DIARIO EL TIEMPO, LUNES 12.01.2009
2009: un año de “vacas flacas”
ZANDRA FERNÁNDEZ SOTO
Caracas.- Los habitantes de países con cuatro estaciones se ocupan a diario del estado del clima. En Venezuela, donde el tiempo no experimenta mayores variaciones, el interés se enfoca permanentemente en el precio del petróleo.
De esa cotización depende (a veces para bien, a veces para mal) la marcha de la nación y de la gran mayoría de sus residentes.
El recién finalizado 2008 fue particular, debido a que mientras las más prósperas economías mundiales veían la sombra de la recesión económica producto de la crisis hipotecaria (también llamada subprime), el principal producto de exportación de Venezuela registraba valores récord (WTI a 147,27 dólares por barril el 11 de julio de 2008).
El origen, las razones Todo empezó en 2003, en Estados Unidos, con la llamada burbuja del sector inmobiliario. El año pasado la crisis hipotecaria llegó a niveles insostenibles, por lo que se declaró la quiebra de conocidas instituciones bancarias estadounidenses y europeas. Lógicamente, esta situación originó una pérdida de confianza en el sistema bancario.
“Los inversionistas decidieron adquirir petróleo en papel, petróleo a futuro en el mercado de los commodities (materias primas). Esto infló los precios del crudo de manera artificial. Por lo tanto, cuando estalló la crisis, registrándose precios cercanos a 150 dólares el barril, los importadores en general tuvieron que recortar notablemente sus compras”, explicó el experto e investigador petrolero, especialista en geopolítica, Mazhar Al Shereidah.
Venezuela, como exportador de petróleo, fue arrastrada por esa suerte de vértigo de los precios registrados en 2008. En el primer trimestre el promedio fue de 85 dólares el barril. En los dos lapsos siguientes estuvo alrededor de los 100 dólares, para luego precipitarse, en los últimos tres meses del año, por debajo de 40 dólares.
Panorama incierto Este 2009 luce complejo. Así lo prefigura el analista petrolero José Toro Hardy: “Lo que se nos presenta es un año lleno de amenazas de escasez, inflación y malestar social, todo eso sumado a la incertidumbre política”.
El pasado 11 de diciembre
Al Shereidah avizora un 2009 de precios petroleros bajos, como consecuencia de la recesión mundial. No obstante, con su característica prudencia, advierte: “Nadie sabe hasta qué niveles podrían caer”.
Lo que sí sabe el experto es que la dependencia del petróleo como fuente principal de divisas es “una política muy errada”.
En tal sentido, Al Shereidah hace sus recomendaciones: medidas rigurosas para disminuir el gasto público, redimensionar el plan de negocios de Pdvsa, reducir las importaciones (actualmente en el orden de los 50 mil millones de dólares al año) y potenciar la producción interna, especialmente la agropecuaria.
No es la primera vez que Venezuela ve en el horizonte el fantasma de las “vacas flacas”. La cuestión es que, esta vez, no se trata sólo de la caída de los precios del petróleo, sino también de la “gesta de independencia energética” anunciada por Barak Obama, recién electo presidente de EE.UU, el país que compra aproximadamente 53% de la producción venezolana de crudo.
Por eso los analistas advierten: si Venezuela no logra potenciar y diversificar su producción, los daños podrían ser peores que los de un desastre natural.