CONFLICTOS ROMPEN EL ORDEN EN EL MEDIO ORIENTE

MAZHAR AL-SHEREIDAH

CONFLICTOS ROMPEN EL ORDEN EN EL MEDIO ORIENTE

INTRODUCCION HISTORICA

En una era signada mundialmente por las tensiones y la competencia entre los bloque antagónicos por extender sus respectivas zonas de influencia mediante la política de poder, la región árabe necesariamente refleja esa realidad no como fenómeno novedoso sino más bien como actualización de un proceso histórico.

De hecho, desde la "Crisis de Oriente" alrededor de 1840 cuando la grandeza de Egipto amenazó alterar el equilibrio mundial existente entonces, las disputas y competencias intereuropeas no han impedido la unión en la acción para asegurarse posiciones militares y privilegios económicos en un mundo árabe sometido.

Argelia y las otras parte del Maghreb fueron convertidas en colonias europeas a partir de 1869 el cual, aparte de su significación económica, planteó una nueva estrategia mundial en lo político-militar. De allí que surge el vínculo entre el Canal y Palestina, debido a la necesidad de la defensa al "Este de Suez".

Es en la Palestina árabe, único caso del Levante árabe donde Occidente llevó a cabo un colonialismo de asentamiento en la era de la exportación de capitales, construcción de vías férreas, puertos, líneas telegráficas, empresas de transporte marítimo y fluvial, establecimiento de filiales de bancos metropolitanos, obtención de concesiones mineras. La era de las innovaciones tecnológicas y de transición energética hacia el petróleo.

El nexo entre Palestina y el petróleo es, por lo tanto, de naturaleza histórica ya que hubo una dimensión e interés petrolero detrás del esfuerzo desde fines del siglo pasado y comienzos del presente, por establecer el colonialismo sionista en el corazón del mundo árabe .

En el mundo de la segunda posguerra y a lo largo de más de un cuarto de siglo, desde 1948, el término "Conflicto del Medio Oriente" sintetizaba la guerra árabe-israelí. Aunque durante este lapso se produjeron otros numerosos conflictos en dicha región, el hecho bélico señalado mantuvo la supremacía y monopolizó la atención.

Efectivamente, y sólo a título de ejemplo, valdría la pena recordar que se produjeron hechos violentos y conflictos como la revolución egipcia, la nacionalización del Canal de Suez, la formación de la República Árabe Unida, la revolución iraquí, la revolución yemenita, la guerra yemenita-saudí con la intervención egipcia, la rebelión kurda en Irak con la intervención iraní contra Irak, la ocupación iraní de las islas árabes en el Golfo, la rebelión en el Sur de Sudán, la masacre de los palestinos por el ejército jordano, etc. Sin embargo, el fenómeno dominante fue el de la lucha árabe-israelí, cuyas manifestaciones más explosivas fueron las guerras de 1948, 1956, 1967 y 1973.

Desde la guerra del 73 el cuadro ha sufrido cambios considerables, especialmente en el sentido de que en Egipto (como principal adversario árabe de Israel en lo militar) se efectúa un viraje total de su postura, creándose así un desequilibrio que aún no ha encontrado su nueva definición.

Israel intensificó su dominio sobre la margen occidental del Jordán y la franja de Gaza, se anexó las alturas sirias del Golán, mantiene ocupado al Sur del Líbano.

La guerra civil del Líbano condujo a la intervención del ejército sirio que se enfrentó a los palestinos y los masacró en Tal Zaatar. No obstante, la OLP tuvo que entenderse con Siria. Luego se producen antagonismos en el seno del Frente del Rechazo.

Finalmente, la guerra entre Irak e Irán enfrentó al primero a Siria y Libia, todo lo cual constituye un complejísimo cuadro en el que el hecho petrolero no es ajeno.

FUNCIONES VARIABLES: IRAN Y EGIPTO

Irán y Egipto constituyen casos de suma importancia en la política mundial, tanto en términos globales como dentro de sus respectivas áreas geográficas y particularmente para la zona del Golfo.

En un mundo en el cual los cambios y la evolución en los países periféricos del capitalismo no obedecen sólo a la voluntad, capacidad y oportunidades que tienen las fuerzas sociales y políticas en el interior de cada país, sino que además reflejan las necesidades, organicidad y determinación de acción de las grandes potencias, los casos de Irán y Egipto representen ejemplos vivos de esa premisa.

En el mundo de la segunda posguerra y siendo todavía Inglaterra la potencia responsable de la seguridad y el orden en esa parte del globo, El Cairo se convierte en sede de la Liga de Estados Árabes, mientras que Teherán fue la sede del principal imperio petrolero británico ultramarino. Un signo particular del entendimiento entre los monarcas de ambos países se materializó mediante el matrimonio del Sha Mohamed Reza con la hermana del Rey Faruk sugiriendo una alianza al estilo de las dinastías gobernantes europeas. El lazo se fortaleció con la boda de la hermana gemela del Sha con un oficial egipcio.

Esas alianzas desde arriba pronto llegarían a su fin con el ascenso al poder del régimen popular de Nasser, durante el cual las relaciones entre ambos países se deterioraron hasta llegar al enfrentamiento abierto desde 1955 cuando Irán es utilizado por Washington para convertirse en pieza fundamental de su estrategia tanto contra la URSS (junto a los demás socios del Pacto de Bagdad y luego Pacto CENTO) como contra el movimiento revolucionario nacionalista árabe siendo Irán entonces aliado de Israel.

Desde la llegada de Sadat al poder en Egipto, los intereses de Washington se han visto fortalecidos por alianzas y manifestaciones aparentemente aisladas, pero que en conjunto constituyen un todo sólido y poderoso. La alianza con Israel e Irán y las fórmulas de cooperación entre esos últimos se vio consolidada con el ingreso de Egipto a la ecuación estratégica norteamericana en esa región. Ello permitió que débiles petroleras árabes monarquías amigos de Estados Unidos pero temerosos de la ira palestina y revolucionaria en general, aumentaran su capacidad de producción, la acelerarán y fortalecieran sus posiciones e influencias como donantes y prestamistas e impidieran que la OPEP aumentara los precios en términos reales.

Esa tendencia se vio fortalecida por la participación más o menos activa de Marruecos, Sudán, Jordania, Yemen del Norte, Omán y las fuerzas derechistas en el Líbano.

Los esfuerzos opuestos a esta corriente pese a éxitos aislados y limitados, no encontraron fórmulas de acción coordinada como para detener e invertir el proceso. Así que la oposición de Irak, Argelia, Libia, la OLP, Yemen del Sur, Siria y las fuerzas izquierdistas en el Líbano, no consolidó una alianza realmente efectiva.

Hubo un largo período durante el cual Washington aglutina a su alrededor un gran número de elementos positivos para sus intereses; contó con importantes palancas militares regionales; tuvo garantizado el suministro petrolero y la estabilidad política en la región; impidió que la OPEP aumentara el precio, gracias a las políticas de Irán y Arabia Saudita que conjuntamente proporcionaban la mitad de la producción de la OPEP (sin contar aquella proveniente de las demás monarquías petroleras del Golfo, las cuales integran la esfera de poder saudita); minimizó sus problemas monetarios y de balanza de pagos, gracias al éxito del reciclaje con respecto al grupo monárquico del Golfo.

El nuevo elemento fue Irak que surgió como potencia militar regional, líder en la región del Golfo, y desde el punto de vista petrolera pareció recobrar una posición muy influyente dentro de la OPEP. Irak pareció orientarse a desarrollar su capacidad de producción al máximo:

AJUSTE DE ESTRATEGIAS: EL PETROLEO COMO CENTRO

Con la revolución de Etiopía a la URSS se le presentó la oportunidad de volver a tener influencia en una zona estratégicamente cercana a las vías del transporte petrolero, precisamente cuando Egipto reabrió el Canal de Suez para la navegación. El tráfico por el Mar Rojo de pronto se hizo vulnerable por Yemen del Sur y Etiopía, pero también el peligro era evidente para la propia Arabia Saudita.

El grueso del volumen de la producción en el Golfo, la seguridad del suministro petrolero desde el mismo, la orientación geográfica de las exportaciones petroleras desde el Golfo y la estructura de los precios de la OPEP (fuertemente influida por la situación del Golfo), todo ello tenía un respaldo estratégico representado por una alianza de diferentes ejes.

Vista así, la política petrolera de las monarquías petroleras árabes encabezadas por Arabia Saudita (Kuwait, Emiratos Arabes Unidos y Qatar), tenía su respaldo y estabilidad regional en los ejes: Washington-Teherán y Washington-El Riyadh (con la incorporación progresiva de El Cairo).

Estos dos ejes se intercomunicaban y se complementaban. También estaba el eje permanente y principal: Washington-Tel Aviv, el cual tenía fuertes nexos con los dos primeros, según se desprende del siguiente cuadro:

Washington-Tel Aviv

Washington-Teherán

Washington-El Riyadh-El Cairo

Este cuadro fue válido hasta 1978, pero desde la visita de Sadat a Tel Aviv, la firma del Acuerdo de Camp David y el fortalecimiento de la oposición iraní al Sha , se venía gestando el surgimiento de una acción nueva:

* en lo petrolero

* en la composición de las alianzas estratégicas.

Del Conflicto del Medio Oriente al Gran Desorden en El Golfo

Política y Petróleo:

El Clásico Conflicto del Medio Oriente

Para los países árabes exportadores de petróleo que en 1960 fueron Miembros Fundadores de la OPEP, (Irak, Arabia Saudita y Kuwait), el petróleo venía vinculándose a la política por el Problema Palestino desde mediados de los años cuarenta. Se trata del clásico "Conflicto del Medio Oriente" y sus manifestaciones petroleras relacionadas con: las Crísis de Suez de 1956 y 1967, de la voladura del oleoducto de la Iraq Petroleum Co. en 1956, de la "ruptura" del Tapline en 1970, de los procesos de Nacionalización en Irak, Argelia y Libia, del Embargo Petrolero Árabe de 1973.

Desde la Primera Guerra Arabe-Israelí de 1948 hasta la Cuarta Guerra Árabe-Israelí de 1973 ( la segunda en 1956 y la Tercera en 1967 ), debido al incremento acelerado de la demanda petrolera mundial y la alta participación del petrolero árabe a su satisfacción, en el Mundo Árabe se fortaleció la exigencia de utilizar al Petróleo Árabe como Arma Política para dañar en Occidente los intereses de quienes más apoyan a Israel y para obtener, por otra parte, los máximos beneficios por tan preciada materia prima estratégica en vías de agotarse.

Contraria a esa corriente del pensamiento, en las Monarquías Petroleras Árabes del Golfo, predominaba otra visión partidaria de evitar cualquier tipo de enfrentamiento con Occidente y sí de utilizar al petróleo como instrumento de negociación, ganando amigos y creando intereses comunes. La intensificación de la bien publicitada campaña sobre "La Crisis Energética" reforzó la convicción de éstas Monarquías de que los remedios de la Agencia Internacional de Energía conducirían a disminuir la importancia para Occidente del petróleo árabe con lo cual perderían sentido las dos vías en pugna de utilizar el petróleo árabe como arma: la de la confrontación y la de la cooperación.

Una interpretación de la Política Árabe

En el Mundo Árabe, no basta con doblegar la voluntad y el sentir de la población que vive dentro de las fronteras de un país determinado. Para asegurar el éxito de una política en un país árabe es necesario crear condiciones favorables para su aceptación a lo largo y ancho de esa regio 'n. Es decir, hay que deteriorar los regímenes y fuerzas nacionalistas capaces de entorpecer la "marcha hacia atrás".

Se puso en marcha una oleada destinada a restablecer las pérdidas posiciones norteamericanas en el Mundo Árabe, reforzarlas y ampliarlas en lo posible. Según la terminología de un estudioso de la región, Estados Unidos con miras a proteger sus intereses en el Mundo Árabe, estuvo trabajando para cambiar el "status quo" de un estado "indeseable" hacia otro que fuera "tolerable" y avanzar hacia lo "aceptable". (Ver George Lenzowscki, United States interests in the Middle East, American Enterprice Institute, pp. 11-117.)

Sin embargo, para que Estados Unidos pueda considerar la situación en el Mundo Árabe como tolerable o aceptable ello significa marcha atrás en el proceso por la independencia económica. Y para que Arabia Saudita pudiera cumplir su papel, se van eliminando los elementos que cuentan con capacidad potencial para impedir o entorpecer la marcha de Arabia Saudita. Es decir, para que Arabia Saudita pudiera aumentar su producción entre 1970 y 1977 de 3,8 a 9,5 millones de b/d sin suicidarse hubo que "domesticar" al Mundo Árabe para que no hubiera una revolución interna en Arabia Saudita.

James Akins había advertido: "El reino de Arabia Saudita” podría sin duda destruir a la OPEP. Podría producir petróleo en cantidades mucho mayores que en la actualidad... y todos los países de la OPEP se arruinarían. Pero en el proceso también se arruinaría Arabia Saudita... Es difícil concebir qué locura induciría a Arabia Saudita a tomar una acción semejante. Sería una locura aun mayor el que un Gobierno de cualquier país consumidor asumiera que Arabia Saudita pueda ser esto sin provocar una revolución interna". (Foreign Affairs, Abril de 1973. Subrayado nuestro)

Como se dijo... la revolución interna hubiera podido producirse con la situación considerada indeseable por EE.UU., lo cual tenía como característica lo siguiente:

- decepción entre los árabes por su derrota frente a Israel en junio de 1967.

- radicalización acelerada de varios regímenes árabes.

- inseguridad de Jordania por el desmembramiento de su territorio y el creciente poder de la guerrilla palestina.

-una polarización política por la identificación de Israel con EE.UU. y de los árabes con la URSS.

- amenazas para los intereses norteamericanos, tanto privados como públicos.

- medidas legislativas y administrativas contrarias a los intereses de EE.UU. y a sus concepciones políticas y económicas.

- silenciamiento y eliminación de los líderes moderados y proamericanos.

-fortalecimiento de la posición soviética en la cuenta del Mar Rojo a raíz de su permanencia en el Yemen.

- radicalismo del Yemen del Sur y peligro de introducir intranquilidad y revolución en la Península Arábiga.

Pero en contraste con estos elementos negativos desde el punto de vista de Washington, existían otros tantos atenuantes y debido a su gran importancia y potencialidad podían contrarrestar los peligros. Así que EE.UU. consideraba alentadoras las situaciones siguientes:

· las monarquías petroleras árabes se caracterizan por una gran estabilidad en sus políticas y comportamiento interno y exterior aprecian las ventajas que proporciona una relación amistosa con Occidente.

· acciones de Egipto inclinados más a la paz y hasta conciliatorias.

· Nasser no quiere quemar sus puentes con Washington.

· El Cairo tiene genuino interés en la implementación de la Resolución del 22 de noviembre de 1967 de la ONU.

· Egipto sigue cooperando plenamente con las compañías petroleras americanas que operan en su territorio.

· abandono por Egipto de la poli 'tica panarábiga y dependencia egipcia de los subsidios financieros de las monarquías petroleras (especialmente Arabia Saudita).

· la colaboración de Egipto con la URSS no llega a preocupar a Washington mientras de la misma no se deriven acciones militares y políticas concretas en contra de los intereses de EE.UU.

Estos hechos prevalecían mientras Washington estuvo ocupada y complicada en la guerra de Vietnam; llegando esa guerra a su final, .EE.UU. ya no tiene limitaciones a la capacidad de intervención en la región árabe. Mientras se produjo esta intervención, se dieron varios pasos que aumentaron la capacidad de Arabia Saudita de ir adhiriendo a la política norteamericana.

Todavía con Nasser en vida, las posiciones revolucionarias panarábigas sufren pérdidas cuando Egipto aceptó la mediación estadounidense conocida como el Plan Rogers. Esto significó que Egipto abandonó el camino de la lucha por la liberación y esta debilidad fue aprovechada inmediatamente cuando el Rey Hussein de Jordania aniquiló en septiembre de 1970 la revolución palestina mereciendo dicho acto el trágico nombre de Septiembre Negro. El resultado fue la consolidación del poder de Hussein y tranquilidad tanto para Israel como para las monarquías petroleras.

Simultáneamente llega al escenario un nuevo gobernante en Egipto que le da un vuelco a la política egipcia en particular y a aquella árabe en general en virtud de la importancia singular que tiene Egipto para el conjunto del Mundo Árabe. Sadat golpea y reprime duramente las fuerzas socialistas egipcias; comienza a revivir y reforzar la burguesía local liberizando la economía egipcia ante el capital extranjero transnacional; establece fuertes nexos con los regímenes conservadores árabes y con el Sha de Irán; colabora con los gobiernos africanos pro-occidentales; debilita sus relaciones con la URSS y las deteriora conscientemente; aparta a Egipto del panarabismo alegando que es hora de atender las necesidades internas del país, las cuales requieren la "apertura" hacia Occidente.

La clave del auge del rol saudita radica en la coincidencia con la jefatura egipcia sobre la necesidad de establecer una estrecha cooperación con Washington que llevara a "tranquilizar y arreglar las cosas en la región árabe". Esto implica encontrar una solución parcial al problema palestino, devolverle a Egipto, Siria y Jordania los territorios ocupados por Israel desde junio de 1987; reducir el papel de la URSS al mínimo posible en la región; aislar y debilitar a los regímenes y fuerzas árabes "radicales"; crear un ambiente propicio para una presencia oficial norteamericana en la región; darles a las firmas multinacionales la oportunidad de "contribuir a la edificación de una economía próspera mediante la 'apertura'". Crecientemente Egipto se hizo dependiente en lo financiero de los pagos cuantiosos hechos por Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y los EAU.

Desde el punto de vista norteamericano hay que tomar en cuenta que con el fin de la guerra en el Sureste Asiático, Washington elevó al Medio Oriente entre sus prioridades estratégicas y de "seguridad nacional". A este hecho contribuyó notablemente la situación petrolera mundial y la norteamericana en particular. Efectivamente, EE.UU. observaba con preocupación una situación que en nada le era favorable:

- las reservas mundiales de petróleo son finitas.

- el crecimiento consumo mundial está acelerando su agotamiento.

- las propias reservas petroleras (de EE.UU.) son pocas y no están creciendo.

- las reservas probadas en el Hemisferio Occidental son limitadas e insuficientes.

- las mayores reservas están en el Hemisferio Oriental.

- la URSS tiene grandes reservas probadas y muchas perspectivas futuras.

- el Medio Oriente contiene las mayores reservas probadas y especialmente el Mundo Árabe es muy rico en petróleo.

- los árabes tienden a utilizar su petróleo en el sentido de negarle ese producto estratégico a quienes ellos consideran sus enemigos por su apoyo a Israel.

-los aliados de EE.UU. consumen cada día más petróleo importado principalmente desde los países árabes.

- los aliados no son considerados enemigos por los árabes.

-los aliados no están dispuestos a arriesgar los suministros petroleros árabes haciendo causa común con Israel y EE.UU.

- la URSS y los demás países socialistas están aumentando su propio consumo petrolero disponiendo así cada vez de menos excedente para la exportación y encaminándose hacia una futura competencia para la exportación y encaminándose hacia una futura competencia para importar petróleo mesoriental.

- las compañías petroleras saben que las mayores probabilidades para descubrir nuevas reservas petroleras están en el Mundo Árabe, pero no se animan a arriesgarse en una región cada día más hostil hacia EE.UU. y sus empresas por el apoyo de Washington a Israel.

- los regímenes conservadores y moderados árabes proporcionarle todo el petróleo que requiera, no podrán hacerlo por mucho tiempo porque están acosados por los árabes "radicales" y acusados de colaborar con el principal culpable de la agresión israelí. (El artículo citado de James Akins contiene una franca exposición de esa visión.)

No fue nada fácil para Washington enfrentarse a esos hechos; una gran potencia con las dimensiones de EE.UU., con la magnitud de su importancia y la variedad de sus compromisos y responsabilidades acostumbrada a tenerlo todo en las cantidades y condiciones que desee, encontrándose presionada por un puñado de pequeños países sin poderles aplastar, y viendo además cómo la OPEP "chantajea" a las compañías petroleras norteamericanas ante la satisfacción de Moscú y la inacción de Europa Occidental y Japón; fue realmente una situación difícil, angustiosa, crítica.

Pero en la medida que EE.UU. reconociera lo crítico de su situación, contribuía a su propia debilidad, provocando mayores presiones, mayor descomposición en su propio campo y exponiéndose a que aliados y adversarios sacaran provecho de la situación. Notablemente más inteligente era entonces infundirle angustia a muchos y propagar la noción y la sensación de un fenómeno general: la crisis energética mundial. En realidad, EE.UU. debido al papel exclusivo que ocupa el sector privado en la industria petrolera, ni siquiera disponían de mecanismos de emergencia a cargo del Estado; fue necesario entonces dar varios pasos:

- intervención oficial en la elaboración de planes energéticos nacionales.

- apoyo a las compañías petroleras en sus negociaciones con la OPEP.

- convencer los aliados de la necesidad de la cooperación energética.

- impedir adhesión del Tercer Mundo a la OPEP.

-despolitizar a la OPEP apoyando a los conservadores mediante un arreglo para el conflicto del Medio Oriente.

James Petras en un brillante análisis contribuye a entender que:

En lugar de imaginar a los EE.UU. como una potencia mundial en decadencia, es más adecuado considerarlo como una potencia que se restablece, la "primera entre iguales"... El proceso por medio del cual las reservas aparentes se convierten en ventajas positivas, las derrotas en una nueva concentración del poder, los compromisos provisorios en avances tácticos, señala la necesidad de examinar la estructura y relaciones históricas que facilitan la afirmación de la potencia mundial". (El mito de la decadencia de los EE.UU. como poder capitalista mundial: FACES, UCV, No. 1, Sept. 1976. p. 12.

Obviamente, la continuada ocupación israelí de los territorios post 1967 había comenzado a inquietar a Washington por el hecho de que esa ocupación. Es decir, si bien es cierto que Tel Aviv y Washington podían negociar desde una posición de fuerza con esos territorios en poder de Israel, su retención en manos israelíes sin negociaciones provocaba situaciones indeseables para los intereses norteamericanos y debilita las posiciones de los gobernantes árabes comprometidos con Washington.

Puede afirmarse entonces que el gobierno norteamericano y probablemente también las petroleras transnacionales llegaron a la convicción de que el apoyo unilateral e ilimitado de Washington a Israel durante un cuarto de siglo no habría producido el esperado efecto de causar el colapso final del nacionalismo liberador árabe para dejar las puertas abiertas de par en par ante los intereses norteamericanos en la región árabe.

O sea, que el poderío militar israelí y sus conquistas territoriales provocaban condiciones opuestas al interés nacional norteamericano en momentos en que EE.UU. requería más urgentemente el petróleo árabe. Por lo que puede considerarse como factible cierta divergencia entre las posiciones respectivas del Tel Aviv y Washington.

Israel confiado en su potencial militar y enorme influencia que la minoría judía ejerce en los EE.UU., supone y espera de Washington un apoyo irrestricto. Sin embargo, la Casa Blanca conoce los límites del uso de la fuerza, especialmente en una región tan próxima a la Unión Soviética; tiene que mantener a sus aliados árabes en el poder en una zona de frecuentes estallidos violentos; requiere de suministros petroleros crecientes y estratégicos y recibe las presiones de poderosas firmas transnacionales preocupadas por el permanente peligro de perder la fuente de sus principales operaciones y ganancias.

La Guerra del Ramadan y el embargo petrolero árabe de octubre 1973 a marzo de 1974, estimularon a Washington para activar la situación y encaminarla hacia un destino más seguro. Sadat y Faisal dejaron evidencias de que su acción, lejos de querer hacerle daño alguno a EE.UU., tenía como objetivo crear mejores condiciones para el desenvolvimiento de los intereses norteamericanos en la región árabe a mediano plazo a través de un "arreglo" y no una solución.

Pudo haber cierta discrepancia entonces entre el pragmatismo estadounidense y los manipuladores de la "misión bíblica" del "pueblo elegido" en la "tierra prometida". Para EE.UU. un arreglo es beneficioso, ya que disminuye las tensiones; aleja el peligro de la revolución; refuerza a los aliados árabes y estabiliza sus regímenes; asegura las relaciones económicas por hacerla aparecer como presionando a Israel.

La composición de las fuerzas políticas en la región árabe arroja una situación más conveniente para las Monarquías Petroleras Árabes del Golfo que les permite adversar la corriente árabe partidaria de la confrontación con Occidente, de los cortes de la producción y del incremento del precio. Esa corriente que en 1973 había coincidido, inconscientemente, con el Gendarme del Golfo en nombre de Occidente, el Sha, y le habrían dado a la AIE la justificación e ímpetu que necesitaba, permanecer hasta 1978 incapacitada de generar nuevos desequilibrios en el mercado como para provocar mayores incrementos de los precios capaces de impulsar los planes y las políticas de la AIE. La política de producción de las Monarquías Petroleras Árabes del Golfo impide también el que el Resto de la OPEP pueda, ante una demanda que crecía más lentamente, incrementa los precios.

Cambio en Irán: el Gran Desorden

Cuando se encontraba la OPEP inmersa en el diseño de una Estrategia a Largo Plazo, se produjo el Gran Desorden: el orden que Washington ejercía en el Golfo para mantener controladas las diferencias entre su aliado preferencial: Irán y su otro aliado: Arabia Saudita, se perdió al colocarse Irán en estado de rebeldía. Había estallado la Revolución.

Durante el último trimestre de 1978 comienza a manifestarse en la industria petrolera iraní el efecto revolucionario en forma de una declinación en la producción que luego, en 1979, se convirtió en una verdadera crisis.

Simultáneamente, ese proceso tuvo otra manifestación e implicaciones en el sentido de haberse roto un eje básico en el esquema estabilizador-garante. Surgió no sólo un vacío, sino emergió la posibilidad real de que: el "gendarme" de ayer, además de desertar, se convierta en poderoso elemento "subversivo-desestabilizador".

La alianza entre Egipto y Arabia Saudita, coordinada por Estados Unidos, ya no podía cumplir un rol efectivo y parecía desaconsejable. Sadat estaba a punto de concluir su acuerdo con Israel y cualquier estrechamiento de sus relaciones con El Riyadh sólo podía acelerar la consolidación de la oposición interna y panarábiga contra la cooperación saudí con Washington y Sadat. En presencia de condiciones de mayores riesgos por la introducción del elemento religioso-islámico de oposición a Occidente/Estados Unidos, hubo signos de mayor fuerza y actividad de la URSS en la región (Yemen del Sur, Etiopía, OLP, Siria, Libia).

El esquema que surgió dejó a las monarquías petroleras árabes:

* Bajo amenazas de desestabilidad interna, panarábigas, panislámicas, externas

* Desprovistas del paraguas defensivo regional.

* Con muy limitado potencial de producción inexplotado como para poder manipular los precios.

* Desconfiadas de la capacidad de Estado Unidos de brindarles protección y decepcionadas de su política con respecto al conflicto árabe-israelí.

* Ante la necesidad de moderar su alineación con Estado Unidos. Existen, entonces, tres ejes entre Estados Unidos y los actores regionales:

Washington-Tel Aviv

Washington-El Cairo

Washington - El Riyadh

Pero una demostración de la limitada efectividad de esa estrategia es la determinación de Estados Unidos de confiar la defensa de sus intereses a sus propias fuerzas militares, la presencia directa de Estados Unidos en el Océano Indico y la obtención de facilidades marítimas y aéreas en el Mar de Arabia, el Sultanato de Omán, Kenia y Somalía.

Sadat fue más que el sucesor de Nasser, ya que de hecho efectuó un cambió total en la política egipcia tanto en el campo interno como en las relaciones y alianzas internacionales de su país. Fue natural, en presencia de esa realidad, el que Egipto volviera a tener una estrecha relación con el régimen del Sha. El mandatario egipcio había anulado el Tratado con la URSS, expulsado a los asesores militares y técnicos soviéticos, declarado una "apertura" económica interna e invitado al capital extranjero a invertir en Egipto y depositó su confianza en Washington para resolver el problema palestino. La diplomacia norteamericana del "paso por paso" condujo a Sadat hacia "la paz" con Israel que comenzó con el acuerdo de separación de fuerzas en el Km. 101 y alcanzó el punto estelar con el viaje de Sadat a Tel Aviv. De allí los protocolos de Camp David de septiembre de 1978 fue un trayecto más de forma que de contenido.

El sismo, la grieta que esa actitud produjo en el propio Egipto y el resto del mundo árabe fue de enorme magnitud y sus efectos siguen vivos aunque muerto está el artífice de esa política, victima de la ira e indignación popular que aún no encuentra cómo encauzar organizadamente su protesta.

Pero no menos perjudicados habían quedado los intereses y el prestigio soviéticos, sobre todo si se recuerda que "el vacío" fue velozmente llenado por EE.UU. que vio en la utilización del extenso territorio egipcio, su potencial militar (además de otras condiciones o tributos favorables) y el entusiasmo de su presidente de una oportunidad histórica para alcanzar importantes objetivos sin que tuviera por ello que pagar precio alguno.

Fue un triunfo grande y fácil para Washington que la revolución etíope y el acercamiento de Libia y Yemen del Sur a Moscú no lograron compensar. La Jefatura egipcia en el poder, liberal como es, habiendo cortado los lazos con el mundo árabe, carece de autonomía y es así un aliado sin voluntad de Washington.

La firma del Acuerdo egipcio-israelí-estadounidense de 1979 disminuyó las perspectivas inmediatas de una nueva guerra árabe-israelí al haber logrado apartar a Egipto del resto del mundo árabe. Pero de hecho Egipto ha sido penetrado en forma creciente en lo económico, cultural e ideológico por EE.UU.-Israel y se le incorporado al sistema militar norteamericano en la región, a tal grado que esa nueva postura egipcia constituye por un lado motivo de hondo descontento entre amplios sectores de la población egipcia, tanto civiles como militares, además de representar motivo de preocupación y temor real en varios países vecinos por el otro.

En otras palabras, el "proceso de paz" demostró tener como resultado primordial el fortalecimiento de la posición norteamericana y sus intereses así como la ampliación de la alianza militar con regímenes amigos.

Muy diferente era la situación cuando Nasser, quien no ocultaba su oposición al consumismo, contaba con un enorme apoyo popular en su país y el de buena parte de las opiniones públicas y oficial del mundo árabe, africano y del Movimiento de Países No Alineados, pero coincidía con la URSS en aspectos de la política internacional que para Egipto son vitales en el logro de la independencia económica y la liquidación de las conquistas coloniales en el mundo árabe y África. africanos y mesorientales, destinada a combatir todo movimiento de liberación nacional, manifestación de independencia económica, viraje hacia el socialismo, acercamiento al bloque soviético. Egipto con su territorio, población y ubicación, al incorporarse activamente a esa estrategia robusteció a la misma formidablemente y este hecho representa a uno de los botines más importantes que potencia alguna (en este caso EE.UU.) haya podido ganar sin librar una guerra.

Ello en sí representa una notable alteración del equilibrio de fuerzas preexistente, por lo que el adversario (en este caso la URSS) no puede permanecer indiferente, sino que tiene que buscar acciones que restablezcan el equilibrio, y es así como posiblemente habría que interpretar, en parte, la actitud soviética en torno a Afganistán (desde diciembre de 1979).

Si bien es cierto que Afganistán no fue una pieza norteamericana en el ajedrez de Washington, el que Moscú tenga allí cuantiosos contingentes militares representa cierto desafío para Pakistán que a su vez es aliado de EE.UU. y China, siendo por otra parte un adversario permanente tanto de la URSS como de la India.

En forma similar, la presencia soviética en Afganistán constituye cierta advertencia a Washington en el sentido de que pertenecen a la historia los días en los cuales la OTAN consideraba las aguas del Océano Indico, Mar de Arabia y el Golfo como exclusivamente suyas.

La respuesta norteamericana no tardó en presentarse en la forma de envió masivo de buques de guerra a los lugares señalados, el aceleramiento de la incorporación egipcia a los planes militares regionales, el afianzamiento de la cooperación con Israel, el fortalecimiento militar de Pakistán, el apoyo de los rebeldes afganos y la obtención de bases militares en Omán, Somalía y Kenia.

EL EXPLOSIVO GOLFO

Con la ocupación de la embajada norteamericana en Teherán y la toma de su personal como rehenes el 4 de noviembre de 1979; los múltiples centros de poder no coordinados en Irán; las repetidas amenazas emitidas en Teheraán contra los países árabes vecinos y el Estrecho de Ormúz, aumentan los pretextos de Washington para intensificar su presencial militar y responden con amenazas no menos belicosas.

A los 53 días del episodio de la toma de la embajada, la URSS inicia primero el puente aéreo y envía luego numerosas unidades para concentrar amigo, una fuerza militar considerable. Fue un acto que se inscribe dentro de alguna de las siguientes explicaciones:

* La determinación de Moscú de responder a tantas "iniciativas" de Washington a acorralar a la URSS desde su acercamiento a China, hasta envalentonar a Rumania y a Polonia a debilitar sus nexos con el Pacto de Varsovia.

* Responder a la pretensión de EE.UU. de conducir exclusivamente una "solución" al problema árabe-israelí.

* El temor de la URSS de que EE.UU., pudiera realizar una oposición militar en el Golfo con el pretexto de la situación iraní y alegando sus responsabilidades frente a sus aliados en torno a las necesidad de suministros petroleros seguros desde el Golfo. Este hecho hubiera puesto a la URSS ante hechos consumados difíciles de contrarrestar a posteriori.

* Refleja una etapa del sistema y poderío soviético cuando la expansión territorial se vuelve factible o necesaria.

Con los acontecimientos señalados no sólo la región del Golfo sino la totalidad del mundo árabe se encontró en medio de una atmósfera cargada de tensión, con ambas grandes potencias en el centro del escenario empujando cada una en la medida de su capacidad a un número de países y Estados para integrar su respectivo bloque.

Es en esa circunstancia de alta peligrosidad que Irak lanza en marzo de 1980 su plan panarábigo en contra del otorgamiento de bases militares. El llamado se dirigía fundamentalmente contra la intención de Somalia y Omán de seguir ese camino con EE.UU., pero a la vez representó una crítica al régimen de Yemen del Sur por su alianza con la URSS. El gobierno iraquí obtuvo importantes éxitos en esta misión y logró aglutinar alrededor suyo a un poderoso grupo de Estado Árabes que no sólo condenaron a Sadat sino que se comprometieron a no dar facilidades militares a EE.UU.

Mientras tanto el régimen iraní no ocultó su intención de "exportar la revolución islámica" a sus vecinos árabes del Golfo, denunció los regímenes "monárquicos corruptos amigos de EE.UU.", pero igualmente condenó el nacionalismo árabe y en este caso a su representante más cercano: el partido y el gobierno del Baath en Irak.

El Gran Desorden alcanza al mercado que repentinamente deja de recibir el petróleo iraní. EE.UU. que en alto porcentaje dependía del suministro iraní en sus importaciones, resulta el país más afectado.

Las Monarquías Petroleras Árabes del Golfo caracterizadas por una cómoda situación de Reservas per cápita, ven amenazada su estrategia tanto económica como política, ambas fundamentadas en sus amplísimas reservas petroleras. Enfrentan, además, la amenaza a su propia supervivencia en tanto Dinastía, así como, en el orden interno e integridad territorial.

La superpotencia responsable del orden regional, EE.UU., por su carácter No Islámico no puede intervenir para eliminar amenazas internas de carácter religioso. La Monarquía Saudita y sus aliados tienen que resolver el problema con sus medios. Egipto, cuyo peso establecía el equilibrio regional árabe versus los factores No Árabes ( Israel, Irán, Turquía ) no podía integrar la ecuación, debido a su ruptura con el grupo árabe a raíz de los Acuerdos de Camp David auspiciados por Washington.

La toma de la Embajada Norteamericana y el secuestro de los Diplomáticos estadounidenses en Teherán por una parte, y la Intervención Soviética en Afganistán por otra, compromete más directamente a las dos Superpotencias en el área.

En septiembre de 1980 se produce la guerra entre Irán e Irak.

Persia se llama ahora República Islámica de Irán o Imperio de Irán como se llamó hasta la caída del Sha, pero el hecho es que territorialmente el Estado domina la misma extensión, ocupa las mismas fronteras, lo integran los mismos pueblos. Dentro de esos últimos, la nacionalidad persa es algo más que la mitad del total de la población, siendo el resto "minorías": árabes, kurdos, turkmenos y belutch. La fecha de incorporación o inclusión de esas nacionalidades con sus respectivos territorios al Imperio varía de un caso a otro, pero el denominador común de todos los casos es el carácter violento mediante el cual se logra dicha dominación. Como ejemplos tenemos el caso de Arabistán en 1926 y el de Azerbeijan en 1947.

El Sha era miembro de alianzas e instrumento en estrategia pero él en sí o su país nunca fueron el centro alrededor del cual se aglutinaban países o fuerzas algunas. Pese a toda declaración o manifestación, hoy todavía existen coincidencias tanto explícitas como implícitas entre Irán, por una parte, y aliados de EE.UU., como Israel y Pakistán, así como el propio EE.UU., por la otra. La venta de armas por Israel; el bombardeo por Israel del reactor nuclear iraquí; el apoyo dado por Teherán junto a Pakistán y EE.UU. a los rebeldes afganos; la compra de armas y repuestos norteamericanos a través de terceros, etc., refuerzan lo arriba dicho.

Históricamente, Rusia ha sido para Persia la presencia más inmediata y tangible de "Occidente". Entre ese imperio europeo cristiano y su vecino oriental islámico existe una larga historia de conflictos que han llevado a que en Irán se desarrolle un profundo sentimiento anti-ruso (similar al que existe en Turquía, otro vecino oriental islámico de Rusia) al punto que tradicionalmente los Shas han movilizado sus pueblos contra los zares recurriendo al recurso de Jihad, ya que para muchos persas los rusos son la materialización de los infieles.

Por otra lado entre Persia, por una parte, y sus vecinos por la otra, no existe lazo unificador posible fuera de la religión común, sobre todo si se recuerda la tradicional oposición de la Persia Shiita al Califato Turco sunnita, los enfrentamientos históricos entre Persia y su vecino Irak en la región.

El Gran Desorden divide la OPEP

Para los cinco Países Miembros Árabes del Golfo, el Gran Desorden en el Golfo de 1978-1979 generado por la Revolución Iraní y sus secuelas, tiene efectos negativos que superan con creces cualquier " beneficio " temporal y circunstancial expresado en la repentina riqueza producida por el incremento sustancial y simultáneo de los precios y la producción de la OPEP. Sin embargo, el resto de los Países Miembros, hasta que comenzó a manifestarse la baja de la demanda, de los precios y de los ingresos en 1982, no se habían percatado de la gravedad de la situación para sus socios árabes en el Golfo.

El Golfo: Conflicto Máximo

El Gran Desorden divide la OPEP en el Grupo Árabe del Golfo y El Resto de la OPEP. El Grupo Árabe del Golfo tiene que permanecer en medio del Gran Desorden y sobrevivir. El Resto de la OPEP sólo se preocupa por sus ingresos petroleros. Este último grupo no se percata de que el Centro del Conflicto en el Medio Oriente se ha movido hacia Oriente; se ha trasladado en 1979 desde el Mediterráneo Este al Golfo. Tampoco comprende que, la " relativa comodidad " con que todos en la OPEP convertían el factor conflictivo mesoriental en mayores ingresos petroleros, ha terminado.

Éxitos de la AIE: Efectos desiguales en la OPEP

El dilema crece para el Grupo Árabe del Golfo en la medida en que maduran las condicione para palpar el éxito de las políticas de la AIE, porque es ese Grupo el que más sufre la disminución de la demanda. En el importante mercado norteamericano, específicamente, el lobby israelí había utilizado el incidente de la interrupción del petróleo iraní y del alza en los precios a raíz de la Revolución Iraní para que EE.UU. formulara una política en la cual los suministros petroleros desde el Medio Oriente ( El Golfo ) sean minimizados. El Resto de la OPEP solo sufre la competencia de!los No - OPEP. Para el Grupo Árabe del Golfo, esa medida no solo significa pérdida de mercados, sino también, de opción política para el uso del petróleo como instrumento diplomático.

La OPEP no fijó precios, el Mercado si El Gran Desorden acabó con la Estrategia a Largo Plazo

La Defensa del Precio fortaleció a los No-OPEP.

La Guerra Irán-Irak es otra consecuencia del Gran Desorden y sus secuelas afectan sensiblemente al Grupo Árabe del Golfo. Las condiciones de falta de seguridad del suministro petrolero, amenaza al tráfico marítimo comercial de importación y exportaciones, las agresiones contra la integridad territorial, los atentados contra la estabilidad interna, los ataques contra objetivos civiles e instalaciones petroleras, son algunas de las manifestaciones de ese conflicto bélico en países no beligerentes. Las apremiantes necesidades financieras de los beligerantes les obliga a aplicar prácticas de trueque, descuentos y otras formas que debilitan el precio en el mercado.

Después de la caída, un precio por "Decreto"

El descenso del 50% en los precios en 1986 se detuvo no tanto por el éxito de las presiones dentro de la OPEP, sino porque se llegó a colocarse por debajo del costo marginal de producción en EE.UU. La gravedad de la situación de la industria petrolera doméstica norteamericana, las quiebras de bancos y el temor en los círculos financieros internacionales fueron factores de peso. Pero más convincente fue el mensaje el Vice Presidente Bush a los Árabes del Golfo. Para hacerlo más creíble, la Casa Blanca aprobó las ventas a Irán de misiles anti-tanques y tierra-aire mientras Teherán preparaba su "ofensiva final" contra Irak.

Hace algo más de un año se reestableció en la OPEP "por decreto" un precio de $ 18/b, que es de paso conveniente para mantener en marcha los planes de la AIE. Irán no ha podido definir la guerra militarmente a su favor. El Irángate constituye un escándalo que le dificulta a Washington repetir ese tipo de acciones ocultas. El Gran Desorden se ha desbordado en ataques misilísticos contra Kuwait, el intento de subvertir el orden en Arabia Saudita y el minado de las aguas del Golfo. Los Árabes del Golfo han diversificado sus relaciones y cuentan hoy con vínculos avanzados, tanto con la URSS como con China. Por otra parte, la normalización de las relaciones con Egipto y el compromiso expresado por ésta de defender a los Árabes del Golfo, ofrece alternativas antes inexistentes.

El Golfo más nombrado y explosivo del Mundo

Su propio nombre era motivo de disputa: Arábigo o Pérsico? hasta que la OPEP sabiamente resolvió: EL GOLFO. Cero adjetivos.

Por su "boca" de 40 Km. de ancho, navegan en dos canales de 90 metros de profundidad unos 25 barcos diariamente para transitar los 900 Km., que es el largo del Golfo en medio de múltiples y extremos peligros.

Agua Buques de Guerra: Irán, Irak, Países del CCG,

EE.UU.,URSS. Minas flotantes y

enterradas por hombres ranas frente

a costas de Kuwait.

Tierra Artillería: Irán sobre Estrecho de Ormuz Irán

en Fao, Bandar Abbas e Isla de

Qeshm.

Aire Aviación: Irak, Irán, Países CCG, EE.UU.

URSS.

Acciones: Irak: Su aviación bombardea

instalaciones petroleras iraníes,

tanqueros y cargueros.

Irán: Su fuerza naval bombardea

tanqueros y cargueros que

frecuentan puertos de países

del CCG y Kuwait en particular.­

Su fuerza naval intercepta y

revisa cargueros que frecuentan

puertos de países del CCG.

Su fuerza naval intenta tomar

los puertos iraquíes de

Um Qasr y AlBakr.

Sus minas han hecho estallar

tanqueros y cargueros de

varias nacionalidades.

Sus misiles amenazan la

navegación en el Golfo y

especialmente al Estrecho de

Ormuz, territorio de Kuwait,

territorio de Irak.

Todas las instalaciones de desalinización de agua y de generación eléctrica de los países del CCG están en las costas del Golfo. Arabia Saudita tiene también en las costas del Mar Rojo otros complejos de ese tipo.

Para bloquear el Estrecho de Ormuz, se requiere hundir unos 24 barcos.

Irán posee los misiles chinos Silkworm HY-2 con 450 Kg. de explosivos, 80 Km. de alcance y sobre plataformas móviles. Qué hará con ellos?.

El Bloque Soviético: no recibe petróleo desde el Golfo.

Occidente: sí lo hace. Japón es quien más depende del petróleo del Golfo, seguido por Europa y EE.UU. en mucho menor grado.

Irán: exporta todo su petróleo, y todas sus importaciones pasan por el Estrecho.

Irak: no exporta petróleo ni importa por el Estrecho.

Todas sus exportaciones petroleras y todas sus importaciones pasan por el Estrecho.

Arabia Saudita: más del 70% de sus exportaciones petroleras y una parte sustancial de sus importaciones pasan por el Estrecho.

Una primera conclusión indicaría que:

* Irán, Kuwait, Bahrain, Qatar, EAU son los países ribereños más dependientes del Estrecho.

* Japón, Europa Occidental, y EE.UU. son los países consumidores más dependientes del petróleo del Golfo.

* Kuwait, Bahrain, Qatar, EAU, Arabia Saudita son los países ribereños más vulnerables por Irán.

Todos ellos son aliados o amigos de EE.UU.

El Kremlin, que había sugerido una conferencia entre las dos grandes potencias para resolver el conflicto Irán-Irak, criticó las acciones de los EE.UU. por considerar que podrían "agravar las tensiones en el Golfo".

La Fuerza Naval Soviética dispone ahora en el Golfo y el Mar de Arabia de 22 unidades, lo cual es el doble de la cantidad habitual.

La URSS ya está en el Golfo

Desde la URSS un avión de guerra puede estar en el Golfo en 20 minutos.

Desde Afghanistan, un avión soviético necesita 10 minutos para estar en el Golfo.

Desde el Indico y el Mar de arabia los soviéticos están a minutos de vuelo del Golfo.

Innumerables ciudades y objetivos iraníes están al alcance de al URSS.

Las instalaciones de agua (desalinizada) y de electricidad de todos los integrantes del CCG están expuestas a: ataques de misiles; ataque aéreos; sabotaje; descomposición por contaminación a raíz de grandes y prolongados derrames petroleros.

La actividad pesquera del CCG puede paralizarse por el ambiente bélico y a causa de grandes y prolongados derrames petroleros.

Varias ciudades iraquíes, incluso Bagdad, la capital han recibido el impacto de misiles tierra-tierra disparados desde Irán.

Varias ciudades iraníes han recibido el impacto de misiles tierra-tierra disparados desde Irak y ahora puede ser alcanzada incluso Teherán la capital.

Todos los puertos petroleros, tanqueros, campos petroleros y refinerías de Irán han sido o podrán ser alcanzados por la aviación iraquí(hasta ahora con vuelos de máximo 2.600Km).

Los misiles iraníes tierra-agua pueden alcanzar cualquier objetivo naval petrolero en el Golfo (tanqueros).

Existe el precedente (junio de 1981) de que en la capital iraquí, Bagdad, la central nuclear fue bombardeada por la aviación israelí (vuelo de aproximadamente 1.600Km).

El Estrecho de Ormuz podría ser bloqueado por ataques de Irán:

misiles

minas

La navegación en el Golfo está altamente vulnerable:

Irán: misiles, minas, lanchas rápidas armadas contra tanqueros y barcos de guerra.

Irak: Aviación contra tanqueros y cargueros que frecuentan puertos iraníes.

Las refinerías y puertos petroleros kuwaitíes han sufrido explosiones por actos de sabotaje desde Irán.

La capital, Kuwait, puede ser alcanzada por misiles de Irán desde Fao, el puerto iraquí ocupado por Irán desde febrero 1986.

El Emir de Kuwait fue objeto de un atentado.

Varias operaciones terroristas en Kuwait, incluyendo las Embajadas de EE.UU. y Francia, el aeropuerto y objetivos civiles.

-En dos años consecutivos, decenas de miles de peregrinos iraníes provocan disturbios en La Meca. El 01-08-87 las victimas en Arabia Saudita superan el millar entre muertos y heridos.

CRONOLOGIA DEL REABANDERAMIENTO DE TANQUEROS

1984 Kuwait pide a Washington cohetes Washington rechaza pedido por influencias ataques Stinger para influencias de Israel

protegerse contra ataques de Irán. .

Kuwait pide a Moscú cohetes SAM Moscú acepta.

Washington decepcio-

nado; enfríamiento re-

laciones Kuwait-Washington.

Junio 1985

Kuwait propone a Washington una Respuesta negativa de

escolta conjunta USA-URSS para Washington para mante-

sus tanqueros y los de otros ner la URSS alejada

países del CCG. Golfo.

Junio 1986

Kuwait renueve la propuesta Washington responde

negativamente.

Enero 1987

Kuwait pide la bandera de EE.UU. Washington contra-

para algunos de sus tanqueros y propone la exclusividad

la de la URSS para otros. norteamericana.

Kuwait firma un acuerdo con la Washington protesta el

URSS fletando tres tanqueros hecho el 16 de abril.

soviéticos.

El 23 de abril

Washington acepta pro-

porcionar su bandera

para 11 tanqueros

kuwaitíes.

El C.C.G.

Dentro del grupo genéricamente designado como Mundo Árabe,compuesto por una veintena de países, los países agrupados en el Consejo de Cooperación del Golfo (C.C.G.), merecen una atención particular.

Efectivamente, Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, (todos éstos Países Miembros de la OPEP), Bahrein y Omán, tienen rasgos comunes, como los siguientes:

* constituyen una unidad geográfica;

* les une una história común;

* son, socio-culturalmente, homogéneos;

* comparten la misma religión Islámica-Sunnitas;

* son Monarquías donde las respectivas dinastías

ejercen el poder, en general, desde el siglo

pasado;

* son economías fundamentadas en el petróleo;

* son países de poca población;

* se caracterizan por sus altos ingresos/Cápita;

* todos disponen de excedentes financieros;

* comparten ideologías comunes y objetivos político-

militares casi idénticos;

* participan en planes económicos conjuntos;

* ejecutan una efectiva cooperación en múltiples

campos con miras hacia una verdadera Integración;

Todo lo anterior, los convierte en un grupo homogéneo, de creciente importancia tanto regional como internacional, que así se percibe y se acepta no solo en Asia y África sino también por la Comunidad Económica Europea y EE.UU..

En bloque confrontan, sin embargo, serios problemas y amenazas.

Se sienten vulnerables:

* minado de aguas y costas;

* abordaje e inspección de buques comerciales;

* ataques desde lanchas rápidas contra tanqueros

y buques;

* atáques aéreos contra tanqueros y buques;

* ataques misilísticos contra instalaciones petroleras y otros objetivos;

* atentados dinamitéros contra instalaciones

petroleras y otros objetivos civíles y

diplomáticos;

* frecuentes actos violentos, de subversión,

inclusive un atentado contra el Príncipe de

Kuwait;

* violación del espacio aéreo;

* secuestro de avión y asesinato de oficiales a

bordo.

Además, el C.C.G. tiene percepciones específicas sobre el petróleo en general y sobre la OPEP en particular. Tanto sus dirigentes políticos a nivel diplomático como sus cuadros técnicos a nivel petrolero, hablan de la NUEVA OPEP. Entienden el futuro como el de la Organización de la exportación de los Productos Refinados y no tanto del crudo. Han andado a

pasos gigantescos en el proceso de la Internacionalización con fórmulas originales.

Sus problemas y angustias:

La Navegación petrolera y comercial en El Golfo se ha tornado en extremo insegura. Países no beligerantes están siendo objetos de frecuentes agresiones.

Esto constituye un precedente sumamente grave, por lo que la Comunidad Internacional tiene que ponerle un coto a esas prácticas de minar las aguas, las costas; de atacar tanqueros, buques comerciales, pesqueros; de abordaje e inspección de buques civiles.

La libre navegación en El Golfo tiene que ser reafirmada de acuerdo a las leyes internacionales vigentes.

La Guerra Irán - Irak, que se ha prolongado casi por 8 años, constituye una amenaza real para la paz mundial. La misma debe ser solucionada de inmediato, pacíficamente.

Mientras continúa el conflicto, la OPEP no podrá estabilizar los precios.

Paz y estabilidad de precios son dos realidades inseparables.

El Conflicto del Medio Oriente, que dura ya 40 años, exige una solución inmediata. El levantamiento de los palestinos en los territorios ocupados por Israel evidencian la urgente necesidad de una solución global a dicho problema.

La celebración de una Conferencia Internacional por la Paz en el Medio Oriente, auspiciada por las Naciones Unidas es la vía más conveniente.

La seguridad de todos los Estados de la región tiene que ser garantizada. Los derechos legítimos del pueblo palestino según Resoluciones de las NN.UU., tienen que ser reconocidos.

Peregrinaje Militante e Inestabilidad de la OPEP

Agosto de 1987 se inicia con hechos dramáticos que obligan al régimen saudi a reaccionar.

Irán ya no oculta sus intenciones: más de 150.000 "peregrinos" provocan disturbios violentos en el Reino; el centro más sagrado del Islam es ensangrentado; se intentó tomar la Meca; se quiso obtener el reconocimiento islámico-universal para Khomeini como Príncipe de los Creyentes; se cuestiona la legitimidad e idoneidad de la Dinastía Saudí para ser los Guardianes de la Meca y Medina; se ataca a la Secta Wahabita; se hace un llamado público y oficial desde Teherán para que la enorme riqueza petrolera saudita sea de todos los musulmanes de la tierra.

Esos hechos se asemejan más al inicio efectivo de acciones que a una simple declaración de guerra.

Para Arabia Saudita, el petróleo no es simplemente un recurso natural que proporcione ingresos financieros, sino que es además y principalmente un recurso estratégico fundamental en su política exterior no solo como país individual, sino también como integrante del Mundo Árabe, miembro de la región del Golfo y del Mar Rojo y líder del Mundo Islámico.

El mundo entero sintió que los árabes disponen efectivamente del arma petrolera que en una oportunidad sirvió para incrementar súbitamente el precio. En 1986 el arma petrolero causó estragos porque bajó repentinamente el precio.

Irán fue uno de los países que más sintió los efectos negativos de la política de producción saudita orientada, entre otros, a reconquistar aunque sea parte del mercado perdido. Para que Arabia Saudita abandonara esa política, parece haber existido un entendimiento, un compromiso Teherán-Riyadh.

El libre juego de la oferta y la demanda fue detenido por los más prominentes defensores del sistema capitalista.

Los sauditas fueron "convencidos" para aceptar un compromiso de colocar el precio del petróleo de la OPEP en $18/b a partir de febrero de 1987.

Cuando Arabia Saudita cedió y aceptó, en el último trimestre del 86, volver a la política de cuotas para defender los precios, Washington se estaba cercando a Teherán proporcionándoles armas, mientras que Moscú no se había involucrado aún en el Golfo.

El actual cuadro se caracteriza por el escándalo Irangate que ha deteriorado la credibilidad del Presidente Reagan; la intensificación de la hostilidad iraní contra Kuwait; el reabanderamiento de banqueros kuwaitíes por los EE.UU.; la presencia de tanqueros soviéticos al servicio de Kuwait con la respectiva protección de su armada; una masiva presencia militar-naval norteamericana; ruptura de relaciones entre Irán y Francia y la presencia de unidades navales francesas en el Golfo; el rechazo iraní a la última Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU; los incidentes de la Meca y el posterior asalto en Teherán a las Embajadas de Arabia Saudita y de Kuwait; un mejoramiento de las relaciones Teherán-Moscú y la inminente exportación petrolera iraní a través del territorio soviético; un plazo hasta el 20 de septiembre para que Irán acepte la Resolución de la ONU, seguido por ruptura colectiva árabe con Irán.

EE.UU. ha incrementado su presencia militar en el Golfo de forma evidente lo cual preocupa a Irán y la URSS, y aunque pudiera tranquilizar a los países del CCG, no deja de inquietarlos por razones internas y el peligro de choque entre EE.UU. e Irán. Además, se plantea la pregunta: Cómo hacer salir del Golfo tanto a los soviéticos como a los estadounidenses una vez terminada la actual emergencia?.

Una Macrovisión del Golfo, conectándolo con el Mediterráneo mediante el Mar Rojo y con el Océano Indico por el Mar de Arabia, involucra, además de las Superpotencias, a Egipto, Israel, Turquía, Afganistán, Pakistán y la India. El límite de la "autonomía" de los actores del Golfo está dado por el marco externo y los detalles internos.

(Moscú está determinada a retirar sus tropas de Afganistán, pero qué pedirá a cambio ? Moscú reconoce los intereses de EE.UU. en el Golfo y no desea deteriorar sus relaciones con Washington disculpándole estos privilegios. Pero el Kremlin sugiere una retirada equilibrada del Golfo tanto de su Armada como la de los EE.UU.. Esa disminución recíproca de fuerzas navales abarcaría el Océano Indico. El que Israel tenga misiles nucleares que puedan alcanzar la frontera sur de la URSS es inaceptable para Moscú. El Kremlin, en la medida que influye sobre Irán, se retira de Afganistán y lima las garras de Israel, invita al diálogo al árabe más anticomunista. Efectivamente, Arabia Saudita aprecia ya el rol soviético. Los palestinos obligados a nacer y vivir en "Reservaciones" en su propia patria como lo sufrieron antaño los Piel Rojas, mantienen el "Levantamiento del Ghetto". Con sangre joven pagan el precio de cada piedra que lanzan contra las tropas de ocupación israelí.

Makkah: Intocable Património Árabe

Cerca de Mil Millones de Musulmánes miran hacia La Meca, cuna del Profeta Muhammad; sede de la Káaba, santo lugar para los árabes pre-islámicos, depositario de la Piedra Negra que Muhammad con sabiduría y sentido de la justicia, antes de la revelación como Profeta, evitó la discordia entre los jefes de los clanes de La Meca que se disputaban el honor de cargar dicha Piedra y colocarla en la Káaba. Muhammad tendió su modesto Bisht en el suelo, cargó la Piedra, la colocó en medio de ese "Manto" e invitó a los presentes para que colectivamente lo cargaran. De ese modo el honor fue compartido y la discordia evitada.

Ese Muhammad Bin Abdullah, hijo de La Meca, llevó posteriormente el mensaje de Allah a su pueblo. Allah es el nombre de un Dios Árabe pre-islámico.

Dijo el Profeta que uno de los cinco pilares de la fe es el Peregrinaje a La Meca. Otro es el de orar cinco veces al día. Y los musulmanes lo hacen dirigiéndose hacia su Quibla, que es La Meca.

El Islám original y ortodoxo se fundamentan en el Corán, libro sagrado escrito en Árabe y en la Sunne que es la tradición según el Profeta Árabe.

A lo largo de casi quince siglos, independientemente si la capital del Imperio del Islam estuviera en Damasco, Bagdad, El Cairo, Córdova, o Istanbul, el honor de servir y custodiar La Meca y Medina ha estado en manos de clanes árabes sunnitas aunque los peregrinos puedan pertenecer a las sectas: shiíta, alawita, zaidíta, ismaelíta, etc...

Tratar de ilegitimar un clan árabe sunnita, el saudí, para legitimar un teócrata persa shiíta como custodia de La Meca y Medina colocaría al Mundo Islámico sobre un volcán. La erupción se produciría de inmediato y por doquier.

Un cuerpo con el corazón extirpado muere. Los árabes son el corazón del Islam. Sin ellos, no hay Islam.

Geopolítica del Golfo

Los rehenes como recurso

Garantizar el flujo del suministro petrolero, proteger la navegación comercial y mantener abierta una vía marítima como el Estrecho de Ormuz tiene efectos múltiples.

EEUU ha incrementado en forma sustancial y convincente su presencia naval en el Golfo, Mar de Arabia, Mar Rojo y el Mar Mediterráneo.

Pese a las declaraciones públicas iraníes, este hecho constituye para Teherán una disminución, si no real, al menos potencial de su capacidad de maniobra. Limita sus posibilidades de acción contra sus contendores del CCG; pesaría eventualmente sobre sus exportaciones e importaciones marítimas y le haría más dispuesta a entenderse con Moscú tanto para buscar protección ante ciertas emergencias como para explorar vías alternas de tránsito a través del territorio soviético.

Moscú ya ha expresado desagrado y preocupación por la "exagerada" presencia militar estadounidense en el Golfo. Pero esa coincidencia Teherán - Moscú no tiene por qué traducirse automáticamente en una "alianza" Soviética - Iraní. Las posibles facilidades que la URSS daría a Teherán tendrían alguna contrapartida.

Irán está involucrada en el conflicto del Líbano y ello fue posible gracias a las facilidades y apoyo brindado por Siria. Damasco por su parte se encuentra bajo diversas presiones. A nivel de la Liga Árabe, Siria está urgida de utilizar sus vínculos con Irán para un cese de la guerra con Irak si Teherán no quiere enfrentar una ruptura de relaciones en masa por parte de los países árabes. En sus tratos con Irán, Siria siente incoherencias y contradicciones por la lucha por el poder que se manifiestan claramente en Irán y en las acciones de los seguidores de esa en el Líbano. En el Líbano, Damasco tiene que cumplir su función de garante del orden y seguridad de ese país en medio de un difícil equilibrio entre falangistas, musulmanes sunnitas, druzos, musulmanes shiítas, y palestinos. Por otra parte, Siria procura mejorar su imagen ante Washington a la vez de tener que cumplir sus compromisos como aliada de Moscú.

Es en el Líbano donde Damasco podría contribuir a bajar las tensiones en el Golfo. Ayudando a liberar los rehenes occidentales en poder de milicianos pro-iraníes, Damasco

obtendría el agradecimiento de EEUU y una manera para demostrarle ese agradecimiento sería retirando algunos de sus buques de guerra que podrían ser sustituidos por los de "países amigos" como Italia bajo bandera de la ONU. Un hecho de ese género mejoraría la posición Siria en Moscú. Irán sería el país más beneficiado de ese "trueque" de rehenes en el Líbano por un alejamiento de fuerzas militares hostiles por un lado y una menor necesidad de acercarse y quizás depender de Moscú por el otro. Esta última estaría dispuesta, eventualmente, a retirar del Golfo alguna de sus unidades navales y/o contribuir al proceso de reconciliación nacional en Afganistán.

El Rol de Israel

El agravamiento y extensión de la Guerra Irán-Irak, el involucramiento soviético en el Golfo, la salida a la luz pública del rol israelí en la venta de armas a Irán, el consenso logrado

por los cinco Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, son aspectos desfavorables al papel que Israel prefiere desempeñar en el Medio Oriente: el de garante regional de los intereses occidentales, que mantiene alejada a la URSS del escenario, combate el terrorismo.

Un eventual entendimiento directo entre Moscú y Washington para resolver los problemas del Golfo con el concurso de Europa Occidental y quizás China bajo los auspicios de la ONU reduce para Occidente la importancia y utilidad de Israel y reduce el campo de acciones de ese país. Situación esa que pesaría sobre Tel-Aviv y le haría más flexible para aceptar presiones conducentes a una "solución" del Conflicto Global del Medio Oriente": el Problema Palestino.

Efectivamente, la URSS, Europa Occidental y recientemente Washington, además de los regímenes árabes moderados inclusive la OLP están en favor de la celebración de una Conferencia Internacional sobre el Medio Oriente, mientras que en Israel prevalece aún un fuerte rechazo a esas iniciativas pacíficas.

Es en este contexto que, midiendo Israel aspectos esenciales de su interés nacional en una proyección prospectiva, decidirá el rumbo y las acciones a tomar. El espectro de opciones está dado desde el cercano Líbano con su mosaico de problemas, hasta el siempre latente problema de los Kurdos entre Irak e Irán, la posibilidad de un cisma entre Sunnitas y Shiítas en el Medio Oriente, generalizar el enfrentamiento Irán-Irak para convertirlo en un conflicto Persa-Árabe, colaborar con Irán para mejorar su producción de armas sofisticadas, inclusive el armamento atómico.

El Medio Oriente sin El Sha

Realineamiento Árabe: Conducen Los "Conservadores"

Con el Sha en Irán y un acuerdo con Camp David en la puerta, las condiciones para que Washington desarrollara su política en el Medio Oriente, eran óptimas.

  • Irán e Israel cumplían su papel de pilares permanentes, Arabia Saudita funcionaba como fuente inagotable de recursos y Sadat superaba con sus acciones las predicciones del más optimista analista de Estados Unidos.

Las repercusiones de la crisis de Irán constituyen un serio cambio para la política norteamericana en la región:

- Una vez caído el Sha, de qué sirve un acuerdo con Egipto, si la zona queda huérfana de su gendarme local? Allí no puede intervenir Estados Unidos, por la cercanía geográfica con la Unión Soviética. Esta sacudida tan profunda, tan a fondo, no sólo asusta a los regimenes de Arabia Saudita, Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes. Lo que le pasó al Sha, con todos sus ejércitos y todas sus armas, formando parte de alianzas internacionales, ha fortalecido también a las fuerzas que reclaman un cambio en las monarquías petroleras árabes.

- Irán tendrá que retirar sus fuerzas de otras naciones de la región como en Omán, siendo muy difícil que pueda encontrar un sustituto que se disponga a jugar este papel de policía.

El estallido de la guerra con Irak y sus posteriores complicaciones brindaron la oportunidad de la presencia extranjera en el Golfo en forma masiva.

IRAN BUSCA UN LIDERAZGO

Irán tiene fronteras comunes con numerosos países además de contar con vecinos muy cercanos con los cuales comparte las costas del Golfo Arábigo.

Las fronteras más largas los separa de la URSS, pero igualmente considerables son aquellas con Afganistán hoy aliado de la URSS. Turquía y Pakistán, dos aliados fundamentales de EE.UU. en Asia, son también fronterizos de Irán. El vecino realmente no alineado con ninguna de las dos grandes potencias y su respectivo bloque o área de influencia es Irak. A través del golfo, Irán es vecino de Kuwait, Arabia Saudita, Bahrain, Qatar,los siete principados que conforman los Emiratos Arabes Unidos, y finalmente, Omán, que objetivamente tiene estrechos lazos de amistad y cooperación con EE.UU.

Definitivamente son demasiados vecinos. La convivencia no siempre es fácil, especialmente dada la diversidad de los sistemas políticos y alianzas militares imperantes en tan gran número de vecinos. Y cuando se produce un cambio de régimen en uno (Irán) de ese numeroso grupo de países mencionados que forman un conjunto regional, la convivencia se vuelve aún más vulnerable y cuestionable sobre todo cuando el nuevo régimen anuncia principios diferentes, identifica a enemigos y declara la guerra santa para extender su modelo y así lograr su objetivo.

Obviamente, en ninguno de los vecinos inmediatos o mediatos del nuevo Irán existen condiciones que se asemejen en forma o espíritu al "paraiso" terrenal reinante en la República Islámica de Irán. Por lo tanto, la misión mesiánica podía cumplirse enviando los mártires de la fe para liberar a sus hermanos en cualquier dirección geográfica.

Pero el espíritu de Alá con sede en Qom al decidir alejar el ejército de sus cuarteles evitando que el ocio lo indujera a pensar en ideas satánicas, tuvo sumo cuidado en no involucrar sus guerreros con algún vecino que tuviera dolientes poderosos.

Tras ocho años de intensa guerra que se libró en tierra, mar y aire contra Irak, el régimen de Teherán, pese a su superioridad numérica, territorial y de Fuerzas Armadas, ha sufrido dramáticas derrotas militares, su abierta agresividad y provocaciones han obligado a los países árabes del Golfo a cerrar filas. Destaca al respecto, por una parte, la solidaridad que todos los países petroleros árabes del Golfo han expresado hacia Irak, y por otra parte, la necesidad de los primeros de agruparse en el Consejo de Cooperación del Golfo cuyas acciones incluyen además de lo económico, lo político y militar. Pero la cooperación entre ese amplio conjunto de países árabes se extiende también al campo petrolero paralelamente a la OPEP y/o OPAEP.

Esa alianza cuya plataforma petrolera-financiera la suministra en particular Arabia Saudita, disfruta de o cuenta con el paraguas militar de Irak y coinciden en torno a la política de mantener a las grandes potencias fuera del Golfo, así como impedir cualquier agresión proveniente de algún país miembro de la región.

La guerra de Irán con Irak, el bombardeo israelí de la central atómica de Bagdad y la invasión israelí al Líbano, han contríbuido a mejorar el entendimiento entre los países árabes del Golfo y a comprender la conveniencia de tender un puente hacia Egipto, reforzar los nexos con Jordania y acercar a la OLP a su corriente. Sudán, Marruecos, Túnez y Somalia ansían el reestablecimiento de los lazos interárabes al igual que Yemen. De modo que hay motivos para pensar que estamos en vísperas del resurgimiento de un amplio reagrupamiento árabe.

El Sha con el abierto apoyo del Pentágono dominó el Golfo entre 1971-1979. Hoy Irán es incapaz de reestablecer allí su hegemonía mientras Irak mantenga la superioridad.

Perspectiva Histórica de la Geopolítica del Reino de Arabia Saudita dentro del marco mayor de la Península Arábiga

Si bien es verdad que Arabia Saudita no es el único Estado que ocupa la geografía de una península compartida con varios vecinos, es cierto que su posición y jerarquía tienden a singularizarlo por cuanto, además de ser inmensamente mayor que cualquiera de los demás, es el único país bifronte con costas sobre el Golfo y el Mar Rojo y es el de mayor prestigio espiritual y caudal petrolero.

Una región geopolítica se caracteriza por la contigüidad geográfica de sus componentes y por la complementariedad de sus recursos. La península arábiga cumple con estas condiciones, además con el rol histórico de haber sido una de las macropenínsulas asiáticas que han servido de cuna y asiento a grandes movimientos geohistóricos basados en sendos sistemas éticos, filosóficos o religiosos.

a) La etapa de la consolidación territorial. Frontera crítica, al Suroeste (1924-1945)

b) La etapa de la reafirmación panárabe. Frontera crítica al Norte. (1945-1958)

c) La etapa de la reafirmación peninsular. Frontera crítica, al Sur Sureste (1958-1979).

d) La etapa de la defensa regional. Frontera crítica, la anfibia del Golfo (1979)

a) La primera frontera que el nuevo país tenía que definir era la frontera espiritual del Islam. (Qué hacer con el legado del califato? "Ibn Saud no quería socios en su control recién adquirido sobre los lugares santos del Islam."

En cuanto al panorama geopolítico del nuevo país, Ibn Saud comprendió perfectamente lo inútil que resultaría cuestionar las fronteras que compartía con zonas de influencia británica. Su fórmula se reduciría a la simple congelación de los diferenda potenciales. Así fue como surgen dos Zonas Neutrales, especie de res nullius; una en la frontera con Irak y la otra entre Arabia Saudita y Kuwait sobre el mismo Golfo. Los británicos no querían dejar a Transjordania sin salida al mar e Ibn Saud, quien desconocía la cesión de Akaba a dicho país de reciente formación, simplemente se limitó a comprometerse a "no interferir en la administración jordana".

La zona de influencia británica le cerraba al rey toda posibilidad de expansión periférica por la península. La frontera marítima con Egipto se convirtió en casi anfibia, pues era la vía de acceso más traficada desde y hasta el reino. Yeddah adquirió una importancia inusitada con todo el país saudita geopolíticamente orientado más hacia el Mar Rojo que hacia el secundario Golfo. El único vacío que se presentaba se sentía al suroeste en la frontera con Yemen, donde la provincia limítrofe de Asir posaba como tapón entre un antiguo poder venido a menos y un nuevo poder en ascenso. El rey Ibn Saud vio clarísimo el panorama geopolítico: desde Eritrea, Italia se aprestaba a arrollar la meseta etíope y tenía intenciones veladas de abalanzarse sobre el propio Yemen, en caso de caer en manos de Italia, su ida sin Asir sería menos pérdida que su ida con él. La guerra duró poco tiempo. Tratado de Taif, firmado en 1934. Con la adquisición de Asir, el litoral saudita sobre el Mar Rojo no sólo se enfrentaría a Egipto y Sudán, sino al norte de Eritrea también.

b) Esta etapa acompañan al nuevo reino en su debut diplomático regional y mundial, tanto a nivel de Liga Árabe como a nivel de Naciones Unidas, ambas constituidas en 1945. A partir de la Segunda Guerra Mundial, el Medio Oriente quedaría libre de los mandatos francés y británico en cambio, surge el Estado de Israel. La frontera crítica, tuvo que ser la del Norte, donde los reinos hashemitas y aliados de Jordania e Irak le cerraban el paso terrestre hacia Siria, Líbano y sus puertos sobre el Mediterráneo. Los límites entre Irak y Jordania fueron dispuestos de ese modo por los británicos, a fin de mantener una vía alterna por ese istmo terrestre del Creciente Fértil, en caso de que el Canal de Suez sufriera alguna interrupción. Arabia Saudita buscaba compensar esta desventaja estableciendo puntos de convergencia con dos aliados Siria y Egipto. Aún durante el surgimiento y apogeo del nasserismo, fue sólido el imperativo geopolítico Cairo-Damasco-Riad, al cual llega posteriormente por vía de El Cairo. Arabia Saudita siempre estuvo atenta, durante la etapa reseñada, al equilibrio anti-hachemita logrado por su acercamiento al eje El Cairo-Damasco.

1958: año clave en el Medio Oriente. A principios del mismo, Egipto y Siria se fusionaron en la República Árabe Unida; Irak y Jordania formaron la monárquica Federación Árabe. El 14 de julio de ese mismo año un golpe de Estado elimina la monarquía iraquesa; Jordania se salva de la reacción gracias al apoyo de paracaidistas ingleses y el Líbano, por el desembarco de marines estadounidenses. A partir de esa fecha, el viejo antagonismo hachemita-saudita se internó en el pasado.

c) El derrumbe del frente hashemita eliminó la causa primaria por la cual Arabia Saudita seguía una política árabe tan cerca del eje El Cairo-Damasco el rey fundador, fallecido en 1953. En la década del 60, la política exterior será más elástica, original y propia. Saud (1953-64). La apertura de la frontera de la OPEP constituye una suerte de "internacionalización", "desarabización" en el sentido táctico, no estratégico, del término.

A partir de 1965, Arabia Saudita procura eliminar las Zonas Neutrales. Frente a Jordania, país que pasará gradualmente a entablar las mejores relaciones con la monarquía Saudita, se efectúa la delimitación definitiva, al cederle una costa mayor sobre el Golfo de Akaba a cambio de ciertos ajustes territoriales en el interior, y ello por tratado concluido en agosto de 1965. Es interesante notar como entre sauditas y hachemitas se comienzan con divergencia geopolítica para terminar en convergencia ideológica.

Al decidir Gran Bretaña batirse en retirada de las costas de la península, Arabia Saudita vuelca su atención hacia el Sur y el Sureste. Adén se independizó en 1967 adoptando el nombre de Yemen del Sur, con límites por definir con Arabia Saudita en el sector deshabitado de Rub'al Khali. Lo mismo sucederá con los Emiratos Árabes, Qatar y Omán que logran su independencia a principios de la década del 70. Con Bahrein hubo delimitación marítima desde 1958, en plena era británica. La independencia de estos nuevos Estados petrolíferos no estuvo exenta de tensión geopolítica, pues Irán no cesaba de reclamar ciertas islas estratégicas, llegando a ocupar Abu Mussa por un lado y el Gran Tumb y el Pequeño Tumb por el otro, a expensas de los emiratos de Sharjah y de Ajmán respectivamente (1972).

El reino saudita había delimitado la plataforma continental del Golfo con Irán, en 1968, y las relaciones entre las dos monarquías no llegaron a una fase conflictiva, pues había unidad de criterio con respecto a la filosofía que del desarrollo tenía uno y el otro, unidad de criterio frente a las corrientes consideradas por ambas como subversivas y la convicción de que, dentro de la geoestrategia occidental en esa parte del mundo, su entendimiento básico era necesario para la estabilidad regional. Durante ese período, tanto Irán como Arabia Saudita veían con cierta alarma las manifestaciones socialistas de Irak.

Una nueva causa de zozobra comienza a fraguarse en la frontera Sur a raíz de asumir el régimen suryemenita una orientación marxista.

El conflicto de Etiopía. Arabia Saudita simpatizaba con la causa eritrea en la era del Negus, el cual mantenía relaciones cordiales y recibía asesoría de Israel. Con el advenimiento de la revolución socialista, la misma simpatía por la causa eritrea adquiere los visos estratégicos de causa común contra el adversario marxista, ahora instalado no sólo en el rincón suryemenita de la península arábiga, sino al otro lado del Mar Rojo también.

El asesinato del rey Faisal. El reinado de Khaled entre 1975 y hasta su fallecimiento en 1982. En 1979, termina esta etapa geopolítica, Irán derroca al Sha y proclama la República Islámica.

d) La caída del sha produjo un vacío estratégico. Su régimen fungía como especie de gendarme en el Golfo, en resguardo de todo un sistema regional destinado a garantizar el status quo. La guerra entre Irán e Irak ha servido de paréntesis que permitan a las potencias regionales desempeñar un papel de mayor autonomía decisoria.

La revolución islámica de Irán: es obvio que ni su esquema ni su programa caben en la dinámica de la confrontación geoestratégica e ideológica de la actualidad. Un inmenso potencial geopolítico en el área, "bomba de tiempo" cuyas repercusiones pueden sentirse no sólo en los países árabes musulmanes del Golfo, sino también en las repúblicas soviéticas de mayoría musulmana en el Asia Central. A raíz de la revolución iraní la Unión Soviética invadió Afganistán, los Estados Unidos han prodigado ayuda militar tanto a Pakistán, como a los afganos rebeldes. Mientras China profundiza su línea pro-Pakistán, la Unión Soviética abre sus cofres para apuntalar a la India.

Pocos Estados contemporáneos en el mundo acusan rasgos geopolíticos conjugables con tan vasto trasfondo geoestratégico como Arabia Saudita.

El reino árabe, tal vez sin proponérselo, ha llegado a abrirse paso desde un rincón olvidado del globo hacia una trinchera de primer orden en que dos categorías de adversarios geográficamente adyacentes e ideológicamente distantes lo están esperando al final del conflicto para decidir la suerte de una de las riquezas más fabulosas que la humanidad jamás haya conocido.

ARABIA SAUDITA:

Carente de Recursos: Gran Población, fuerte Ejército. Régimen Revolucionario,

Alianzas Potenciales Alternas.

Premisa:

Ve en el Petróleo su único recurso.

Objetivo:

Mantener precio del petróleo bajo para mantener demanda y siendo poseedor de las mayores reservas, prolongar en el tiempo la dependencia con respecto a su petróleo para alcanzar objetivos POLITICOS.

IRAN: Por su relación R/P y gran población.

e ISRAEL: * porque debe evitar el que un País Árabe pueda lograr con su petróleo objetivos políticos contrarios a los intereses de Israel. y * porque:

ISRAEL necesita mantenerse como el aliado Nr.1 de EE.UU. en la región. Para ello, la región debe tener conflictos que pueden ser resueltos por Israel. Si en cambio el petróleo es utilizado por Arabia Saudita como recurso para ganar amigos y para resolver conflictos. Entonces disminuye o desaparece el valor del rol de Israel.

IRANGATE:

ISRAEL arrastra a EE.UU. en una nueva relación con Irán para fortalecerlo.

ARABIA SAUDITA: ve en ello una amenaza a sus intereses vitales y tiene que reaccionar.

Determinantes de la Política Saudita: Una Aproximación

Los secretos de Estado simbolizan las áreas más sensibles de la vida de un país. Para un país en dónde el petróleo constituye el pilar fundamental de su vida, los objetivos estratégicos y los medios y políticas para implementarlos, caen necesariamente en la categoría de Secretos de Estado. Para conocer dicha política, todo lo que se puede intentar sería tratar de deducir, a partir de la observación de la conducta en el pasado, ciertos patrones de política del caso estudiado. Con ello, nos estaríamos aproximando al entendimiento del fenómeno, pero no lo estamos develando.

La simple observación revela algunas posiciones:

* Arabia Saudita se opone al incremento de los precios.

* Arabia Saudita es contraria al uso del petróleo como arma política.

* En el pasado, Arabia Saudita cada vez que pudo, mantuvo el precio de su crudo por debajo del nivel acordado por la OPEP. El Sha estaba aún en el poder e Irán no estuvo aún en guerra con Irak.

Una de las explicaciones más divulgadas para la pasividad a saudita ante la caída de los precios es que El Riad quiere debilitar económicamente a Irán y así dificultar su situación político - militar.

Otra, muy popular entre los círculos de izquierda en el Mundo Árabe, es la complacencia saudita ante peticiones y directrices de EE.UU. para debilitar la OPEP, empobrecer los Países Miembros y negarles un precio justo para tan valiosa materia prima en vías de agotamiento.

1.- Arabia Saudita se ha opuesto sistemáticamente a incrementos repentinos y bruscos del precio causados por motivos políticos. Esta conducta es constatable desde que comenzó el moderado incremento en 1970. En 1973 - 74, en plena Guerra Árabe - Israelí, se enfrentó a una curiosa alianza tendiente a subir el precio:

* El Sha de Irán.

* Los radicales de la OPEP: Libia, Argelia, Irak.

* Henry Kissinger.

Cada vez que la corriente o la mayoría era insostenible, Arabia Saudita recurría a su gran capacidad de producción. En pleno "Embargo Petrolero Árabe ", ese país abre los chorros para suavizar al máximo la famosa " Crisis Energética ".

Año % Incremento Saudita Producción

1970 18,1

1971 25,5

1972 26,2

1973 26,3

1974 11,6

El precio se mantuvo alto a pesar del aumento de la producción saudita, porque la demanda crecía a un ritmo acelerado.

Con el " Segundo Shock " a raíz de la Revolución Iraní, (otro hecho político), Arabia Saudita incrementa nuevamente la producción pero en una intensidad menor, porque casi llega al máximo de su capacidad de producción:

1979 14,8

1980 3,9

El precio vuelve a dispararse a pesar de los intentos sauditas por evitarlo.

2.- En Septiembre de 1980 estalló la Guerra Irán-Irak. Dejan de fluir al mercado unos 3 Mn b/d provenientes, en 1980, de Irak e Irán. El precio en el Mercado Spot se mantiene firme y la OPEP incrementa el suyo a $ 36/b. Por tercera vez, la OPEP aumenta el precio por razones políticas o aprovechándose de situaciones políticas. Arabia Saudita esta " vencida " ya que no dispone de una capacidad de producción cerrada como para compensar el volumen combinado iraní - iraquí, de 6.5 Mn b/d, que ha desaparecido del mercado entre 1978 - 1981.

En conclusión, Arabia Saudita fue obligada por la OPEP, en tres oportunidades, a suscribir incrementos de precios:

Año Causa

1973 - 74 Guerra Árabe - Israelí

1979 Revolución Iraní

1980 - 81 Guerra Irak - Irán

3.- Durante 1981 y 1982 en el Mercado Spot se manifiesta una baja de precios. La OPEP que siempre había fijado su precio oficial por !debajo del nivel del Spot, ahora ignora ese importante indicador y defiende " contra viento y marea " el precio de su Crudo Marcador.

No comprendió la OPEP que, la demanda petrolera en general había disminuido. Tampoco quiso ver que la demanda por su petróleo bajó de:

Año Mn b/d

1979 31

1982 19

Arabia Saudita tuvo que apoyar el acuerdo debido a:

* Una fuerte mayoría en la OPEP que lo exigía.

* Irak había perdido ímpetu en la Guerra. Irán estaba ganando.

Para que la OPEP pudiera defender el precio, hubo que fijar un techo y establecer cuotas. Al encontrarse en guerra, Irán e Irak, (segundo y tercer productor de la OPEP), no pueden contribuir para soportar parte de la distribución de la carga: repartir la disminución de la producción para defender el precio. Otros Países Miembros como: Argelia, Libia, Nigeria, Venezuela, Indonesia, Gabón y Ecuador, no podrán bajar su producción sustancialmente debido a una de las siguientes razones:

* Problemas de deuda externa.

* Gran población.

* Bajas anteriores:

para defender el precio

ó por falta de mercados.

Fue así como Arabia Saudita y sus aliados árabes del Golfo tuvieron que soportar la mayor carga:

País % Disminución Producción

1980 1981 1982 1983

Arabia Saudita + 3,9 0,9 33,9 30,0

EE.UU. 7,0 11,0 16,9 8,0

Kuwait 33,5 32,1 27,0 + 27,9

Qatar 7,2 11,9 20,0 19,0

Siendo los tres primeros los dueños de las mayores reservas petroleras del Mundo y de la OPEP, y observando cómo a causa de los altos precios venía disminuyendo la demanda petrolera, era evidente que su apoyo a la fórmula de sostener el precio (gracias a la sustancial baja en su propia producción) contradecía sus intereses nacionales. Por lo tanto, la situación era insostenible. Un cambio tenía que ocurrir. Yamani había dicho: " We engineered the glut ". El Reino buscaba revertir una tendencia contraria a sus intereses.

4.- Mientras tanto, el alto precio del petróleo lleva la participación del petróleo en la producción de energía primaria en 1985 a 45,6% en contraste con un 56,4% en 1973. En 1985, la participación de la OPEP en dicha producción es de tan sólo 40% frente a un 65% en 1973.

Arabia Saudita que tenía según el Acuerdo de Londres, de marzo de 1983, implícitamente una cuota de 5 Mn b/d, no logra producir en julio - agosto 1985 más de 2 Mn b/d. En cambio, la OPEP en general, sí produce su cuota.

En busca de mejorar su situación, Arabia Saudita abandona los compromisos formales con la OPEP y se vincula, en el tercer trimestre de 1985, a las realidades del mercado mediante la fórmula del Net Back. Un año mas tarde, su producción había aumentado en un 131,7% para colocarse en 5,4 Mn b/d. Sin embargo, esa cifra superaban ligeramente su cuota acordada en Londres (marzo '85). La OPEP perdió en 1986 unos $ 55 Bn con respecto a los ingresos de 1985. Para Arabia Saudita, la baja fue del 18%. Irán perdió un 50%. Pero otros Países Miembros Árabes sufrieron considerables pérdidas:

País % Pérdida

Argelia 59

EE.UU. 56

Qatar 56

Libia 55

Irak 39

Kuwait 36

Mientras la pérdida para la OPEP fue de un 42%, Venezuela perdió un 35%, muy similar a la menor pérdida sufrida por un País Miembro Árabe: Kuwait, 36%.

5.- La " Guerra de Precios " fue detenida ocho meses después que fue desatada, a pesar de que la OPEP logró incrementar su producción en un 36,8% con el correspondiente mejoramiento de su " Market Share ". Había demasiados "damnificados ":

en la OPEP

en Países No OPEP del Tercer Mundo

en Países No OPEP tanto Capitalistas como Socialistas

en Países Consumidores

en EE.UU.

Habiendo ganado la "Batalla del Volumen",por qué la OPEP vuelve a fijar un precio oficial y Arabia Saudita acepta cooperar.?

* Razones económicas o políticas?

* Significa el cambio una derrota para Arabia Saudita?

La " Guerra de Precios " o de la " Estrategia del Market Share " duró apenas de Enero a Agosto de 1986. Sus efectos fueron tanto económicos como socio - políticos. Colapsos de toda índole y por doquier se hubieran producido si la " Guerra " no se hubiera detenido.

Opinamos que se detuvo por medios políticos:

* Países árabes como Argelia, Libia, Siria, recurrieron al Príncipe Heredero, Abdullah Bin Abdul Aziz Al-Saud, para intervenir ante su hermano, el Rey Fahd. La relación entre ambos es tensa.

* Irán anunciaba su asalto final contra Irak. Si este cae, la situación saudita se deteriora.

* La Casa Blanca autorizó la venta a Irán de misiles tierra-aire y anti-tanques, con lo que el objetivo militar iraní parecía más creíble, especialmente después de su victoria sobre Irak en Fao en Febrero '86.

* La amenaza de muerte para Yamani llegó a su máxima expresión.

6.- Si el Ministro hubiera presentado su renuncia, la misma se hubiera podido interpretar como desacuerdo del súbdito con el Rey, del técnico con el Monarca. Destituirlo en cambio daba la imagen de que es el Rey quien no estaba contento con el proceder de Yamani; de que éste no haya sido un fiel ejecutor de la política Real; de que es el responsable o el culpable de los desaciertos; de que no importa cuan amigo es el Ministro de EE.UU. y de las Cias. socias de la ARAMCO, el Rey al despedir a Yamani está enviando un mensaje de autonomía frente a Norteamérica... En suma, el Reino al sacrificar un Ministro, conserva su imagen de aciertos y fuerza. Al aceptar un compromiso político, disminuye las presiones internas, regionales y externas en su contra; toma un respiro económico; minimiza las amenazas, obtiene gratitud y seguridades de recompensa.

Efectivamente, el país no salió derrotado. Un Ministro fue despedido. Todos aplaudieron la cooperación saudita.

Pero de hecho, Arabia Saudita no había firmado un" Tratado de Paz ", sino que había convenido en una "Tregua".

Para su Estrategia a Largo Plazo, obtuvo que:

* En un año el precio bajara de $ 28/bh a $ 18/b.

* Su crudo ya no es el Marcador.

* Es un País Miembro como cualquier otro: no más "Swing Producer".

* El camino queda abierto para posteriores "ajustes hacia abajo " al dejar el problema de la cuota de Irak irresuelto.

7.- Habiendose liberado del " malo de la película: Yamani"; habiendo obtenido libertad para el Árabe Liviano para que sea comercializado con los mismos métodos no - ortodoxos aplicados por otros socios, inclusive el trueque; habiendo abandonado la práctica del Net - Back, Arabia Saudita respeta el precio y se aferra a su cuota como " derecho sagrado".

El Riad cuando firmó el Acuerdo de Diciembre 1986 de la OPEP, sabía perfectamente que:

* Los inventarios estaban repletos con petróleo comprado a $ 8 - 12/b.

* El precio " decretado " de $ 18/b iba a incentivar la salida de una parte de esos inventarios, en competencia desleal con la producción de la OPEP.

* La OPEP no podría entonces colocar su techo de aproximadamente 18,6 Mn b/d. (incluyendo a Irak)

* Los más necesitados recurrirían a los descuentos.

* Los precios bajarían y algunos sobreproducirían.

* Los Sauditas al respetar el precio, no podrían colocar su cuota por lo cual se repetiría la situación del verano de 1985 pero con la diferencia de que: la OPEP ya ha tenido una advertencia seria; una amarga experiencia en 1986; que otros son los responsables de la nueva baja de los precios y que Arabia Saudita, como " víctima inocente" de los errores de otros, se reserva el derecho de proteger sus intereses. Pero al menos, el Reino no daría ni un solo paso para corregir errores cometidos por otros.

8.- El precio promedio 1987 - Junio 1988 está en aproximadamente $ 2 - 3/b por debajo del precio oficial de $ 18/b. Un precio de $ 15 - 16/b está lejos de desatar el pánico causado por los $ 8 - 12/b. La Administración Reagan está ocupada con las próximas elecciones. El volumen de petróleo importado por EE.UU. es ahora mayor que en 1986. El déficit en la Balanza Comercial y de Pago ha crecido. Cierto abaratamiento del petróleo importado alivia relativamente el peso. Internamente, el régimen impositivo sigue proporcionándole al Fisco importantes aportes indiferentemente del precio pagado al exportador.

Irán ha perdido credibilidad. Su relativa superioridad militar exhibida desde 1982 se ha estancado en 1986. La superioridad aérea iraquí es ahora evidente. En Septiembre de 1986, Irán " permitió " que Irak se quedara libre de cuotas y prometió encargarse ( militarmente ) de controlar la producción iraquí para mantenerla en el nivel de la cuota rechazada por Irak. Los hechos han demostrado todo lo contrario: Irak ha expandido su producción aprovechando la totalidad de su capacidad de exportación, la cual sigue ampliando. Además, Irak ha limitado las exportaciones iraníes mediante incursiones aéreas. Irán ha tenido dificultades hasta para autoabastecerse internamente con productos refinados debido a la destrucción en sus refinerías y la vulnerabilidad del suministro marítimo a causa de la aviación iraquí.

La superioridad misilística iraquí ha quedado evidenciada en lo que va de 1988.

La reciente recuperación iraquí de su Península de Fao es otro ejemplo del potencial bélico de Irak.

Además, Irak cuenta ahora con una alianza árabe más estrecha que antes, desde que en Noviembre de 1987, la Cumbre de la Liga de Estados Árabes le dio su total apoyo. Egipto ha reestablecido relaciones con casi todos los países árabes y ha expresado su compromiso de defender a Arabia Saudita y sus aliados en el Golfo de las agresiones iraníes.

Esas agresiones se han repetido contra Kuwait y Arabia Saudita. La intensidad de las mismas se ha incrementado:

* Minado de aguas y costas.

* Abordaje e inspección de buques comerciales.

* Ataques desde lanchas rápidas contra tanqueros y buques.

* Ataques aéreos contra tanqueros y buques.

* Ataques misilísticos contra instalaciones petroleras y otros objetivos.

* Atentados dinamitéros contra instalaciones petroleras y otros objetivos civiles y diplomáticos

* Frecuentes actos violentos, de subversión, inclusive un atentado contra el Príncipe de Kuwait.

* Violación del Espacio aéreo.

* Secuestro de avión y asesinato de oficiales a bordo.

9.- Kuwait, Arabia Saudita y el Consejo de Cooperación del Golfo en general ya no dependen totalmente de la " protección "norteamericana.

En forma callada pero efectiva, la URSS ha sabido introducirse en una región que estuvo vedada para Moscú durante siglos.

También está presente China. Pekín suministra lo que Moscú no puede dar para no enojar a Washington.

El equilibrio está cambiando en la región. La retirada soviética de Afganistán acercará Moscú a los Sauditas y sus aliados. Los misiles chinos en manos Sauditas obligarán a la URSS y EE.UU. a buscarle una solución rápidamente al Problema del Medio Oriente.

Mientras tanto, en tres semanas la OPEP celebrará su Conferencia. Los Sauditas ya han dado señales de su disgusto por la reciente experiencia de " forzar " una Conferencia Consultiva sin ofrecer una fórmula efectiva para erradicar problemas. Ellos no creen en " Los Paños Tibios ", ni están dispuestos a sacarle a nadie las " Patas del Barro ". Su posición podría resumirse así:

Ustedes quisieron un precio de $ 18/b y asignaron cuotas para defenderlo. Yo tengo mi cuota y es mi derecho producirla. Si otros están produciendo su cuota y yo no, es porque hay un " gato encerrado ". La culpa es del primero que dio un descuento o engañó. Como quiera que lo que es igual no es trampa, no me pidan ser " más papista que el Papa ", además, ya en la OPEP no hay Papa, todos somos iguales. Yo he llegado al límite máximo del sacrificio. No esperen de mi más cooperación.

10.- Los sauditas tendrán, como siempre, un ojo en el Mercado y otro en la "Política".

El Mercado les proporcionará las tendencias a corto plazo (segundo semestre del '88). Allí observarán:

* Las últimas cotizaciones del Spot.

* Movimientos de inventarios.

* Índices del Mercado de Futuros.

* Movimientos de tanqueros.

* Volumen de crudos y refinados que se mueven bajo mecanismos "no - ortodoxos" de comercialización.

En lo "Político" estarán observando, entre otros:

* El desenvolvimiento de la Guerra Irán - Irak.

* El rol Iraní en el Líbano y la relación Irán-Síria

* El estado del Levantamiento Palestino en Israel.

* La retirada soviética de Afganistán.

* Las perspectivas de una Conferencia Internacional por la Paz en el Medio Oriente.

* La actitud norteamericana con respecto a las amenazas israelíes contra Arabia Saudita por los misiles chinos.

* El comportamiento iraní en el Golfo y con respecto al próximo Peregrinaje a La Meca.

En función del análisis de ambos aspectos, el petrolero y el político, fijarán, como resultante, su posición en la Conferencia.

Elementos para el análisis

En el Medio Oriente y la Región Árabe en particular, la cuestión de si el precio bajará o subirá en un 5 a 1O% no parece constituir la preocupación primordial. Hechos de otra índole ocupan la atención. El precio petrolero podría más bien ser un resultado de ésos hechos.

Ciertamente la posible retirada soviética de Afganistán alteraría positivamente las relaciones Árabe-Soviéticas. Una eventual disminución de la presencia Norteamericana en el Golfo podría interpretarse como signo de debilidad e indecisión, que afectaría negativamente las perspectivas de las relaciones Estadounidenses-Consejo de Cooperación del Golfo. La presencia naval soviética en el Golfo es una carta en manos de Moscú que le será útil en sus tratos con Europa Occidental que recibe de la URSS cuantiosos suministros de gas y crudo. Esa misma presencia restringe la omnipotencia norteamericana en el Golfo. Pero al mismo tiempo, el que las dos superpotencias estén patrullando intensamente el Golfo, disminuye notablemente la libertad en el proceso de toma de decisiones, incluso las petroleras, de los países ribereños del Golfo. Desde que la OPEP fue creada, esos países nunca han sentido la extrema cercanía simultánea de tan extraña pareja: "Dios y el diablo". Ambas superpotencias son altamente sensibles a las decisiones petroleras: precio, volumen, flujo estable del suministro, embargo selectivo etc.

Cuando los países directamente involucrados en un conflicto fracasan en resolverlo; cuando el mismo se extiende y alcanza, de algún modo, a vecinos y estos fallan en detenerlo; cuando ese conflicto adquiere tales dimensiones que los directamente involu­crados ya no lo controlan, sino que pasa a formar parte de la agenda de negociaciones de "los mayores": las Superpotencias, la capacidad de los pequeños beligerantes de tomar decisiones autó­nomas disminuye notablemente. Esa capacidad, a nivel de la OPEP, se ha reducido a su mínima expresión. La Organización está atrapada en la maraña de la Guerra del Golfo y la solución de la misma depende de poderosos actores externos que tienen su petróleo y energía, sus intereses y sus respectivas estrategias. Lo que la OPEP puede hacer, en esas circunstancias, es mínimo y meramente nominal.

Conscientes de la disminución de su ya de por precaria autonomía para tomar decisiones, los actores regionales se mueven activamente. La meta máxima es sobrevivir, la mínima es mejorar sus respectivas posiciones negociadoras. En medio de esas agitadas y a veces desesperadas acciones, el petróleo es apenas un recurso.

La Cumbre Árabe en Amman, la Cumbre del Consejo de Coopera­ción del Golfo, la gira del Presidente Mubarak en el Golfo, la mediación Siria con Irán, la intensificación de las gestiones por celebrar una Conferencia Internacional por la Paz en el Medio Oriente, los pasos en el Magreb por consolidar en el Norte de África un frente cohesionado de países, todo lo anterior indica la existencia de agudos problemas que reclaman soluciones efecti­vas y urgentes. En medio de ese conflictivo cuadro, estalla en los territorios árabes ocupados por Israel desde 1967, una espontánea y violenta protesta juvenil y femenina. La misma se extiende al propio Israel, o sea a Palestina ocupada en 1948.

Se trata de un Levantamiento Popular del cual ningún gobierno u Organización política árabe es responsable o incitador. Su control por lo tanto escapa a la voluntad y capacidad oficial árabe. Así, el problema no puede ser negocia do, no está sujeto a compromisos. La violencia brutal, típica de toda ocupación militar, con que Israel ha respondido a ese Levantamiento de Infantes y Mujeres Palestinos, ante la inacción árabe oficial, está generando amargos sentimientos de frustración generalizada en los países árabes que minan las bases de poder de esos gobiernos.

El Problema Palestino que parecía envejecido y de importan­cia secundario ante la candente Guerra Irán-Irak y la Guerra del Líbano, vuelve a ser prominente. El Mundo Árabe es hoy sin duda la región más convulsionada del planeta y es a la vez la provin­cia petrolera más rica e importante del mundo.

Las reservas petroleras en la región del Golfo aparecen en 1988 abultadas. Irán, los Emiratos Árabes Unidos e Irak anuncian la multiplicación de sus reservas. Estos tres países reclaman tener unos 300 Bn de barriles. Kuwait con su habitual cifra cercana a 100 Bn barriles y Arabia Saudita con sus 170 Bn barri­les siguen siendo un misterio. Cuánto tiene realmente Arabia Saudita en su desierto del Rub Al-Khali? Será el petróleo un motivo de disputas con los fronterizos Yemen del Norte y Yemen del Sur que se están iniciando en la era petrolera?.

Qatar con sus enormes reservas de gas podría introducir importantes elementos energéticos geopolíticos en Europa si efectivamente construye el gasoducto a través de Turquía.

Turquía se está convirtiendo en una pieza fundamental en el transporte de hidrocarburos hacia Europa por los ductos de petróleo y gas de Irak y dentro de poco de Irán y posiblemente de Qatar.

Irán en una fecha no muy lejana podría exportar su crudo desde un puerto fuera de Ormuz, que junto con su salida por la URSS y posteriormente por Turquía, podría prescindir del Estrecho aunque ello la haría más dependiente de los territorios extranje­ros de tránsito.

Los integrantes del CCG estudian activamente planes alter­nos para transportar su petróleo con salidas directa al Mar de Arabia y el Mar Rojo.

Egipto podría convertirse en un centro de refinación y distribución del petróleo del Golfo.

Son muchos y mayores proyectos a largo plazo cuyo seguimien­to se hace indispensable.

Integración, Integridad y Seguridad Nacional

Integración es un término que tiene diferentes sentidos y razón de ser según la región o el país que la aplica.

El minúsculo Kuwait, ocupando un rincón entre tres vecinos "gigantes": Irak, Irán y Arabia Saudita, tiene que preocuparse por su integridad territorial y supervivencia como País-Estado. La enorme riqueza petrolera en el subsuelo, lejos de ser motivo de confianza en el futuro, despierta apetitos ajenos, contra los cuales es necesario contar con aliados con quienes pueda haber lazos no indispensablemente de nacionalidad o religión común, sino de interés y provecho mutuo. Para ello, el signo ideológico, el color político no es tratado con prejuicio, tampoco es un impedimento. Lo que importa es el equilibrio.

Si la exportación petrolera es por excelencia la fuente de ingresos, el Estrecho de Ormúz cerrado, podría anular la misma.

Si el petróleo es llevado por oleoducto, con seguridad, al Mar de Arabia, fuera de Ormúz, los usuarios de ese petróleo tendrían poca preocupación por las penurias que pasaría Kuwait por falta de insumos vitales de importación, que sí pasan por Ormúz y no pueden trasladarse por oleoductos seguros. Tampoco serían los consumidores del crudo kuwaití sensibles ante posibles actos subversivos desestabilizadores de la paz en el pequeño e indefenso país.

Si la amistad y cooperación es excesiva con una Superpotencia, ello es contraproducente interna, regional e internacionalmente. Crearía además, una verdadera dependencia.

A lo anterior hay que agregar, el carácter de Estado-Empresario desde el punto de vista de un estrato social gobernante que desde hace unos dos siglos se ha acostumbrado a No acumular riqueza en su propio territorio, sino en Bombay, Zanzibar, Basra: centros de actividad comercial, convenientes para inversiones inmobiliarias, haciendas, mercados amplios aptos para formar compañías de transporte, de importación y exportación.

Clase de empresarios nativos que inicia la actividad de transporte marítimo petrolero como negocio privado, hace unos 20 años; que participa en el capital de la compañía petrolera nacional (equivalente a la C.V.P.) hace unos 30 años; que se mezcla y se confunde con la dinastía gobernante Al-Sabah para constituir un vigoroso, numeroso y eficiente sector mixto privado - gubernamental, cuyo radio se amplía en vez de concentrarse y hacerse más elitésco.

El primer Fondo de Inversiones se constituye en 1962.

Con ello se benefician con préstamos blandos decenas de países árabes e islámicos que se convierten automáticamente en amigos y aliados interesados en el bienestar del país benefactor.

Su plan "Gran Mariscal" data de los años 50 para beneficiar no solo a los nativos, sino a jóvenes hijos de árabes residentes en el extranjero con la sola condición: regresar a servir al país.

Arabia Saudita, con decenas de cientos de kilómetros de costas sobre el Mar Rojo y el Golfo, se encuentra encerrada entre tres "cuellos de botellas": Ormúz, Bab El Mandab y el Canal de Suez. Vasto territorio, poca población, densidad de nativos de unos 4 hab./km2, fronterizo de nueve países. Lo anterior describe una situación: vulnerabilidad potencial.

FACTORES DE PERMANENTE INESTABILIDAD

En cuanto a intereses estratégicos, el CCG e Irak coinciden en varios aspectos con Occidente, pero el CCG no puede correr el riesgo convirtiéndose en blanco de perfil alto concediendo bases militares a EE.UU.

La cuestión de la modernización es confundida con la occidentalización. El CCG necesita modernizar y transformar sus sociedades a un ritmo manejable para su cultura, pero no quiere adoptar la cultura occidental. Existe una amenaza fatal para la identidad cultural del CCG; es un problema de supervivencia. En un cuarto de siglo se ha producido un trauma social masivo. La riqueza repentina y los servicios médicos duplicaron la población y generaron grandes cambios demográficos. Se vive ahora en centros urbanos dependientes de los servicios de una economía industrializada. Ya no se vive en el desierto o en pequeñas aldeas. La sociedad nómada, pastoril, campesina ha dado paso a culturas de economía de mercado. Se trata de un violento proceso de desintegración cultural.

La influencia occidental por un lado y la de la enorme cantidad y proporción de la mano de obra extranjera por la otra, han revolucionado las economías de vivienda, comida, agua, transporte; esos cambios han desestabilizado los procesos legales y políticos locales.

Existe una amenaza masiva para la identidad cultural, una herencia cultural de más de 2.000 años que se perdería en apenas dos generaciones llegando a una cultura híbrida, probablemente sin viabilidad económica o social.

El mismo Islam está amenazado, no en el sentido de perder la creencia o los nexos religiosos. sino por el peligro de que sociedades desarraigadas e inestables se vuelven permeables y dispuestas a importar ideologías extremas occidentales o bien reaccionar violentamente, con xenofobia y recurriendo a fórmulas islámicas fundamentalistas, sectarias y fanatizadas.

Además, la modernización y el desarrollo abren los caminos al derroche, especulación y corrupción. Pero por otra parte está la presión de tiempo y oportunidad, porque la gente del Golfo sabe que no tiene todo el tiempo que necesite para alcanzar las metas.

El súbito cambio aumentó el rol del Gobierno e incrementó su tamaño de una estructura primitiva a un creciente aparato burocrático.

Parte de esta problemática se refleja en el incremento en tamaño y poder de las fuerzas de seguridad interna, sujeta abuso y la corrupción.

Está bien la necesidad de crear ejércitos que inevitablemente trae consigo el peligro de la militarización.

Una buena porción de oficiales han estado expuestos a la educación, tecnología, política y modo de vida foráneos; todo lo cual ha trasformado el carácter tradicional de esos individuos que lideralizan las fuerzas militares en el Golfo. Ello constituye una diferencia con el pasado reciente cuando los oficiales tenían nexos tradicionales con los respectivos regímenes del Golfo. Por lo tanto, la elite militar tradicional ha perdido status lo cual los convierte en fuente potencial de inestabilidad.

Existe la creencia por lo tanto que los riesgos de la toma de poder por elementos militares internos superan aquellos de ataques desde afuera o de la subversión interna.

El Problema Palestino obliga a los Gobernantes del Golfo para aparecer siempre una solución y dando su apoyo al Movimiento Palestino. Esta cuestión no va a ser subordinada por la acción colectiva con Occidente contra una amenaza soviética o iraní. El 60% de la población del Golfo son menores de 25 años y han crecido en una atmósfera política que hace de la Cuestión Palestina el Sine Qua Non de la conciencia árabe; permeabiliza los medios, la educación y los movimientos juveniles del Golfo.

Esta realidad acercará los regímenes del Golfo a EE.UU. o los alejará de la misma en la medida del comportamiento de Washington hacia Israel.

Otras categorías o fuentes de incertidumbre están representadas por los peligros de las tensiones internas y las posibles divisiones. Los motivos para esos fenómenos tienen sus raíces en:

* Descontentos socio-económicos: Elites viejas vs. emergentes sector privado vs. familia

real clase media reclama privilegios

*Descontentos políticos: Insuficiente democracia; participación política Conservadores

vs. modernizantes. Los Refugiados Palestinos. Disputa por

sucesión Disputa por liderazgo

* Descontentos culturales: Los educados localmente vs. aquellos en Occidente

Tecnología modernizante vs. Tradición (tecnócratas vs.

Ulema) Rol de la mujer.

* Descontentos religiosos: Sunnitas Vs. Shiítas. Fundamentalistas tanto Sunnitas como

Shiíta. Seculares vs. Religiosos.

* Descontentos étnicos: Minorías étnicas

Trabajadores extranjeros

Hay problemas por la delimitación fronteriza terrestre y/o marítimas; territorios en reclamación; rencillas entre dinastías, clases, tribus, sectas; algunos territorios tienen un mosaico de etnias.


This entry was posted on 6 de abril de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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