Mazhar al Shereidah y el conflicto Irán-Irak

La OPEP debe mantener su fecho de producción y nivel de precios

"Es una buena oportunidad para que los países industrializados y las transnacionales se van obligados a reducir sus inventarios", dijo

Jesús E. Brando

Ante la agudización del conflicto Irán-Irak, en el Golfo, isa OPEP debe mantener su techo de produc­ción y los niveles de precios en procura de que las transnacionales y los países industrializados volqué sus inventarios y reservas en el mercado "spot" u ocasional, opina el economista Maznar Al Shereidlah, del centro de estudios de postgrado en Economía de Hidrocarburos de la UCV.

Según los reporteros de las agencias internacio­nales la situación parece complicarse más con el anuncies» de reiterados ataques aéreos, presuntamen­te iraníes, a los tanqueros que navegan a través del estrecho de Ormuz lo que ya ha redundado en un au­mento «considerable en las pólizas de seguros y la decisión de las empresas navieras de restringir el envío de sus unidades a la región.

EL CONFLICTO Y EL MERCADO INTERNACIONAL

En relación a este aspecto del problema Al Sherei­dah indicó que, a primera vista, no se verían afec­tadas ej la producción ni las exportaciones de Irak, ya que «este país saca sus crudos por el oleoducto de Turquíes que fue ampliado en abril y valiéndose de camiones cisternas que cruzan territorio jordanio.

Arabia Saudita, por su parte, dispone del "petro-line" por el que fluyen más de un millón 800 mil ba­rriles diarios desde la región oriental de Ras-Tanura hacia e| mar Rojo, en el puerto de Yenbu, lo que so­luciona, parcialmente su situación. En último caso cuenta también con el "tapline" que lleva crudos a través de Jordania hasta el puerto libanés de Sidom, que aunque estaba clausurado desde el punto de vista es factible de reactivar para transportar más de medio millón de b/d.

No obstante las perspectivas no serían tan favo­rables para los demás productores y exportadores del Golfo. Irán, Kuwait, los Emiratos Árabes Uni­dos, Qatar y Bahrein y, en parte, la propia Arabia Saudi que tiene una producción de unos cinco millo­nes de barriles diarios, de los cuales internamente consume medio millón y de los restantes cuatro mi­llones que le quedarían unos dos millones sin salida por Ormuz si se intensifica la situación bélica o se produce su bloqueo.

Observó el analista que si podría haber una re­percusión altamente desfavorable sobre las impor­taciones en general en países que, por sus caracte­rísticas desérticas, se ven obligados a importar casi todo lo que requiere la población. Concretamente de mantenerse la disposición de las navieras de no en­viar sus barcos más al norte de Ras-Tanura, los más afectados serían Kuwait, Qatar y Bahrein.

En materia petrolera, especialmente, esto se tra­duciría en un "taponamiento" a las exportaciones de Irán y Kuwait en su casi totalidad, más de dos millo­nes de b/d. "Como se verá esto afectaría más a las economías de dichos países que al mercado petro­lero internacional ya que las transnacionales y los países industrializados cuentan con grandes inven­tarios y reservas estratégicas, además de que Arabia Saudita tiene en flotación (tanqueros) más de 25 mi­llones de barriles, y los consumidores podrían tam­bién acudir a otros países productores y exportado­res".

EL MERCADO "SPOT" Y LOS PRECIOS DE LA OPEP

Desde esta perspectiva el estudioso señaló que sería negativo para la OPEP pensar en una revisión de precios por los momentos. "Las experiencias anteriores nos han permitido constatar que cuando la OPEP siguió la tendencia alcista del mercado oca­sional ello fue nocivo a largo plazo".

Esto sería comprensible para quienes acudie­ron a la Bolsa de Valores con el objeto de obtener un beneficio inmediato. Pero cuando un conjunto de na­ciones se fijan objetivos estratégicos, hay que pen­sar a largo plazo que es más importante que el be­neficio momentáneo.

Indicó que, a su criterio, los miembros de la OPEP deberían observar el comportamiento del mercado "spot", como de las compañías y los miem­bros de la Agencia Internacional de Energía, en cuanto a la utilización de sus reservas estratégicas e inventarios que seguramente volcarán al mercado ocasional con fines especulativos. Esto también per­mitiría a la OPEP reforzar su posición con miras fu­turas en el sentido de enfrentar a los compradores menos protegidos por inventarios y reservas.

En un plazo prudente, igualmente la OPEP po­dría asumir aumentos más estables, confiables y concertados con los consumidores, también intere­sados en evitar altibajos en los precios y los volú­menes de la demanda.

POSICIÓN DE VENEZUELA

Imagino que lo conducente y lo positivo, sin pre­tender sugerirle maneras de actuación ni mucho menos al Ministerio de Energía y Minas, seria no pen­sar en un aumento de la producción para subsanar las eventuales bajas en la reducción del volumen de oferta proveniente de la zona del Golfo sino, por el contrario, reforzar en la OPEP la línea de no aumentar su techo de producción e intensificar sus contratos con los productores y exportadores no OPEP, como el caso de Me-, para que sigan esta línea y fortalecer su posición.