción Saudita, por lo que finalmente la OPEP debe acceder a la petición del Ministro Yamani de bajar los precios, y fijarlos al nivel de 34 $/bbl propuesto por su país [43].

Cabe destacar que durante todo el año 1981, el precio del crudo OPEP es superior a su valor netback, calculado a partir de los precios de los productos en el mercado de Rotterdam.

En febrero de 1982, los precios del crudo caen 3,50 $/bbl por debajo de los precios oficiales. Irán anuncia que bajara’ los precios de sus crudos para vender la mayor cantidad posible y para ser competitivo en el mercado, lo reduce en 4 $/bbl [44].

Esta situación lleva a Arabia Saudita a estar por primera vez de acuerdo en establecer cuotas de producción. De esta forma, en marzo, la OPEP decide fijar un techo de producción de 18 MMBD y mantener sus precios en 34 $/bbl [44]. En la conferencia celebrada en Quito en mayo de 1982, Irán propone una reducción más agresiva de la producción global de la Organización y que a la hora de fijar cuotas se tome en cuenta la población. Este país exige una cuota que oscile entre 3 y 3,2 MMBD. En este peri’odo Arabia Saudita anuncia que desempeñara’ el papel de productor de equilibrio [44].

En 1983, persiste en el mercado la tendencia a bajar los precios a pesar de los techos de producción impuestos por la OPEP. Los países de la OPEP reunidos en Londres, en marzo de 1983 (conferencia #67), deciden bajar el precio del crudo marcador a 29 $/bbl y fijar un techo de producción de 17,5 MMBD [45]. En esta reunión, Irán esta’ de acuerdo con los límites de producción establecidos, pero no con la reducción de los precios. Arabia Saudita logra nuevamente una victoria llevando los precios a los niveles por ella deseados.

En los meses siguientes continúan existiendo dudas de cuál es la mejor política a seguir: reducción de precios para recuperar mercados o reducción de producción para recuperar precios. Arabia Saudita es partidaria de la recuperación de mercados, mientras que Irán se manifiesta en favor de la reducción de la producción aduciendo que la disminución de precios sólo ha beneficiado a los países industrializados.

Finalmente, en diciembre de este año, la OPEP ratifica las resoluciones tomadas en la conferencia #67 en Londres.

En febrero de 1984, comienza la guerra de tanqueros en el Golfo, por lo que Irán ofrece sustanciales descuentos a sus compradores, para asegurar sus exportaciones. Este hecho, unido al incremento de producción Saudita para pagar unos aviones adquiridos por su línea aérea, pone en peligro el precio actual del crudo [46]. En esta e’poca, el sistema financiero mundial y las compañías petroleras transnacionales se declaran partidarias de mantener el nivel de precios de los crudos para recuperar sus inversiones.

En la conferencia #71, celebrada en octubre de este año, Arabia Saudita cambia de posición sorpresivamente y se manifiesta partidaria de una reducción de la producción para mantener precios a los niveles actuales. La Asamblea decide fijar un tope de producción de 16 MMBD para mantener el nivel de precios [47].

En 1985, continúan las presiones sobre los precios del crudo, para que éstos disminuyan. Arabia Saudita retorna a su poli’tica de bajar precios para recuperar mercados, a lo cual se oponen Irán, Argelia, Libia, Qatar, Nigeria y Abu Dhabi. Ante la pe’rdida de mercados, la OPEP se ve forzada a bajar nuevamente sus precios. Todo esto lleva a que en diciembre de este año, la Organización decida abandonar la política de sostenimiento de precios a través del control de la producción y la sustituya por otra estrategia, la cual tiene como objeto restaurar la participación de la OPEP en el mercado, independientemente de los niveles de precios. Comienza la guerra de precios [48].

Período 1986-1987.

El año 1986 se caracteriza por largas discusiones para lograr acuerdos en la producción. Los productores no OPEP habían logrado llegar a 28.6 MMBD, es decir, 8.6 millones de barriles más que en 1980 [49]. En la reunión #76, celebrada en Ginebra, en marzo de 1986, Arabia Saudita declara que la caída de los precios se debe principalmente a la indisciplina de los miembros de la OPEP para mantener sus cuotas, adema’s de la producción de los países no OPEP y participa que no aceptara’ reducciones de producción si todos los países miembros no cumplen sus cuotas. Irán por su parte, se declara partidario de una regulación de la producción en defensa de los precios [50].

En las conferencias #75 (marzo) y #76 (abril), no se llega a acuerdos sobre la regulación de la producción, pero finalmente en la reunión #77, del 26 de junio en Brioni, la mayoría de los países aceptan un techo de 17.6 MMBD [51], lo cual significa una gran victoria para la posición saudita. En esta conferencia, los países miembros no logran ponerse de acuerdo sobre las cuotas individuales.

Para la conferencia #78, de mediados de año, Irán insiste en un techo de producción de 16 MMBD, proposición que finalmente es aceptada por todos los países miembros, a excepción de Iraq [52].

En la siguiente conferencia, realizada en octubre, doce de los trece países aceptan disminuir la producción a 15 MMBD para los meses de noviembre y diciembre, lo cual fortalecería los precios entre 17 y 19 $/bbl. Esta decisión represento’ una nueva victoria de Irán [53].

Inmediatamente después de la conferencia #79, es destituido Yamani. El nuevo Ministro, Hisham Nazer, declara que el precio de los crudos no debe bajar de 18 $/bbl, para lo cual deben efectuarse los ajustes necesarios. Esto representa un cambio fundamental en la posición de Arabia Saudita desde que Yamani había asumido el cargo [54].

Hisham Nazer convoca a una conferencia extraordinaria, la cual se celebra en Ginebra entre el 11 y el 20 de diciembre de 1986. En esta reunión se fija el precio del crudo en 18 $/bbl [55] y se toma como crudo marcador una cesta de crudos representativos de varios países. Se limita el techo de producción a 15.8 MMBD y se establecen cuotas individuales. Iraq no acepta su cuota y anuncia que producirá’ a su máxima capacidad y que so’lo aceptara’ una cuota similar a la de Irán [56].

En 1987, los esfuerzos de la OPEP esta’n concentrados en mantener el nivel de precios en 18 $/bbl, establecido en diciembre de 1986. En la conferencia #81, celebrada en junio de este año, Irán es partidario de fijar la producción global de la Organización durante el cuarto trimestre en 16.6 MMBD y de subir los precios a 20 $/bbl para compensar los efectos de la devaluación del do’lar. Por otra parte, Arabia Saudita desea una producción global de 18.3 MMBD en el cuarto trimestre de este año y un precio de 18 $/bbl [57]. Después de examinar las proyecciones de la oferta y de la demanda de petróleo para el segundo semestre de 1987, la conferencia decide fijar un techo global de producción de 16.6 MMBD y mantiene el precio en 18 $/bbl [58].

Después de esta reunión, la mayoría de los miembros producen por encima de sus cuotas y ofrecen descuentos sobre los precios oficiales de sus crudos.

Para diciembre de 1987, en el mercado internacional hay una sobreoferta de petróleo, el cual en su mayor parte se esta’ vendiendo de 1 a 3 $ por debajo de los precios oficiales de la OPEP [59].

En estas circunstancias, la OPEP celebra su reunión #82 en Viena. En ella Irán nuevamente demanda precios mayores y Arabia Saudita se muestra partidaria de mantener el mismo en 18 $/bbl [60]. Finalmente la conferencia decide fijar el tope de su producción para el primer semestre de 1988 en 15.06 MMBD sin incluir a Iraq y mantener el precio durante este tiempo en 18 $/bbl [61].

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