Vivir es competir

13-11-96

Mazhar Al-Shereidah

Al hombre no le faltan ideas; previa su clasificación en buenas o malas, hace falta discutirlas, analizarlas. Pero inclusive aquellas ideas que en apariencia pueden ser buenas, no necesariamente son lógicas, porque la vida real tiene mucho que ver con lo que popularmente se llama: “el hombre propone y Dios dispone”. Quizás esta expresión resume la sabiduría mundana acerca del ejercicio del poder.

En el área del petróleo, la teoría del poder y su ejercicio siempre han tenido aplicación práctica, al menos desde aproximadamente 1910. La última guerra evidentemente petrolera se libró en 1990 - 91. (Si Zaire y Rwanda tuvieran petróleo, ya la ONU estaría “protegiendo los derechos humanos de allí).

Sin embargo, en Venezuela hay ideólogos que anhelan “regionalizar” el comercio internacional petrolero según sus esquemas y proyecciones. En otras palabras proponen que importadores de este hemisferio se abstengan de importar petróleos provenientes del hemisferio oriental, estableciendo una especie de muro que obstruya el libre movimiento de esta mercancía estratégica, precisamente en la era de la globalización. Piensan además, tener éxito para convencer a exportadores ubicados en el hemisferio oriental de no mirar, por ejemplo, al mercado estadounidense como un destino legítimo para su abundante producción.

Lo curioso de esta visión es que sus expositores no provienen de escuelas del dogmatismo socialista, de la tradición de la economía centralmente planificada, de las cortinas de hierro ni de los muros de concreto, sino de escuelas de la economía de mercado, de la libre competencia, de la internacionalización, mundialización y apertura.

Cuando el “fashion” es la privatización, sorprenden las recetas “oficializantes”, porque es bien sabido que, por ejemplo, en EE.UU, el Gobierno Federal sólo se hace cargo de importar petróleo para las Reservas Estratégicas, mientras que la importación de unos 8 Mn de b/d es la responsabilidad de un conjunto de compañías petroleras con enormes intereses, inversiones, proyectos y aspiraciones en el mundo entero.

Quienes predican la “regionalización” deberían pasearse primero por lo absurdo que sería pretender limitar la competencia en el proceso de la apertura a empresas de este hemisferio. ¿Qué se le diría al capital y a la tecnología del continente europeo o asiático?... ¿que todavía está vigente la Doctrina de “América para los americanos” ?

El equilibrio en el intercambio comercial entre los países tampoco parece haber sido un asunto examinado por quienes pretenden encontrar aceptación y eco para sus ideas “renovadoras”, por ejemplo, en el seno de la OPEP.

Veamos el caso de Arabia Saudita en 1995, cuando produjo 8,8 Mn b/d, consumió 1,2 Mn b/d dejando para la exportación 7,6 Mn b/d, de los cuales destinó 1,9 Mn b/d a Europa Occidental; 1,3 Mn b/d a Japón; 1,3 Mn b/d a EE.UU, y 3,2 Mn b/d a clientes privados y gubernamentales por el resto del mundo. Si se examina la balanza comercial de ese país con los diferentes compradores de sus crudos, refinados y productos petroquímicos, se puede constatar un notable equilibrio que constituye la sana base equitativa que es una condición sine qua non entre los socios comerciales.

El ejemplo citado no tiene por qué tomarse como “una regla de oro”, porque sus razones tendría PDVSA para destinar sus exportaciones geográficamente de la siguiente manera porcentual: Norteamérica: 62; Centroamérica, Caribe, Suramérica: 27; Europa: 9 y otros 2 (Informe Anual 1995, p. 35).

Pero es procedente preguntarse, a la espera de una aclaratoria cabal: ¿puede EE.UU permanecer tranquilo y confiado de recibir suficiente suministro petrolero cuando sus propias reservas apenas representan el 2,9% del total mundial, las de Canadá el 0,7%, las de México el 4,9% y 7,8 % las de Sur y Centroamérica de ese total? ¿Cómo puede estarlo EE.UU, cuando su consumo representa el 25% y su producción apenas el 11,8% del total mundial?

Es cierto, México, junto a Centro y Suramérica, produce unos 8,7 Mn b/d y sólo consumen 5,6 Mn de b/d. Quedan más de 3 Mn de b/d para la exportación que, aunque quisiesen destinarse en su totalidad al mercado estadounidense, éste tiene la última palabra: es selectivo.

¿Acaso ignoramos la historia de las Restricciones? ¿ Alguna vez accedió Washington a darle al petróleo venezolano el anhelado Trato Hemisférico? ¿No fue la mejor gasolina venezolana discriminada por las autoridades estadounidenses este mismo año por lo que hubo que acudir a la Organización Mundial de Comercio para el arbitraje? ¿Y no fue precisamente el Estado de Florida el que descalificó a la Orimulsión venezolana?

EE.UU es una especie de galán ambicionado por muchas damas. Hasta que no se celebran las nupcias, ninguna de las candidatas puede convencer a las demás de no cortejarlo. Mientras tanto, cada una utilizará sus mejores atributos y argumentos. En esa competencia fatal por el favor del “príncipe azul pueden aparecer líneas de expresión y hasta arrugas.

This entry was posted on 15 de enero de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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