"Crisis Energética" en Retrospectiva

Mazhar Al-Shereidah

13-05-97

El plan de todos los días entre 1971-82 se llamó "Crisis Energética". Era tan de moda esa expresión que faltó poco para convertirla en una especie de religión, porque definitivamente la de sus seguidores era mayor que una simple secta. Las noticias llovían; siempre estuvo en los titulares; fue el tema obligado de todo foro y discusión. Formaba parte de la agenda del G7, la OPEP, la AIE. La ONU la estuvo analizando al igual que el Banco Mundial y el FMI. El Congreso estadounidense formó comisiones que estudiaron el "fenómeno" y la CIA proporcionaba informes y estimaciones. Eran tiempos del "sálvese quien pueda", por lo que algunos comenzaron la cuenta regresiva para saber cuánto tiempo de vida le quedaba al capitalismo ante semejante "crisis estructural". El colapso, según esa escuela, era inminente.

Recuerdo a un ilustre científico social que a su regreso de una beca en Italia, en 1972, afirmaba el fin del uso del vehículo particular, la renuncia a las vacaciones, el cierre de las empresas, el desempleo, la inflación... y desde luego: la revolución. Es decir, todo aquello que la lucha armada, la guerrilla... había fracasado en materializar, se iba a conseguir por la vía del incremento del precio del petróleo decretado por dos monarcas mesorientales: el Sha de Irán y el Rey de Arabia Saudita, asesorados por Henry Kissinger, como Secretario de Estado, y James Akins como "Zar del petróleo" en la Casa Blanca.

Inmerso en el estudio geoestratégico de esa problemática con epicentro en la región del Golfo, planteaba una explicación que sugería lo ficticio del problema, de la necesidad de colocarle comillas a esa crisis, porque el ruido en torno al asunto procuraba, entre otros, crear un estado de ánimo, una actitud hostil de la opinión pública en los principales países consumidores-importadores de petróleo hacia los países exportadores de petróleo. Era

necesario, según esa movilización, crear y desarrollar la noción de que los exportadores de petróleo son unos villanos egoístas, causantes de la inflación y el desempleo en el Norte, por lo que ese, en legítima defensa propia, debería tener planes de contingencia para restablecer el control sobre las fuentes del suministro petrolero: quitarles a los bárbaros esa palanca de chantaje, que es el suministros petrolero, al mundo civilizado y defensor de la economía de mercado y de los derechos humanos...

Hace tanto tiempo que no se habla de aquella crisis que, confieso, a veces la extraño, especialmente cuando reviso todo aquel esfuerzo intelectual, escrito y analítico que estudiosos tesistas le dedicaron a esa "problemática".

En retrospectiva, es triste constatar que fuimos utilizados como simple caja de resonancia para repetir, con más bulla, una mentira hasta creerlo nosotros mismos y ayudar a que otros la creyeran también.

En el ínterin, el epicentro de la falsa alarma desarrolló fuentes alternas y productores No-Opep. Perfeccionó por otra parte la eficiencia energética. La conciencia de la conservación y del ahorro energético no caló lo suficientemente como para convertirse en cultura.

Lo que sí llegó a ser cultura fue puesto a prueba en 1990, cuando se hizo necesario, desde el punto de vista anglosajón, "liberar" al petróleo. La oportunidad se presentó en Kuwait.

Conectado a eso que llaman "On Line" en el argot del "Internet" llegan a diario informaciones sobre la sobreoferta petrolera, la competencia, las fórmulas de precios "hechas a la medida", que superan el "Netback" que tanto nos ruborizó cuando Arabia Saudita lo aplicó primero en 1986. El lema es ahora: "El cliente siempre tiene la razón", ¡satisfacción garantizada!

En medio de la orgía de la violaciones de cuotas, la sobreproducción y la baja de los precios, se observaba, por ejemplo, el 11.4.97 los siguientes precios en dólares por barril: 16,52 Opep; 17,26 No-Opep; 16,84 Total Mundo; y 17,32 Importación EE.UU.

Salta a la vista que el crudo Opep es el más barato. Pero parece que todavía el precio tiene que bajar más para que la OCDE, que en 1996 incrementó sus importaciones petroleras en un 9%, tenga piedad con la Opep cuyas exportaciones hacia la misma bajaron el un 3%.

¡Es un mercado de compradores!

This entry was posted on 15 de enero de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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