EL CONFLICTO ACTUAL NO SE PODRÁ DEFINIR EN EL CAMPO DE INTERNACIONAL

FECHA 03-06-84

EL CONFLICTO ACTUAL NO SE PODRÁ DEFINIR EN EL CAMPO DE INTERNACIONAL

BUZÓN EN DOMINGO

Estalló la paz. En su edición del pasado 19 de septiembre, leí la nota firmada por Mazhar Al-Shereidah, y deseo hacer los siguientes comentarios. En primer lu­gar, en momentos en que la conciliación finalmente parece imponerse en Medio Oriente, el Sr. Shereidah, en un estilo im­propio de un disidente inteligente, demuestra que aún no se ha sacudido los resabios del pasado, que pretende ignorar la historia real de la región y, sobre todo, la de los errores co­metidos por la dirección palestina a lo largo de seis décadas.

No voy a hablar aquí de derechos históricos, pero ni el Sr. Shereidah ni nadie podrá negar que el pueblo judío también hacía parte de esa Palestina natural, a la que él se refiere al afirmar que al reararse Israel de Gaza y la Margen Occiden­tal, sólo estaría evacuando el 22% de ese territorio.

El que suscribe defendió en todo momento los derechos palestinos, como los derechos de un pueblo que estaba en la búsqueda de su autodeterminación. Pero existe otro pueblo, el judío, que también bregaba por iguales derechos. La comu­nidad internacional reconoció en 1947 los derechos de am­bos pueblos y decidió la creación de dos estados, uno judío y otro palestino. Otro hubiera sido el escenario, en el casi me­dio siglo transcurrido, si los árabes, a la sazón, hubieran acep­tado la parte que les tocaba.

Pero no, optaron por usar la fuerza y llevarse el todo o na­da. Pues se quedaron con el nada y así siguieron hasta el día 13 de septiembre de este año, cuando finalmente compren­dieron que era mejor algo que nada. Igualmente los israelíes entendieron que no podían seguir con todo.

La Carta Fundamental Palestina habla de expulsar a los ju­díos al mar, y éstos, traumatizados por el Holocausto y cansa­dos de ser víctimas a lo largo de la historia, decidieron "nun­ca más" ser la víctima propicia. Isaac Rabín salió, pues, a una guerra defensiva en 1967 que le representó a Israel que­darse con" los territorios que quizá ahora pasen a formar par­te de lo que es un Estado palestino en ciernes. La autonomía es el primer paso y ésta fue lograda con la ayuda de Cárter, Bush y Clinton. Lo irónico es que sea Israel el que hoy es­tá al lado de los palestinos, ayudándoles a cristalizar su autodeterminación.

Entonces de qué habla el Sr. Shereidah. ¿Acaso se olvidó que fue Jordania la que usurpó el territorio palestino de la Mar­gen Occidental, siendo condenada en su momento por la Li­ga Árabe?... ¿Y acaso ése, cuando pudo hacerlo, promulgó la formación del Estado palestino?... ¿Y acaso los palestinos tienen la viabilidad económica para crear un Estado sobera­no, viabilidad que le quita el Sr. Shereidah a Israel?... ¿Y cuán­tos estados conoce el Sr. Shereidah que vivían y viven a cos­tas de la ayuda exterior?...

El tono resentido del autor de esa nota, recuerda a los antisemitas eme suelen decir que sus mejores amigos son judío, que también bregaba por iguales derechos. La comu­nidad internacional reconoció en 1947 los derechos de am­bos pueblos y decidió la creación de dos estados, uno judío y otro palestino. Otro hubiera sido el escenario, en el casi me­dio siglo transcurrido, si los árabes, a la sazón, hubieran acep­tado la parte que les tocaba.

Pero no, optaron por usar la fuerza y llevarse el todo o na­da. Pues se quedaron con el nada y así siguieron hasta el día 13 de septiembre de este año, cuando finalmente compren­dieron que era mejor algo que nada. Igualmente los israelíes entendieron que no podían seguir con todo.

La Carta Fundamental Palestina habla de expulsar a los ju­díos al mar, y éstos, traumatizados por el Holocausto y cansa­dos de ser víctimas a lo largo de la historia, decidieron "nun­ca más" ser la víctima propicia. Isaac Rabín salió, pues, a una guerra defensiva en 1967 que le representó a Israel que­darse con los territorios que quizá ahora pasen a formar par­te de lo que es un Estado palestino en ciernes. La autonomía es el primer paso y ésta fue lograda con la ayuda de Cárter, Bush y Clinton. Lo irónico es que sea Israel el que hoy es­tá al lado de los palestinos, ayudándoles a cristalizar su autodeterminación.

Entonces de qué habla el Sr. Shereidah. ¿Acaso se olvidó que fue Jordania la que usurpó el territorio palestino de la Mar­gen Occidental, siendo condenada en su momento por la Li­ga Árabe?... ¿Y acaso ése, cuando pudo hacerlo, promulgó la formación del Estado palestino?... ¿Y acaso los palestinos tienen la viabilidad económica para crear un Estado sobera­no, viabilidad que le quita el Sr. Shereidah a Israel?... ¿Y cuán­tos estados conoce el Sr. Shereidah que vivían y viven a cos­tas de la ayuda exterior?...

El tono resentido del autor de esa nota, recuerda a los antisemistas que suelen decir que sus mejores amigos son ju­díos... Yo sólo puedo decirle al Sr. Shereidah que, como ju­dío y como israelí, he defendido los derechos de los pales­tinos pero mis mejores amigos no son palestinos...

Y, por último ¿qué hay de malo en que nuestros amigos sean los estadounidenses?... Ellos, al final de cuentas, se han portado diferente a los franceses de Dreyfus, a los alemanes de Hitler, a los españoles de la Inquisición y a los palestinos del Mufti, de Abu Nidal y Jabash... Aparte de todo, en la vi­da uno se granjea las amistades, no las compra, y parece ser que por eso Washington apoya al estado hebreo...

Le recomendamos al Sr. Shereidah revisar sus textos po­líticos y de historia y que empiece a escribir con la razón y no con el corazón a fin de que pueda hacer ostentación de una disidencia más inteligente, que definitivamente es legí­tima.

This entry was posted on 19 de mayo de 2010. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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