Recuerdos de una Emergencia

Mazhar Al‑Shereidah

En días recientes se cumplieron treinta años de aquella guerra arabe‑israeli que el mundo conoce como la "Guerra de los 6 días". En junio de 1967 los exportadores árabes declararon un fallido embargo y el Canal de Suez fue interrumpido para el trafico marítimo por segunda vez, siendo la primera en 1956. En aquel entonces, el Canal era una arteria petrolera. Los productores en el Golfo Arábigo‑Pérsico enviaban por esa vía sus exportaciones a Europa. La "Guerra Relámpago tomo al mundo del petróleo por sorpresa y provocó una crisis de suministro. Los fletes marítimos y sus respectivos seguros se dispararon y los precios aumentaron. Pero como de costumbre, toda crisis tiene solución y en dicha oportunidad, Venezuela contribuyó a ella.

Rómulo Betancourt afirma al respecto: "La producción venezolana creció en los días que precedieron a la guerra, en el curso de ella y en los posteriores...”. Aporta el ex presidente un cuadro ilustrativo.

Prosigue R. Betancourt diciendo: “Para diciembre, 1967, la producción del país ha alcanzado cifras tan altas como tres millones ochocientos mil barriles diarios". Agrega el autor de "Venezuela Política y Petróleo": "... El secretario de Defensa del gobierno de EE.UU, señor MacNamara dijo que la superación de la crisis en el suministro del petróleo se lograría con la Intensificación de los aportes productivos de Estados Unidos, Canadá y Venezuela". Jubiloso decía: "Fue borrada de un manotazo la tan resobada y falsa expresión de "reserva del Caribe". En forma especifica se menciono al único País del Caribe, o de Latinoamérica en su conjunto, donde en realidad existen cuantiosas reservas probadas y tabuladas del mineral: “Venezuela ... ¿Consecuencias?" preguntaba R. Betancourt para de inmediato responder: "Otra nueva revelación, utilizable al máximo por Venezuela, en apoyo de la ofensiva ya realizada a lo largo de los años por eliminar las repudiadas restricciones y cupos de importación impuestos por Estados Unidos al petróleo nacional. Venezuela es el único país que asegura un flujo continuado y seguro de combustibles líquidos a Estados Unidos y a Europa Occidental, en tiempo de paz como en tiempo de guerra".

Esos eran los pensamientos basados en la "Doctrina Petrolera" arriba citada que condujeron a la búsqueda de un "Tratado Hemisférico" ante EE.UU. Desde 1959, los sucesivos gobiernos venezolanos solicitaron infructuosamente ante el gobierno estadounidense recibir un gesto y un compromiso de reciprocidad frente a la declaración unilateral venezolana contenida en la "Doctrina".

Finalizando 1973, otra guerra árabe‑israelí produjo el "milagro". Los precios aumentaron hasta tal punto que el gobierno de CAP, aunque bajando la producción notablemente, recibe tantos ingresos que deja de lado la habitual exigencia del "Tratado Hemisférico" que, sin embargo es retomado por el gobierno de LHC en adelante.

El presidente Caldera que en su primer mandato sí impulsó el reclamo, no ha convertido el asunto en uno de los pilares de su política exterior y petrolera de su segunda presidencia. En la actualidad, Venezuela es el país favorito de las importaciones estadounidenses de crudo: uno de cada 6 barriles importados proviene de Venezuela, equivalente a 1,35 Mn b/d de un total de 8 Mn b/d

Pero parece que limitaciones siempre hay. A veces las impone el "Mercado Natural" y otras veces la OPEP. Durante los dos últimos años la cuota Venezuela en la OPEP es de aproximadamente 2,4 Mn b/d mientras que la capacidad de producción del país está en 3,5 Mn b/d. Las declaraciones oficiales indican que la producción se ajusta a la cuota.

De producirse una emergencia, el país podría incrementar su producción en mas de 1 Mn b/d. Aunque sea hipotético, sería tonto no aprovechar tanto potencial cerrado. Precisamente para justificar el incremento del potencial, se dijo que hay que estar preparados para responder a una emergencia. ¿Lo estamos?

Venezuela: Aumentos de la producción de petróleo crudo con motivo de la crisis árabe‑israelí (b/d), 1967


This entry was posted on 15 de enero de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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