VENEZUELA CUOTAS Y OPEP

VENEZUELA CUOTAS Y OPEP

Mazhar Al-Shereidah 1997


Cada generación de hombres vive su realidad y va conformando creencias, referencias, valores...y construye a partir de allí visiones y perspectivas tanto individuales como colectivas, nacionales.


La observación permite decir que la relación del hombre con el petróleo en Venezuela, es particularmente estrecha e histórica. Además, se constata la presencia de ciertos mitos populares en torno al petróleo en forma de refranes como: “ Aquí hay petróleo como monte”, “En Venezuela hay petróleo para rato”. Pero lo mas llamativo de la observación empírica, es que aquí, cualquiera se siente una autoridad para orientar con precisión el tipo y la intensidad de las acciones que se deben tomar en materia de política petrolera, cuestión esta que no se observa en materia fiscal, monetaria y mucho menos en el campo de la farmacología, medicina, derecho administrativo, mercantil o en el terreno de la ingeniería química o electrónica...


Todo lo anterior convierte al petróleo en Venezuela en un tema tan popular, en torno al cual su puede crear una matriz de opinión para ir hacia objetivos determinados dentro de los cuales el petróleo pueda ser un simple pretexto o a lo sumo uno de esos objetivos, mientras que la meta esencial abarca un modelo económico y hasta la relación Estado-Economía. Y como quiera que la matriz de opinión llega a través de los medios de comunicación, entonces los canales que fluyen nutriendo a los medios con los “insumos cognoscitivos” tienen su origen en un “centro orientador” que cumple la función de “cabeceras de río”.


El caso de la OPEP es sólo una de sus manifestaciones.


La hipótesis de este trabajo es que en Venezuela existe un sector influyente y poderoso, deseoso de salirse de la OPEP. Pero como quiera que, por ahora, en Miraflores no hay voluntad política para complacer la tendencia desercionista, el “centro orientador” necesita al menos ganar la opinión pública para su causa, con miras a facilitar el debate posterior en el Congreso, lo cual podría ablandar, con el tiempo, la posición resistente de la cima de la pirámide.


Aquí partimos de la premisa que la OPEP fue, en primer término, una necesidad venezolana y venezolanista.


Venezuela requirió una O.P.E.P.


Decir que Juan Pablo Pérez Alfonzo (JPPA) fue el “Padre de la OPEP” es un lugar común, aunque es una verdad a medias, ya que siguiendo la “genealogía venezolana” de la OPEP, según José Antonio Mayobre, Manuel Pérez Guerrero sería el Abuelo . Así, el Ministro de Fomento de la Junta Militar de Gobierno en 1949, Manuel R. Egaña, sería el Bisabuelo, porque fue iniciativa suya la de enviar una Misión Especial a Irán, Arabia Saudita, Irak, Kuwait y Egipto.


Precisamente en 1950, las exportaciones de los cuatro primeros países antes mencionados, sumó un total mayor que las de Venezuela. Emerge así la noción que el “Medio Oriente” desplaza a Venezuela del primer lugar como exportador de petróleo: el “ombligo” (La terminología es usada por la carga psicológica que tiene en el subconsciente de la población venezolana de mayores de treinta años) de los exportadores se había trasladado del Caribe al Golfo, aunque quedaba el orgullo (La terminología es usada por la carga psicológica que tiene en el subconsciente de la población venezolana de mayores de treinta años) que, individualmente, Venezuela superaba con creces a cualquiera de los cuatro nuevos competidores:



Producción 1950

Miles B/D

Venezuela

1.498

Irán

664,3

Arabia Saudita

546,7

Kuwait

344,4

Irak

139,7

1.695,1

Fuente: Annual Statistical Bulletin 1980, OPEC


El ritmo al cual venía creciendo la producción en los cinco países exportadores traía para Venezuela un mensaje claro:


Crecimiento Porcentual de la Producción Diaria

1947

1948

1949

1950

Venezuela

12,0

12,4

-1,3

13,4

Arabia Saudita

49,9

58,5

22,1

14,7

Kuwait

174,7

185,8

93,8

39,7

Irán

5,6

22,5

7,8

18,4

Irak

1,2

-25,6

18,3

54,2

Fuente: OPEC Ob.Cit


Kuwait y Arabia Saudita experimentaban un auge en su producción, la cual se dirigía fundamentalmente hacia Europa y estaba desplazando allí al petróleo venezolano.

Se Desvanecen las Ventajas Comparativas Venezolanas.

Las reservas del Medio Oriente que en 1930 sumaban 712 millones barriles habían ascendido a 1.449 millones en 1940 y a 48.000 millones en 1950. Las reservas venezolanas durante el mismo lapso pasaron de 2.044 a 2.589 y a 8.724 millones respectivamente.

En 1950 la relación Reservas/ Producción (R/D) en Venezuela fue de 16 mientras que en el Medio Oriente alcanzó casi 75 (Petróleo y Otros Datos Estadísticos. Min de Minas e Hidrocarburos, 1965)


En 1955, Venezuela produjo 787.384 miles de barriles provenientes de 9.716 pozos; en contraste, los cuatro países del Golfo produjeron 1.183.787 miles de barriles provenientes de 405 pozos.

También en 1955, en Venezuela se habían perforado 1.163 pozos, versus 82 pozos en los cuatro países mencionados del Golfo.


Si a ello, entre otros, se toma en cuenta un régimen fiscal mucho mas acabado en Venezuela, además de las reivindicaciones socio - económicas obtenidas aquí por la fuerza laboral, queda evidente que las concesionarias, disponiendo sobre varias alternativas, optaron por el Golfo.

Experimentando la desventaja, Venezuela establece, como objetivo estratégico, en salvaguarda del interés nacional, la necesidad de formar un “club” con los privilegiados por la naturaleza del Golfo. El país se percata de que sus ventajas comparativas habían sido desplazadas por aquellas del Golfo.

En cuanto a la gravedad API del crudo venezolano, los datos oficiales indican que el promedio fue de


17,8° en el período 1917 - 1920

22,7° 1921 - 1925

21,5° 1926 - 1930

19,4° 1931 - 1935

24,0° 1941 - 1945

25,9° 1946 - 1950

25,5° 1951 - 1955

Interesante al respecto resulta la siguiente comparación en 1957:

Promedio

Gravedad API

Producción BPD

Reservas Miles

Millones Barriles

Venezuela

25,4

2.779.000

15,35

Medio Oriente

34,6

3.449.000

169,5

Fuente: Min. de Minas e Hidrocar. Petróleos Crudos de Venezuela y otros Países, Segunda Edición, Caracas, 1959, p. 15


Obviamente, las concesionarias llevaban a cabo, individualmente mas esfuerzos y desembolsaban más recursos financieros en Venezuela que en cualquier país del Golfo. Simplemente la geología en Venezuela no respondía favorablemente.

La productividad por pozo en Venezuela era de 300 b/d frente a un promedio en el Golfo de 6.000 b/d.


El costo para producir un barril en Venezuela era de $0,62 en comparación $ 0,04 en Irak, $ 0,06 en Kuwait, $0,08 en Arabia Saudita y $ 0,014 en Irán.

Mientras la tasa de ganancias en Venezuela a mediados de los sesenta estuvo en un 20%, en Irán era del 71% y en Qatar del 114%.


En 1967, de un total de pozos en la OPEP de 15.959, Venezuela tenía 11,414 y de éstos, 8.912 producían ayudados, artificialmente.


En cambio, todos los pozos en el Golfo fluían naturalmente (M.Al-Shereidah. “Medio Oriente, la OPEP y la Política Petrolera Internacional”, U.C.V, 1973 PP. 76 - 81.)

Venezuela: Múltiples Méritos por formar la OPEP.


-- Hay reglas escritas con sangre y otras no menos sagradas que no necesitan escribirse, porque las impone el sentido común. Ambas constituyen el “Código” que se impuso precisamente en este siglo que finaliza. Sus autores fueron Imperios que fueron a la Primera Guerra Mundial por el petróleo del Golfo.


Cuando las corporaciones petroleras de los Imperios Victoriosos se percataron de la ruinosa competencia en la que estaban incurriendo, hubo necesidad de reuniones. “Pactos de Caballeros”. Achnacarry, Ostende,... sellaron el nacimiento del “Cartel Petrolero Internacional” y del “Acuerdo de la Línea Roja” a finales de los años veinte. Hubo que regular y educar la competencia.


Con la excepción del período de la Segunda Guerra Mundial, el precio se estabilizó, debido al respeto a las reglas del juego.


En 1959, cuándo hubo bajas en el precio, fue porque si bien los “Caballeros” honraban su Pacto, ello no era suficiente para disciplinar el juego. Los nuevos actores en el mercado: compañías independientes, empresas estatales y el petróleo ruso, causaron un desorden; hubo sobreoferta. Ideólogos del Caribe y del Golfo dijeron que fue una “Conspiración Imperialista”.


Con la baja perdían nuestros Fiscos. A la vez las “Mayores” ganaban menos. En plena Guerra Fría, en la era de los éxitos tecnológico-militares de la URSS (Sputnik, Leika, Gagarin...), era vital para EE.UU. que su industria petrolera doméstica se mantuviera competitiva para garantizar niveles aceptables de autoabastecimiento petrolero.


Fue esta coincidencia entre el Interés Nacional Estadounidense, el de las “Mayores” y el interés del Fisco Nacional de países petroleros amigos expuestos a “peligros del comunismo y la subversión”, que aconsejaron y permitieron la creación de la OPEP en 1960.


En el Mundo Árabe, el anti-occidentalismo estaba en su apogeo a raíz de la primera Crisis de Suez, la Nacionalización del Canal.

El reclamo generalizado era para crear una OPEP árabe que pusiéra el petróleo árabe al servicio de esa Nación. Tariki retoma el slogan del Báth: “El petróleo árabe para los árabes”.

La iniciativa venezolana de crear una OPEP multietnica, no podía ser mas oportuna desde el punto de vista de los intereses de las potencias occidentales y sus compañías petroleras.

Venezuela apagó un potencial incendio devastador.


Prórrateo: Venezuela aboga a favor y el Medio Oriente en contra


Una vez creada la OPEP, Venezuela plantea e insiste en la necesidad de establecer un sistema de prorrateo. Una revisión de las Minutas y las Conferencias de la OPEP, evidencia esta afirmación. Los países del Golfo en general hicieron caso omiso a las peticiones venezolanas. Libia que se estrena como exportador en 1961 y alcanza en 1969 una producción de 3 Mn b/d, no estuvo interesada en que le pusieran coto a su crecimiento.


La producción OPEP crece tanto durante la primera década que debería haber causado una baja del precio. Sin embargo, un crecimiento vigoroso de la demanda impide tal baja. La inestabilidad en el Medio Oriente contribuye a que haya incertidumbre con respecto al suministro petrolero, y la posición del petróleo venezolano se afianza relativamente. Simultáneamente, la industria petrolera doméstica estadounidense hace pública su incapacidad de explorar con precios tan bajos y advierte sobre los subsiguientes peligros geoestrategícos para EE.UU. por tan creciente dependencia del petróleo importado.


En su campaña presidencial, Nixon promete liberar los precios de la gasolina.

La Revolución Libia, las ordenes de Qaddafi de bajar la producción en su país en 800 mil b/d, la interrupción por sabotaje del suministro petrolero de casi 500 mil b/d por el Tapline saudita y la continuación del cierre del Canal de Suez, contribuyen a que Libia, Argelia e Indonesia logren incrementar el precio en 1970. Venezuela lo hace en diciembre de 1970 . Nixon pudo cumplir su promesa y satisfacer las compañías, aunque ante la opinión pública, el malo de la película es la OPEP.


Comienza luego el factor político árabe a influir los precios hacía el alza y todos olvidan el prorrateo. Kuwait, soberanamente, ordena un corte en su producción similar al de Libia preocupada por el rápido agotamiento de sus reservas.


Cuando a comienzos de los ochenta, el precio se debilita y en la OPEP se hable del prorrateo, los sauditas anuncian que la política de producción del “Reino” es un asunto soberano: rechazan la idea de una cuota. Solo razones geopolíticas propias del Golfo, relacionadas con el equilibrio militar entre Irak e Irán en su guerra hacen recapacitar a los sauditas quienes aceptan el principio y se convierten en celosos vigilantes del mismo.


En 1985-86 la OPEP tuvo que bajar mas su techo para defender los precios. Todos tuvieron que soportar el costo de tener una capacidad cerrada, ociosa, porque ahora las cuotas eran menores.

Cuotas: primeras objeciones

Fue en aquel entonces cuando desde la oposición, el ex-Presidente Caldera pidió que Venezuela planteara en la OPEP que fuesen fijadas cuotas de exportación en vez de producción (El Nacional 26-06-1985).


El Nacional publicó los resultados de nuestro examen de ese planteamiento (05-07-1985) en el cual se constató que dentro de la OPEP:

1) Venezuela ocupa el 7° lugar en el consumo petrolero per capita.

2) En cuanto al crecimiento del consumo petrolero interno, Venezuela ocupa el 12° lugar.

3) Venezuela ocupa el 4° lugar en cuanto al porcentaje que cada país tiene en el total del consumo de la OPEP.

4) El porcentaje que el consumo interno en cada país de la OPEP representa del total de su producción, Venezuela ocupa el lugar.


El caso no fue presentado ante la OPEP.


En esos años 1985-86, hubo indisciplina en la OPEP y muchos violaron sus respectivas cuotas y vendieron, dando más descuentos de los que les correspondía. Los sauditas reaccionaron y se produjo la “Guerra de Precios”; el precio se desplomó a $ 5/b, hubo quiebras y desesperación. Solo la visita del Vice - Presidente Bush al Golfo y una ofensiva bélica iraní contra Fao en Irak que colocó los persas a 70 Km de Kuwait y los disparos de sus misiles contra esa capital, detuvo la caída de los precios a raíz de un juramento generalizado de no volver a violar las cuotas.


Unos años más tarde en 1989-90, la sobreproducción por parte de Kuwait y los Emiratos, fue denunciada oficialmente por Irak en Cumbres Arabes como una declaración de guerra económica y en parte, condujo a la invasión de Kuwait.


Esto ocurrió cuando el Muro de Berlín estaba por derrumbarse y la URSS por desmoronarse. En “Tormenta del Desierto” se aplastó cualquier esperanza de que la OPEP podría defender los legítimos derechos e intereses de sus integrantes.

Efectivamente, si EE.UU. gana la batalla contra la Superpotencia adversaria, vence su ideología, desbarata el Pacto de Varsovia y ejerce un control hegemónico sobre la ONU ¿ como puede la OPEP desafiar este control?.


La OPEP continúa allí porque el Mercado la necesita como ente que garantiza un mínimo de orden. Una eventual desbandada generaría un caos propio del individualismo descontrolado. La industria Petrolera Internacional no lo aceptaría. Entrar en Rusia con precios bajos es conveniente a la hora de la compra, pero invertir para producir en Rusia no es posible con precios bajos. Ello aplica para cualquier entrada de inversionistas en un país abierto.


La expansión de la capacidad


Mientras la crisis se agravaba en Venezuela, ganaba terreno y adeptos la teoría de la necesidad de incrementar la capacidad de producción petrolera y para ello lo indispensable de abrirse a la inversión foranea.


Simultaneamente, desde 1989, destacados lideres de la “responsabilidad”de crear un matriz de opinión apuntan sus baterías contra la OPEP, planteando que son incompatibles los objetivos de cumplir con la OPEP y a la vez crecer individualmente en materia de capacidad de producción.


En 1994, Venezuela con 17.366 millones de barriles en reservas, ocupó el 7° lugar equivalente 4,65% total mundial de 365.961 millones barriles.


En 1964, Venezuela con 64.877 millones barriles en reservas, ocupó el 7° lugar equivalente al 6,18% total mundial de 1.051.408 millones barriles.


Tanto en 1965 como ahora, el total mundial está compuesto por crudos de gravedad superior a 30° API.

De éste tipo de crudo, Venezuela tiene a lo sumo unos 15 mil millones de reservas es decir apenas el 1,4% del total mundial.

La política de conservar estos crudos y de evitar, mediante el prorrateó, una carrera ruinosa de producción en procura de obtener el mejor precio posible teóricamente sigue teniendo vigencia para Venezuela.

En 1996 la sobreproducción venezolana es evidente mientras arrecia la matriz de opinión contra la OPEP.


El titular del M.E.M, pide que sean fijadas cuotas de exportación en vez de producción y se queja insistentemente de que: la OPEP soló está pendiente de las cuotas; lo cual equivale a llevar unas “gríngolas”; por lo que la Organización corre el peligro de “petrificarse”.


Esto significa que Venezuela ya no comparte los fundamentos teóricos de la OPEP que ella misma le inculcó a la Organización. Venezuela está efectivamente empeñada en las políticas de: 1) Incremento de la capacidad de la producción y 2) aumentar materialmente la producción.


En la práctica, Venezuela no solo actúa como un productor NO OPEP, sino que dentro del “club” aboga contra los principios vitales del mismo.


Buscando el porqué del cambio

Habiendo descrito la posición de Venezuela en torno a las cuotas, la cual le ha ganado el calificativo universal de primer violador de las cuotas, procede preguntar ¿por qué ?.

Las respuestas podrían ser:

1-- Geología.

2-- Crisis.

3-- Ideología.


1) La geología no le ha dado al país en el último decenio más que unos 4-5 mil millones de barriles de crudo liviano.


Incluyendo este regalo de la naturaleza, las reservas probadas de crudos livianos en Venezuela son apenas del tamaño de aquellas en Indonesia o Argelia, muy inferiores a las de Nigeria y Libia y no alcanzan el 10% de las de Irak, Kuwait, Irán y los Emiratos y apenas el 4% de las sauditas.


Venezuela por lo tanto está acelerando el agotamiento de sus reservas de crudos livianos y medianos.


2) Las dimensiones de la Crisis en Venezuela son conocidas y es legítimo que como salida, se recurra al expediente del incremento de la producción, especialmente cuando los precios se mantienen por encima de las estimaciones sobre las cuales se elaboró el presupuesto.

La practica de violar las cuotas se haría entonces como recurso provisional, temporal y discreto, buscando la comprensión de los demás en la OPEP.

Sin embargo, la Crisis no está siendo usada como argumento. Más bien la critica al sistema de cuotas tiene carácter conceptual.

3) Esto nos coloca en el terreno ideológico, donde se descalifica la formulación de la teoría venezolana ancestral surgida de la realidad geológico-geofísica del país, sin que esa realidad haya cambiado.

Comparada con la experiencia rusa diríamos: allá hubo teoría y practica Marxista -Leninista desde 1917 que en 1985 fue criticada por la Perestroika de Gorbachov. Este fue depuesto por un golpe y el líder de la nueva línea, Yeltsin, no cree sino en la economía de mercado y la máxima apertura, por lo que crea una nueva estructura sobre los escombros de lo destruido y disuelve el partido comunista como responsable de los errores cometidos.


En Venezuela hay una denuncia contra el “vergonzoso” rentismo y una adoración de lo productivo. De allí emerge la tesis de que “ prácticamente el petróleo en Venezuela es infinito” y que “ si el petróleo no es extraído y aprovechado ahora, corre el riesgo de quedarse enterrado para siempre” ya que, supuestamente, perderá interés y utilidad en el futuro.


La Crisis, en silencio, entierra una ideología y legítima el ascenso de otra ideología rival. La nueva ideología va adquiriendo carácter indiscutible, absoluto: el pensamiento único.


La ideología moribunda era conservacionista, favorecía limitar la producción en el país y lograr, mediante el consenso en la OPEP, un sistema de prorrateo; buscaba defender los precios.


La ideología triunfante cree en la conquista del Mercado y por lo tanto desestíma la importancia del volumen de la producción y el precio que del mismo depende.


De paso, esta nueva política contradice el espíritu, teoría y leitmotiv de aquella Venezuela que en 1949 y luego en 1959 buscó la cooperación del Golfo para no despilfarrar el petróleo.

El problema no sólo gira en torno a la OPEP, sino establece una doctrina conceptual en torno al recurso petrolero.

Con la Apertura, Venezuela se diferencia dentro de la OPEP. Pronto surgirá un interés compartido entre Gobierno y las Compañias Extranjeras que en definitiva incrementaría la producción del país. Este sería un asunto que dificultaría todavía mas el cumplimiento por parte de Venezuela del sistema de cuotas.

El precio del petróleo no se forma en el mercado por la simple relación entre oferta-demana.

Factores de la geografía, política y hasta de la cultura, intervienen en la formación del mismo. De allí, la geopolítica y geoestrategía petrolera como disciplina científica.

Desde luego, Venezuela primero. Ojalá que las compañías que están entrando descubran tantas reservas de crudos livianos comparables con aquellas del Golfo; que aumenten la producción sin miramiento a las cuotas; que la demanda crezca tanto y que los precios mejoren. Entonces las cuotas perderían su sentido.

Si estos deseos no se cumplen, habrá arrepentimientos por haber renegado verdades estructurales que las ideologías modernas no pueden cambiar.


This entry was posted on 11 de diciembre de 2009. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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