El Globo

Tal declaración, específica y técnicamente razonada, la dio a El Globo el especialista Mazhar Al-Shereídah.

"Un amigo cumanés utiliza una especie de proverbio que di­ce: si nos vamos a morir, vamos enfermándonos", repite Al-Shereidah. conviniendo con ello, cíe plano, que tal incremento de pre­cio determina un flujo inflaciona­rio inevirabie.

Frecuentemente se hacen comparaciones entre el precio de la gasolina -en Venezuela y en paí­ses altamente desarrollados, co­mo para demostrar cuan regalado paga el Venezolano el precio de su gasolina.

Le parece que ese tipo de jui­cio, dé comparaciones, es tanto insensible como irrespetuoso ha­cia el intelecto del hombre co­mún venezolano. "Porque com­para lo incomparable".

''Digo esto, porque aquí lo que gana un coronel, con 26 años de .servicio, es inferior a lo que ga­na una vendedora novata londi­nense, de 18 años de edad.

Quizás podemos decir que el obrero peor pagado en Italia, ga­na más que un senador o un mi­nistro Venezolano. Por lo tanto, para comparar los precios de la gasolina de aquí y efe allá, prime­ro se tendrían que tomar en cuen­ta las diferencias abismales en los niveles de ingreso, pasando por los índices de inflación, que mientras aquí .son del 40 por cien­to, allá no pasan del 8 por ciento".

Se debe considerar también, advierte, que mientras ellos, los países desarrollados, no conocen prácticamente el fenómeno de la devaluación, nosotros ya hemos sufrido una devaluación superior a un millón por ciento desde el viernes negro.