UNA ETAPA PRE-OPEP

MAZHAR AL-SHEREIDAH

El diez de septiembre de 1960 fue un día sábado, el comienzo de la semana en el mundo islámico. A la orilla del río Tigris, en la cuidad de la mil y una noches, Bagdad, el gobierno iraquí del General Kassim inauguró la reunión de las delegaciones de Arabia Saudita, Irán, Kuwait, Venezuela e Irak para fundar la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP.

Todos los asistentes, menos Venezuela, eran países limítrofes cuyos pueblos habían

compartido milenios de vida común: geografía, historia, civilizaciones, religión, culturas, tradiciones, política, economía, paz y guerra...

Pero curiosamente, el más activo gestor y autor de esa iniciativa era el invitado mas lejano geográficamente, mas diferente en términos de historia, lengua, cultura, religión y formación política: Venezuela. Una estrofa de su Himno Nacional reza: “América toda existe en nación”; ligado por razones objetivas al gigante del Norte especialmente en términos estratégicos, ideológicos, militares, económicos, comerciales, científico-culturales...; su “Doctrina Petrolera” que subraya la postura seria, responsable, fiel, confiable en tiempos de paz y de guerra como fuente segura de petróleo, es una proclama unilateral de adhesión incondicional hacia EEUU.

Venezuela era entonces el primer exportador de petróleo y su legislación petrolera era la mas avanzada y acabada en comparación con los demás países productores del Sur. La reciente configuración histórico-política-juridica del país siguió modelos europeos para crear las instituciones mas fundamentales de la República. Partidos políticos, constitución, parlamento, oposición, sindicatos... habían generado leyes y huelgas petroleras. Pero también el Gobierno democrático de R. Gallegos había sido derrocado por agentes del Norte porque el partido del novelista universal pretendía sobresalirse de la “línea roja” en materia petrolera. Quizás por haber comprendido la lección, los “líderes democráticos” del 23 de enero de 1958 afinan su estrategia en Nueva York. Mas adelante, en Punto Fijo se sella el rumbo ideológico conceptual a seguir.

Con la anterior descripción, hay que preguntarse ¿qué buscaba Venezuela en el Medio Oriente? Enrique Tejera París afirma: “De fácil extracción... Venezuela no podía quedarse inmóvil y en 1947 inició contactos con los gobiernos de Irán y de los países árabes...”

J.P. Pérez Alfonzo relata que “se le encomendó al técnico financiero norteamericano Bradley Murray, que prestaba servicios al Ministerio de Fomento en Caracas, quien había trabajado como asesor financiero en Irán, contactar la Embajada de Irán en Washington sobre el envío de una delegación venezolana a Teherán. Dicha gestión se realizó y encontró eco positivo en el embajador que luego sería primer ministro de su país, abril 1951”. Por su parte Edmundo Luongo Cabello testimonia que el 3 de setiembre de 1949 la Junta Militar de Gobierno decide enviar una Misión Especial a Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Irak y Egipto, en busca de un entendimiento internacional.

Efectivamente la misión salió el 21 de setiembre de 1949 vía Nueva York. Llevaba consigo una carga pesada de leyes de hidrocarburos, del impuesto sobre la renta, la del trabajo, todas traducidas al árabe y nítidamente caligrafiadas en ese idioma.

En 1951, Mossadeq nacionaliza la Anglo-Iranian Oil Co., que monopolizaba el petróleo iraní desde 1901. En 1953 Mossadeq es derrocado por la CIA y Gran Bretaña tuvo que conformarse con el 40 por ciento de las acciones del “Consorcio”, mientras firmas estadounidenses obtuvieron un 40 por ciento y el 20 por ciento restante se repartió entre la Shell y la CFP. El Sha fue repuesto en su trono por EE.UU. y en agradecimiento, el monarca colocó su país bajo la tutela estadounidense en lo político-militar, económico, comercial, cultural... El desplazamiento de GB benefició tanto a la administración estadounidense como a sus multinacionales petroleras y de otras ramas . La temprana iniciativa venezolana merece algún mérito.

Venezuela contribuyó activamente a la adopción del principio del 50-50 en el Medio Oriente. Esto fue bueno para todos: los fiscos nacionales respectivos recibían más y las compañías petroleras deducían ese pago como costo antes de declarar su ganancia en su país de origen.

En 1954 el precio del crudo del Medio Oriente sube de $ 1,77/b a $ 1,98/b. Paralelamente, el precio en EE.UU. sube de $ 2.50/b a $ 2.75/b. La nueva estructura de precios era necesaria para el bienestar de la industria petrolera estadounidense.

Próximamente, enfocaremos la situación post 1958.

This entry was posted on 15 de enero de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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