Libro Enfóque Petrolero..

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Prólogo Enfoque Petrolero

La literatura petrolera venezolana requiere aportes de profesionales, profesores y pensadores en general, interesados en la materia.
Estos aportes se necesitan para recordar, reiterar o analizar principios, eventos o actuaciones encaminados a orientar el tratamiento que debe darse a los hidrocarburos con el propósito de que sirvan a los intereses nacionales.
Con no poca frecuencia, principios básicos de ancestral y universal aceptación y con mayor posibilidad eventos y actuaciones, corren el riesgo de ser olvidados, eludidos, disminuidos, mal interpretados o maliciosamente aplicados, consciente o inconscientemente, para dar paso a criterios meramente mercantiles o favorecer a grandes centros de poder
Económico o político, cuyos intereses no coinciden con los nacionales.
Esos aportes son igualmente necesarios para fomentar la discusión sobre lemas popularizados y metas propuestas, a fin de examinar su validez y tratar de saber si han sido debidamente aplicados o alcanzadas y si los resultados han sido negativos o positivos para los intereses colectivos.
La Cátedra Petrolera “Dr. Gumersindo Torres” de la Universidad del Zulia patrocina la publicación de obras relacionadas con los hidrocarburos y hoy presenta este libro del profesor Mazhar Al-Shereidah, pensador y publicista de la materia, cuya preocupada y larga dedicación a ella, así como su acuciosidad y seriedad académica, coadyuvan con los propósitos señalados.
Aunque el título de la obra “Enfoque Petrolero en Venezuela”, con sub-título “De la apertura al Paro”, se encamina a tratar asuntos petroleros en el ámbito espacial venezolano y específicamente dentro de un período acotado por dos criticables actuaciones, las cuales el autor analiza con intensidad, el libro desborda esos límites espaciales y temporales y se ocupa del petróleo en ámbitos geográficos distintos del venezolano y se refiere a períodos diferentes del acotado por las actuaciones mencionados en el subtítulo. Todo ello requerido para hacer necesarias comparaciones entre el petróleo venezolano y el de otras regiones del mundo y señalar precedentes, acontecimientos o conductas, que recíprocamente
los afectan. La obra visualiza un panorama amplio, nacional y mundial, donde la mirada se paseó por gran parte de la temática petrolera: reservas, producción,comercio, conservación y enfocó, como lo sugiere el título, especialmente
la apertura y el paro petrolero en Venezuela. La visión que
resulta de este enfoque es altamente crítica. Ambas actuaciones aparecen como Intencionales y premeditadamente dirigidas: la primera, a reprivatizar las actividades petroleras y terminar con la tendencia nacionalizadora y el segundo, a tumbar el gobierno para mantener la trastocación de funciones entre el Estado y PDVSA, sin detenerse sus protagonistas en el uso de medios ilícitos y desproporcionados ni en los graves daños que producirían a la nación. Los cálculos sobre los daños causados a esta por el Paro-Sabotaje petrolero son una importante referencia para el establecimiento de responsabilidades.
Con respecto a Venezuela comienza el autor por recordar el “antiguo y arraigado tratamiento legal” de nuestra cuestión petrolera, que data del “Derecho de Indias de la temprana época colonial” y que lo conduce a resumir que el “petróleo es de interés nacional”. Principio sin duda básico para todo cuanto tiene que ver con la lucha por el reclamo de un adecuado manejo social del petróleo y uno de aquellos muchas veces descuidado y no invocado, pero siempre válido y digno de ser protegido y preservado, como base de lo que el autor reconoce como “una ideología” petrolera nacional, no exenta de “mitos y creencias”, pero “cuya existencia se puede constatar”. Tal vez esta ideología no se haya decantado y sistematizado como para cristalizar en un conjunto de necesaria o forzosa ejecución integral y haya sufrido debilidades en su aplicación gubernamental, pero sin duda tiene raíces sembradas en lo nacional que la ha hecho trascender los límites del anhelo popular para asumir aspiraciones de política de Estado, con asiento en la bases constitucionales de este, cuya demostración encontramos en nuestra vigente Constitución Nacional. Las ideas recogidas en este libro ayudan a la búsqueda de una política de esa naturaleza.
La política nacional, con aspiraciones de política de Estado, ya con algunas concreciones en la legislación y en el ánimo popular, tiene además un aliento internacional, no solo por la importancia universal de los hidrocarburos, sino sustentada también en ideales de justicia política y social. El autor, recuerda que Venezuela ha tenido una legislación de hidrocarburos “pionera y progresista” en materia petrolera y que varios de sus logros han sido mostrados a otros países, los cuales los han adoptado; ejemplifica con la región del Medio Oriente, cuyos bondadosos yacimientos y calidades de petróleos, aparecen con ventajas frente a los nuestros, lo que impulsó la acertada política venezolana de acercamiento a esa región, que culminó con la creación de la OPEP; política que por
la acogida que tuvo en gobiernos de varios tiempos y de signos políticos diferentes, apuntó igualmente hacia una política de Estado.
La celebración del Primer Congreso Venezolano del Petróleo en
1951 y la invitación a él de un “selecto grupo de futuros líderes petroleros del Medio Oriente”(Abdullah Al Tariki, Manucher Farmafarmaian) y “la información sobre el 50-50 llegada de Caracas a Teherán en 1949, que sin duda alguna influyó en el ánimo de Mossadeq, cuando decide nacionalizar el petróleo Iraní en 1951”, así como el envío de calificadas comisiones a la región, son pruebas que aporta el autor de cómo la política de acercamiento entre Venezuela y el Medio Oriente, fue acertada nacional e internacionalmente. Que en la formación de la OPEP, que es un logro trascendente de esa política, hayan influido hechos o intereses políticos o de otra naturaleza, de aquella región y del mundo, no demerita la política de acercamiento y sus positivos efectos para ambas regiones y si se quiere para el mundo, por los justos fines perseguidos y por sus resultados. El primer Congreso Petrolero Árabe que se celebró en abril de 1959 y que de nuevo “planteó la oportunidad de enviar una delegación al Medio Oriente para ver la posibilidad de defender el ingreso petrolero” y de concretar entendimientos, que llevaron a la creación de la OPEP, luce como una continuación de todo lo anterior.
El nacimiento de la OPEP y las condiciones socio-económicas y
geopolíticas mundiales que rodearon ese hecho, con énfasis en el Medio Oriente, ocupan especialmente la atención del autor y dados sus vinculaciones y conocimientos de la región, sus apreciaciones son fuente de primer orden para el análisis de tan trascendental acontecimiento y sobre el papel de esa Organización en la posterior lucha de los países miembros por la defensa de sus intereses petroleros y de su impacto en los asuntos políticos de los mismos y en la política mundial.
El autor toma como premisa “que la OPEP, en primer término, fue una necesidad venezolana y venezolanista”, que “Juan Pablo Pérez Alfonzo fue el visionario primero (1945-48) en comprender que los dueños del recurso petrolero necesitaban una organización propia para defender sus intereses”, que no se materializó entonces por el derrocamiento del Presidente Rómulo Gallegos, pero que la idea continuó en gobiernos posteriores.
Esta obra es prolija en datos y análisis, donde los lectores comunes pueden encontrar informaciones ilustrativas; los estudiosos, abundantes cifras y descripción de hechos con valoraciones de los mismos, útiles para la profundización de temas específicos, para la motivación de tesis o para la discusión y la polémica; y los administradores y políticos, algunas guías para sus actuaciones.
El libro contiene abundantes citas de publicaciones periódicas, que reflejan las opiniones, actuaciones y controversias del día a día de gerentes, políticos y personajes involucrados en la cuestión petrolera, así como remisiones a trabajos técnicos o libros que recogen las más reposadas posiciones de profesores y académicos.
El autor hace desfilar por el libro a personajes, nacionales y extranjeros, de épocas pasadas y contemporáneas, vinculados con el petróleo, cuyas posturas técnicas, empresariales, políticas, y académicas, menciona o analiza, como testimonios de tendencias o comportamientos.
El autor cuando procede como analista, no lo hace solo en atención a eventos o circunstancias recogidos de fuentes ciertas, sino que en variadas ocasiones lo hace como testigo de ellos y no mero testigo de vista u oído, sino testigo actor, que difícilmente puede escapar del contagio de la pasión que la temática petrolera y su correlato político nacionalista inspiran, por lo cual ha sufrido también los efectos que debe esperar todo aquel que entra o se acerca al combate.
Imbuido de esa pasión, pero con toda racionalidad afirma el autor que “Es un insulto a la inteligencia humana aceptar lo que ahora nos quieren inculcar algunos en el sentido de que el petróleo es una simple mercancía que carece de valor estratégico”. Para esos personajes la soberanía, los principios políticos, la defensa de los intereses colectivos, son antiguallas, que hasta con la protección del ambiente, deben ser abandonados o pospuestos ante la mera búsqueda del lucro, a lo cual el Profesor Al-Shereidah contrapone una postura amigable con la razón y por tanto muy difícil de rebatir, cuando dice: “Para algunos pensadores,
poseer petróleo en el subsuelo equivale a una especie de antídoto contra la pobreza y a partir de esta creencia elaboran teorías y posturas sociopolíticas de dudosa validez. Creemos, en cambio, que la clave para que el pueblo tenga acceso a la riqueza generada en su territorio, radica en el sistema político establecido en el respectivo país. Ese sistema tiene que apoyarse en un conjunto de valores ético-morales que cohesione a la sociedad, inculcando virtudes que impulsen al hombre hacia la educación, la solidez familiar, el trabajo y la creencia en la posibilidad y necesidad de la perenne lucha por la superación, tanto material como espiritual”.

Dr. Álvaro Silva Calderón

This entry was posted on 25 de junio de 2012 and is filed under ,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. Responses are currently closed.

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