Mazhar Al‑Shereidah

Cada vez que un educador se enfrenta a sus alumnos, no importa su edad y grado de conocimiento, siente ese miedo escénico, producto del respeto a la audiencia y la responsabilidad del mensaje. Al menos, este es el caso particular del autor de estas líneas a lo largo de treinta años de docencia.

En días recientes iniciamos actividades de la asignatura "Política Petrolera Internacional", comenzando por el ABC de definir términos y categorías como política, doctrina, estrategia, táctica, objetivos, medios, recursos, poder, influencia, proyecto nacional, planificación...

No se sabe si fue impaciencia o picardía juvenil la que motivó que algunos estudiantes comenzaran a anticiparse al desarrollo gradual de las lecciones, pero lo cierto es que identificaron más de una incongruencia, de las cuales trataremos una sola aquí: la privatización de Pdvsa.

"Petróleo y Educación" es el nombre de un importante plan de alcance nacional que la principal empresa del Estado venezolano, Pdvsa, acaba de lanzar con una considerable campaña publicitaria. Es un esfuerzo loable e indispensable. Aunque tardío, sus impulsores comprenden la necesidad de acercarse a esa enorme masa de jóvenes ávidos de saber y comprender.

Paralelamente a esa importante labor de iniciación de niños y jóvenes en lo más elemental del petróleo, los más crecidos también requerimos de orientación: algo en qué creer, una guía, un manual, un texto propio de ingenieros, químicos, petroleros, geofísicos, geólogos, porque a fin de cuentas son quienes formulan la política petrolera de Venezuela del presente. Entonces, así como se elaboran instrucciones para evitar accidentes en una refinería, hay que producir textos, ideas y argumentos tan precisos y duraderos que no se presten a confusiones.

En el primer trimestre de 1996, el presidente de Pdvsa planteó la conveniencia de la privatización de un 15% de tan exitosa y estratégica empresa estatal. En Petroanálisis del autor en mayo de 1996 preguntamos si existe algún estudio técnico que demuestre la conveniencia para la Nación de esta propuesta, y quisimos saber cuáles son los criterios que indican que el 15% es el punto óptimo para obtener los beneficios máximos.

Como de costumbre, nadie agarró el toro por los cuernos y el tema se agregó a otros tantos para un debate partidista carente de altura y de contenido científico. Algunos observadores consideraron que no era más que un globo de ensayo, otros señalaron que el objetivo es ir creando una matriz de opinión e irla cultivando hasta que cale.

El joven estudioso José Luis Cordeiro cree en la privatización de Pdvsa y al respecto produjo un libro titulado "El gran Tabú venezolano: La desestatización y democratización del petróleo". Evidentemente en el país se publican libros sobre petróleo. El del "Tabú" fue bautizado en Pdvsa por el Dr. A. Uslar Pietri, presentado por Alberto Quirós Corradi, prologado por Humberto Calderon Berti con epílogo de Luis Giusti y obsequiado por el Cied, todo esto indica que es un texto que, citando profusamente a Simón Bolívar, arriba a la conveniencia de la privatización de Pdvsa.

Precisamente cuando creíamos que la idea ya había recibido la bendición como para convertirla en tesis oficial, Economía Hoy cita al mismo presidente de Pdvsa: "Giusti aclaró tajantemente que la privatización de Pdvsa no es una opción rentable...”.

En clase, necesitarnos insertar internacionalmente la política petrolera venezolana. Para ello hace falta más un rumbo definido que un variable estado de ánimo o regaños correctivos ocasionales.