LA CUESTIÓN ENERGÉTICA MUNDIAL


MAZHAR AL-SHEREIDAH

2007

PUBLICADO EN EL ANUARIO BOLIVARIANO


El carbón lleva cerca de dos siglos y medio en uso energético intensivo. El petróleo apenas comenzó a compartir con el carbón porcentajes similares en la satisfacción de la demanda energética mundial hace unos 50 años. Pero el carbón aún en el 2010, tendrá una importante participación, como se desprende de las siguientes gráficas.




En la historia universal, hay referencias a “Años de Sequía” que equivalen a una “Plaga”; pero también en la actualidad se observa este fenómeno, junto al de la Desertificación de porciones cada vez mayores de la tierra.

Ahora estamos en medio de un período de “Sequía”. La sed petrolera, sí se puede saciar, pero para poder hacerlo, casi no queda capacidad de producción cerrada.





Este es quizás el equivalente a lo que en el mundo del petrolero viene aconteciendo a lo largo de los últimos diez o más años: los grandes descubrimientos de nuevas reservas petroleras, han cesado. Simultáneamente, el mapamundi del consumo petrolero está reconformándose en el sentido de que más de un tercio de la población mundial en Asia-Pacífico, está atravesando un período de transición energética hacia el consumo petrolero, similar a aquella que experimentó Europa en la primera mitad del siglo XX.


Los dos mencionados hechos de la “sequía” global y del despertar petrolero asiático, tienen implicaciones geoestratégicas colosales, porque con la excepción de la excedentaria Rusia, todos los principales consumidores de petróleo del mundo, tienen altas tasas de déficit entre su consumo y su producción petrolera. Este déficit alcanza su máximo en Japón y Europa y rondan del 60 al 40% en Estados Unidos y China.


A comienzos del Siglo XX, se inició la más dramática evolución tecnológica después de la Revolución Industrial. La introducción cada vez mayor del petróleo como energético, trastocó las corrientes de inversiones y los movimientos de capital, con el fin de establecer mundialmente la industria y el mercado petrolero. La industria petrolera, por definición, es intensiva en capital.

La clave del éxito de ese desafío, fue la integración tanto vertical como horizontal de dicha industria, la cual para optimizar sus ganancias, recurrió a fórmulas monopolísticas y prácticas de Cartelización.

A mediados del Siglo XX, la voraz demanda de productos refinados que se generó, justificaba un notable incremento del precio del crudo y de sus derivados. Este aumento no ocurrió, debido fundamentalmente a:



· El nuevo hegemón del mundo, EE.UU., se había convertido en importador neto de petróleo. Una abultada factura de importación petrolera, hubiera sido vista por el público y el Congreso como un acto antipatriótico.

· Las ganancias de la Industria Petrolera Mundial de ese entonces, daban resultados favorables combinando el Upstream con el Downstream.

· La muy amplia relación R/P en las concesiones controladas por el Cartel Petrolero Internacional en los principales países exportadores. Pero el hecho objetivo de que en los años previos a 1974 y 1979, respectivamente, la relación R/P venía bajando en forma preocupante, lo cual hizo indispensable un incremento del precio.


En 1968, las reservas probadas sumaban 370 millardos de barriles y la relación R/P era de 55 años. Para 1973, las reservas probadas sumaban 416 millardos de barriles, pero la relación R/P era de 37 años. En vista de ello, la industria cartelizada declaró:


“Las reservas probadas del mundo no satisfarán las necesidades por mucho tiempo, pues más de la mitad se requerirá para la próxima década. Si la industria petrolera quiere encontrar todas las reservas necesarias, tendrá que invertir en capital adecuado”

Fuente: Dobias, Richard S. “Capital Investments of the world Petroleum Industry-1974”. The Chase Manhattan Bank.


La relación R/P, bajó nuevamente de 33,9 Años para 1975 a 28,1 Años en 1979, lo cual dictó la necesidad de que el precio aumentara. La siguiente cita evidencia la responsabilidad de las Compañías Petroleras Transnacionales, en dicho incremento.

“En 1979, el capital invertido rozó los 43,8 millardos de dólares, desde los 29,9 millardos de 1978, para ubicarse en 55, 6 millardos de dólares en 1980. En 1981 estos desembolsos llegaron al nivel de 66,4 millardos, con un incremento de 10,8 millardos. Indudablemente, la inversión de capital del “grupo” no podría haber registrado este extraordinario crecimiento si no hubiera existido el inconmensurable aumento entre 1979 y 1980”.

Fuente: Keenan Patrick J.. “Financial Analysis of a Group of Petroleum Companies-1981”. The Chase Manhattan Bank.


El que ese incremento del precio, objetivamente necesario, pero políticamente impopular, no se haya hecho en su debido momento, postergó mas no eliminó el hecho que la Industria requería precios crecientes, para hacerle frente a inversiones cada vez mayores en todas las etapas de esa actividad.


Cuando en los ’60 y comienzos de los ’70, los dueños del recurso petrolero presionan más a las concesionarias para obtener precio e ingresos justos, la INDUSTRIA tuvo la anhelada explicación-justificación, para “rendirse ante la extorsión de la OPEP”.

Dentro de un Sistema Mundial caracterizado por el Unilateralismo de EEUU, la insuficiente capacidad de producción en el Hemisferio Occidental con respecto al consumo del mismo, se traduce en una imperiosa necesidad de Washington de recurrir a fuentes de abastecimiento ubicadas en el Hemisferio Oriental. Pero es en éste, donde casi dos millardos de los cerca de cinco millardos de personas, están “descubriendo” al petróleo y lo están introduciendo cada vez más en su “dieta” existencial.


En el Hemisferio Oriental, los principales centros excedentarios-exportadores netos de petróleo son: la región del Golfo Arábigo-Pérsico, Rusia, Noruega, África Occidental y del Norte y el Caspio.


Dentro de la filosofía de la superioridad civilizatoria, del Unílateralismo, de la guerra contra el Terrorismo y la demonización del mundo del Islam, resulta obvio que aquellos consumidores que comparten menos o incluso se oponen a los lineamientos ideológicos de EE.UU., serían los privilegiados como socios petroleros por parte de los exportadores del mundo del Islam.


En esta categoría estarían: China, India, Japón, los Tigres Asiáticos primero y Europa en segundo lugar. Esta diferenciación la establecemos en vista del éxito de Washington en ganarse la participación político-militar activa de países ex soviéticos y de Europa Oriental, hoy integrantes o candidatos para ingresar en la Unión Europea.


Otra característica reciente en la actividad petrolera, es la referente a los costos y precios. Efectivamente y hablando en términos reales del dólar estadounidense, el precio desde el año 2000, se viene moviendo en la misma franja que registró en 1978-79.

En otras palabras, para equiparar el precio a los niveles reales que alcanzó durante el período 1980-1985, tendría que registrar hoy cotizaciones cercanas a $90/b. Afirmar lo anterior no supone que ignoramos el incremento ocurrido en dólares nominales, especialmente entre 2004-2006.


En este contexto, es indispensable recordar que a lo largo de las últimas tres décadas, al menos en los países de la OCDE, el precio que paga el consumidor final (para electricidad, combustible, diesel y gasolina etc.), el país exportador recibe apenas un 30%, versus impuestos en el orden del 66% que cobra el fisco del respectivo país consumidor en el conjunto OCDE.


La IPI y los precios crecientes


Sin embargo, el punto a destacar aquí es que la Industria Petrolera Internacional (IPI), necesita legítimamente precios crecientes. En la historia de los últimos treinta años, esta necesidad se ha manifestado en tres oportunidades.

· 1974-1979

· 1980-1985

· 2000-2006

La industria petrolera es intensiva en capital, los montos requeridos para la inversión son enormes y el tiempo necesario para culminar proyectos importantes toma más de cinco años. Ello implica que, para acceder a nuevos yacimientos, diversificar la geografía de la producción y disponer de la infraestructura necesaria y menos contaminante, es necesario perforar más profundamente y explorar en alta mar.


Además, hay que convivir con regímenes fiscales menos complacientes que aquellos de la primera mitad del siglo XX, cuando los mayores y más prolíferos yacimientos fueron otorgados en concesiones a cambio de pagos irrisorios.


Así es como los precios de 1974-79, abrieron el camino para la incorporación de los productores No-OPEP (con la excepción de Rusia). Pero esos precios también comenzaron a concientizar a los consumidores en cuanto a sus hábitos derrochadores del consumo petrolero.


Pero fue realmente durante 1980-85, cuando en los principales países consumidores, se hizo sentir la necesidad de lograr mayores niveles de eficiencia energética, una mayor racionalidad en el consumo y una atención más sistemática a las fuentes alternas de energía.


Pero buena parte de ese positivo ímpetu, se perdió durante el período 1986-1999, cuando el precio petrolero comenzó a descender en términos tanto nominales como reales. En 1998, un galón de gasolina en EE.UU., costaba menos de un dólar. El consumo desenfrenado, no sólo deterioraba el ambiente, sino también superaba la capacidad de las refinerías, las cuales no se expandían al ritmo del consumo, por falta de incentivos financieros.


Los productores, tampoco ampliaban su capacidad de producción, porque el ingreso y ganancia por barril exportado mermaban. De modo que cuando el fenómeno de la creciente demanda en China y la India se hicieron sentir, el mundo entero constató que quedaba muy poca capacidad de producción cerrada a la cual recurrir.


La inclusión de crudos no convencionales en las reservas probadas


Había llegado objetivamente la hora para adecuar la estructura de costos y precios a la nueva realidad: lo que antes se consideraba como petróleo no convencional, tiene que entrar en la ecuación por el lado de la oferta, para satisfacer pacíficamente las necesidades petroleras de todos.

Las compañías petroleras usan ahora para sus proyectos $40/b como precio piso, mientras que en los 90`, el piso era de $20/b.

En nuestra opinión y a grandes rasgos, existen para el precio al menos dos escenarios:

a) Se mantiene por otros tres años por encima de $40/b

Esto es en el supuesto que la Ley Petrolera que el “Parlamento Iraquí” sea aprobada y que la capacidad de producción allí sea duplicada en unos cinco años.

b) Factores de percepción, atribuibles a hechos geopolíticos y de especulación, se inflan del actualmente $15/b, aproximadamente y llevan el precio de su cotización actual de aproximadamente $ 65/b (WTI), a su nivel máximo real de 1980-81, equivalente a unos $90/b.

Los efectos de este poco probable escenario en la economía mundial, pudieran ser dañinas. Debería ser una pesadilla para varios actores mundiales principales, imaginarse al Kremlin con tantos repentinos petrodólares.

Los Precios y la OPEP

La demanda sigue robusta, a pesar de que los precios han vuelto a mantenerse por encima de la marca de los $60/b (WTI).

En el mercado estadounidense, el precio del galón de gasolina a nivel nacional está en $2,88, no ha impedido un alza del consumo de este producto de 2,5% en lo que va del año.

Hay cierto consenso de que el precio en este año se ubicaría entre $50-$65/b.

Este hecho, estimamos, aflojaría el hasta ahora alto grado de disciplina dentro de la OPEP, induciendo a sobre producir por encima de los recortes acordados, aprovechándose de un período de precios altos. De ocurrir esta conducta, en el mercado volvería a manifestarse el fenómeno de altos inventarios de crudos.

Hay que enfatizar que el mercado está más que suficientemente abastecido y que China continúa almacenando crudos de todo tipo de procedencia, para sus reservas Estratégicas, lo cual significa que una parte de la actual demanda, no está siendo destinada al consumo real, sino para inventarios.

Las explicaciones del precio en sus niveles actuales son:

· La Percepción de inestabilidad en el Golfo por el activismo y retaliación iraníes.

· La reaparición del factor Especulación, ya que algunos Fondos de Compensación, han vuelto a comprar petróleo a futuro, apostando a obtener ganancias, vendiendo sus papeles a un precio mayor al que ellos compraron (ejemplo: compraron a $57/b y venderían a $62/b, cuando el precio comienza su descenso).

Estos dos causantes del alza y que constituyen el Factor Percepción, suman actualmente entre sí un total de entre $15 y $18/b.

En otras palabras, el precio que responde a los Fundamentos Clásicos del Mercado, está ligeramente por debajo de la marca de $ 50/b (WTI).

Por los momentos, el único País Miembro, cuyo discurso político está impregnado con el tema petrolero, es Venezuela. En contraste, el grupo de las Monarquías Petroleras Árabes del Golfo, han declarado vehementemente la despolitización de sus decisiones petroleras.

Irán está más interesado en afianzar su posición geopolítica con respecto a Irak y de encontrar una solución a su programa nuclear pacífico, que en buscar inútilmente un rol estelar en la OPEP.

Los demás Países Miembros están contentos con los precios altos y prefieren el rol de perfil bajo en la OPEP, ya que cada quien está volcado hacia sus prioridades internas.

La OPEP trabaja cada vez más estrechamente con la Agencia Internacional de Energía, que ahora invita a China y la India a sus reuniones. Igualmente, la OPEP mantiene relaciones de cooperación con la Unión Europea.

Los técnicos en la OPEP, están al tanto de la pérdida del valor real del dólar estadounidense frente al Euro, la Libra Esterlina y al Oro. Pero también observan con satisfacción que el precio en alza, está más que compensando estas pérdidas en el ingreso de divisas petroleras.

Se observa una mayor demanda de oro en algunos países árabes del Golfo, que están incrementando este metal en la composición de sus Reservas Internacionales.


This entry was posted on 18 de enero de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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