Los elefantes de Zimbabwe y el Petróleo

19.05. 97

Mazhar Al‑Shereidah

Por instinto natural, el hombre es depredador, quizás el peor de todos, aunque desconocemos si esta característica del hombre es superior a la de la rata‑ que es otro ser muy inteligente. El hecho es que el hombre, ante la primera señal de abundancia de un recurso, pierde los estribos y se vuelca a su explotación irracional la observación viene al caso por el número de especies animales existentes desde hace decenas de miles de anos, que han desaparecido a lo largo de este siglo o están al borde de la extinción, simplemente porque el "hombre desarrollado" ha sido y es incapaz de vivir en paz con su entorno. De apetito voraz, destructor y despilfarrador, desconoce las reglas elementales para coexistir en armonía con la naturaleza. Ahora sabemos que produce desechos nocivos que, además de contaminar, aire, tierra y mar, también existen en forma, de "basura espacial".

Quizás el extremo por tantos crímenes cometidos género otro extremo‑ la conservación, una especie del Yin y Yan que está en todos nosotros. La contradicción y los extremos existen.

Escuela

Hay una antropológica para la cual el hombre tiene su origen en Africa; y así como "nos preocuparnos tanto" por el sufrimiento de los desplazados y perseguidos en Zaire, Ruanda y Burundi, también lo somos con los elefantes de Zimbabwe. Allí se decretó en 1989 una veda total de caza de elefantes. Los gigantes y graciosos animales se multiplicaron y ahora, dice el gobierno de Zimbabwe, su crecido numero causa daños a la vegetación. Aduce adem ás, que la falta de exportación de sus valiosos colm illos está causando estragos en la economía de ese país. Los conservacionistas? responden que ello no es verdad, ya que en los depósitos gubernamentales hay todavía toneladas de marfil valorado en mas de cuarenta millones de dólares.

Ejercer el arbitraje en este caso es muy complicado, pero arriesgamos id opinión de que al menos los elefantes pueden reproducirse, función ésta que es desconocida para el petróleo por cuanto es un recurso agotable y no renovable.

Si ha habido "adiciones y extensiones" a las reservas conduciendo a que la tasa de recuperación M petróleo de su "base de reservas" o "base de recurso" se haya incrementado de manera sustancial en el Ultimo decenio y esto es lo explica el incremento de las reservas probadas. Pero nuevas reservas provenientes de nuevos descubrimientos ha habido pocas a nivel mundial durante el mismo periodo. Por lo tanto, la vida de las reservas mundiales, es decir, la relación Reservas/Producción, se mantiene también estable a lo largo del mismo período.

En el Sur, los dueño s de ¡in recurso pueden decir in isa para defender el ni ¡Sil] o sin que ese clamor surta efecto alguno. El llamado, para que sea escuchado y atendido, tiene que provenir del Norte en su calidad de "conciencia de la humanidad y sus derechos. Así que mas de medio siglo atrás, del Norte nos llegó la noción conservacionista.

En el Sur petrolero, cual llama olímpica Venezuela recogió el llamado.

Enarboló esa bandera hasta finales de los ochenta. Sufrió tanto por el incremento desmesurado de la producción, primero en el Golfo cuando decidió crear la OPEP, y luego ,o en Libia a lo largo de los sesenta, que en su primera presidencia, el doctor Caldera llegó a decir: "Libia fue utilizada, como instrumento contra nosotros, hasta que ocurrió la revolución comandada por Khadafi, a quien manifesté que fuera cual fuera el contenido ideológico de la Revolución, uno de los días mas felices de mí vida fue el día que el estableció su revolución porque nos quitó el fantasma de Libia".

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